MOLINOS
HIDRAÚLICOS HARINEROS DE SALVACAÑETE
En Salvacañete hubo
en épocas pasadas cuatro molinos hidráulicos harineros. Algunos de ellos, concretamente tres funcionaron como
central eléctrica y otro , el de la Herrería, también como batan y anteriormente
como fábrica de hierro. He ampliado en
cada uno de ellos datos que publiqué sobre los mismos
en el año 2004 en mi obra “SALVACAÑETE : Su historia y sus gentes” y he incorporado un homenaje a los molineros del Cabriel, los últimos de
esta profesión tan unida al mundo rural y a los ríos. Es cultura de nuestra
tierra y no se tiene que perder. Todavía quedan en Salvacañete tres molineros,
todos ellos con muchos años Néstor Adalid, del Molino de Abajo con 87años,
Daniel Villanueva también del Molino de
abajo con setenta y tantos y mi tío Félix López Marín con ochenta y dos. A ellos y a todos los molineros que ha habido en Salvacañete y en las tierras
del Cabriel va dedicado este trabajo y este homenaje de alguien que fue muchas
veces a moler a estas instalaciones y donde aprendí muchas
cosas conviviendo con las gentes de
Salvacañete y de los pueblos próximos como Salinas del Manzano, El Cubillo,
Alcalá de la Vega, Arroyo Cerezo , Castiel Fabib y Vallanca. Todo esto es
cultura ancestral forjada en torno al
mundo del agua tan vital para la
vida y para las actividades cotidianas .Espero
que os guste.
Su origen. Aspectos
generales
Los molinos harineros surgieron como una necesidad para surtir de
harina al vecindario para pan y para los animales. Los primeros molinos
tuvieron su origen en privilegios reales
y eran propiedad de la iglesia o del
Concejo. Junto al molino estaba la casa de los molineros y en algunos de ellos,
como el
Molino de Arriba surgieron
otras casas hasta dar lugar a una aldea las
Casas de la Vega o Casas del Molino.
Los primeros molinos que
surgieron en Salvacañete eran de una sola piedra. Se ampliaron a dos
cuando la población aumentó o se construyeron instalaciones más modernas como
el Molino de la Fábrica. La expansión
económica de los últimos decenios del siglo XVIII como consecuencia del
reformismo borbónico ilustrado y la mayor productividad agraria derivada de la
roturación de nuevas tierras, antaño comunales, la liberalización de los
precios agrarios y el desarrollo de una
agricultura cerealista trajo como
consecuencia el aumento significativo de la población en nuestra comarca y comarcas próximas de Valencia, Teruel y
Cuenca. Este aumento determinó la
necesidad de construir nuevos molinos
para satisfacer las nuevas exigencias.
Así del Molino del Concejo o Molino
de arriba se pasó a final del siglo XVIII a otro nuevo Molino el de Abajo que tuvo sus orígenes en un molino anterior que
debió existir en sus proximidades en el
río Gervasio. En el siglo XIX, a principios, se pondrá en marcha el Molino de la Herrería utilizando las
instalaciones de la antigua herrería, en particular el edificio y la
presa. Todos estos factores trajeron
consigo la concesión de numerosos
permisos a particulares para la construcción de nuevos molinos en Salvacañete y
su comarca incluso en tierras de
señorío, pues ello servía para incrementar los ingresos de la corona
y sanear la hacienda. Los permisos se concedían siempre que los nuevos molinos no perjudicaran a los ya
existentes o a los regantes. Será en la primera mitad del siglo XIX cuando se
llegue al máximo apogeo en la construcción de molinos. Y es que desde la Guerra
de la Independencia, gracias a las leyes napoleónicas como a los decretos de
las Cortes de Cádiz, el monopolio sobre molinos quedó suprimido y no se volvió
a hablar de él. Será con el gobierno
moderado de 1847 cuando se logre el
máximo apogeo en la construcción de molinos. De esta época data la
construcción del molino más moderno de Salvacañete, la Fábrica, adaptado a nuevas exigencias y capaz de moler más que los otros por tener más piedras.
El funcionamiento de los molinos hidráulicos era el siguiente:
El molino era movido por energía
hidráulica. El agua procedente del río Cabriel, llegaba hasta la turbina por un
caz de 2. 5 metros de ancho y 1 Km o
más de largo de largo. Dicho caz se iniciaba en una presa que se construyó al
efecto aguas arriba, en parajes un poco más altos para que el agua llegara por
su propio peso. El molino de la Herrería
tiene la presa muy cerca, el Molino
de Arriba en la zona de los Cañamares debajo de la Covatilla, la Fábrica tiene la presa debajo del
Ventorro y el Molino de Abajo debajo
de la Vegatilla y el río Gervasio. Las presas, al principio, eran de troncos de
madera. En el siglo XX algunas de ellas se fueron sustituyendo por piedras y
cemento. Una compuerta regulaba la entrada de agua en el caz. Se abría más o
menos según el caudal del río en cada época del año. Las tomas de aguas en
estas presas están legalizadas en la confederación de aguas del Júcar como tomas históricas. Con el agua de estos caces de los molinos se riegan también unas
huertas que hay entre los mismos y
las márgenes derecha o izquierda del Cabriel, según la situación del molino.
En los Molinos de Arriba y de Abajo hay un pequeño desnivel entre el caz y la turbina rodete para que el agua tenga
más fuerza. En la Fábrica y en el Molino de la Herrería es la turbina la que
está situada a bastante profundidad.
La fuerza del agua mueve la turbina,
conocida como rodete, cuando el
molinero abre la compuerta de entrada,
operación que realiza desde el suelo del molino
con un mecanismo preparado al efecto. La fuerza motriz del rodete se transmite por un mecanismo a las piedras
del molino, piedras que tiene forma cilíndrica, aproximadamente de un metro de
radio, con un agujero en la parte central por donde entra el eje que las
mueve. El molinero coloca el grano a moler, trigo, cebada, avena, centeno o
maíz en la tolva, que está situada encima de las piedras, por la parte
posterior. El grano cae poco a poco entre las piedras y por el movimiento giratorio de las mismas
va siendo molturado. Si lo que se muele es trigo, la harina va pasando por un
cernedor y por unas cribas para que salga limpia. Por una parte aparecerá la
harina y por otra el salvado. Este último se utilizaba para comida de animales
y para curar enfermedades o aliviarlas. Si lo que se quería era pan integral el
salvado y la harina se obtenían juntos, siendo el pan más negro. El salvado
es la cascarilla del trigo, también conocida como molluelo en otros lugares. Mientras el molinero muele el agricultor
charla con él o con otros que han ido a moler. Si tenía mucha faena
volvía otro día a por su harina. El olor del cereal, de la harina recién
molida y de las plantas de las riberas del Cabriel daba un ambiente característico a los
cuatro molinos que han existido
en nuestro pueblo en el siglo XX. El molinero cobraba en especie, en harina o
grano. Era lo que se llamaba la maquila.
Un tanto por saco o talega molido. De ahí el nombre de molinos maquileros.
Periódicamente el molinero debía quitar las piedras para picarlas, es decir
recomponer las ranuras que tienen desgastadas por el uso. Para ello utilizaba
su cabria, colocándolas allí donde
realizaba esta labor mejor Además también debía limpiar el caz para que entrase la cantidad adecuada de agua. En
esta operación estaba presente la guardia civil para evitar que se pescasen las
truchas y cangrejos que había en abundancia en el mismo. La cantidad de molienda que se hacía cada año
también estaba controlada. Los molinos eran industrias respetuosas con el medio
ambiente, ecológicas cien por cien. La limpieza del molino y sus dependencias
era fundamental para causar buena impresión y además por que parte de la harina era para consumo humano,
convirtiéndola en pan o en dulces para las fiestas a lo largo del año.
Las piedras del molino se tallaban en
lugares próximos donde hubiese piedra adecuada o se compraban ya preparadas.
Hace unos años Pedro Martínez, el hijo de Felipe Martínez, encontró una un poco más arriba de Ciriyuelos en dirección
a Albarracín, en medio de una cuesta. Posiblemente se quedó allí sin terminar
de tallar. Había que darle la forma de cilindro y hacerle las ranuras para que
moliesen los cereales. Había expertos canteros en tales labores y los molineros
con los años adquirían mucha experiencia en la labor de picado, consistente en
restaurar las ranuras para que pudiesen moler mejor, ranuras que con el uso se desgastan. Algunas de las
piedras o muelas de nuestros molinos
eran importadas. Algunas procedían de
centros como la prestigiosa ciudad francesa La Ferté-sous-Jouarre, departamento de
de Seine- et –Marne. En el Molino de la Fabrica están documentadas
Herrería
la Nueva (La Herrería) (S. XVIII)
Rento
situado junto al río Cabriel, en un profundo valle y
a unos
15 km. de Salvacañete. Rodeado de frondosos pinares, se accede a él por una pista forestal que se inicia en la Nogueruela. Esta pista
era antes camino maderero y de herradura por donde sacaban las maderas de esta
zona o bajaban los habitantes de los “ rentos”
y aldeas próximas a moler al
molino que hay en este lugar.
Para llegar a La Herrería y sus bellos parajes es necesario
tomar la carretera de Albarracín o de
Cañigral, desde Salvacañete,
concretamente desde el Puente del
Ventorro, a mano derecha en
dirección Cuenca. Tras recorrer cinco
kilómetros, en las proximidades del Valle
Carmona, a la izquierda de la carretera tomaremos la pista forestal que a
través de una empinada cuesta nos conducirá hasta la Fuente del Pino, el Prado
de la Madera, La Casa Nueva y La Nogueruela. Allí cogeremos la pista
que sale a la izquierda y ladera abajo, aproximadamente 1¨5 Km llegará a La Herrería. Total del recorrido uno 15
Km: 5 km de carretera, 8¨5 de pista forestal y otro 1´5 Km. de pista forestal
en descenso hacia el Cabriel.
El origen de este rento hay que buscarlo en el
siglo XVIII en el que ya se menciona su existencia como Herrería la
Nueva, nombre que ha permanecido hasta bien entrado el
siglo XX, años 1940 en que simplemente
se le llama La Herrería. El nombre le viene
porque allí existió una antigua fábrica de hierro o herrería. Hasta hace
unos años me contaba mi amigo
Luis Domingo, “ El tío Luis “
que aún estaban allí los mazos para aplanar el hierro. Uno de ellos lo vendió
él a un chatarrero y el otro todavía se
puede observar allí. Esta herrería en el siglo XVIII era propiedad del
caballero de Moya D. JUAN FRANCISCO PEINADO DE ARAQUE.
Complementa estos datos Emiliano José Peinado
Palacín, maestro jubilado residente en Landete y amigo mío
en el que además de demostrar que este caballero era antepasado
suyo aporta nuevos datos sobre La Herrería. Por investigaciones mías he
comprobado que algunas facturas de esta antigua herrería están en poder de un
vecino de Landete “ El Tío Manuel”
que posee algunos documentos de Moya. Quiero conseguirlas porque son un
documento importante de la Historia de Salvacañete. En esta época, siglo XVIII,
había dos herrerías en Salvacañete, esta y la del Martinete que era propiedad
de un caballero de Madrid., D. Francisco
de Mendinueta y de D. Jaime de Castilblanque, natural de Salvacañete e inventor de la fabricación del acero en la
provincia de Cuenca. El mineral de la Herrería
La Nueva procedía de minas existentes en Tormón (Teruel)
desde donde lo traían a lomos de
animales: burros y mulos. Alguna parte también procedía de minas de nuestro
término. Para obtener el hierro era necesario instalar la fundición junto a un río
para tener agua abundante. Aquí estaba el río al lado y se construyó un caz.
Esta Herrería ha sido también
Batán, molino harinero, central eléctrica y en la actualidad casa de Turismo
rural.
Es uno de los cuatro molinos
que había en el cauce del Cabriel, en Salvacañete, a lo largo del siglo XX
y en el siglo XIX. En un principio era
propiedad de Dionisio López
, Padre de Marciano López.
Este último, casado con una maestra del Toril se lo vendió al padre de Luis
Domingo y Luis fue el último molinero de la Herrería hasta que la población de
las aldeas emigró y se bajó a vivir a Salvacañete:
En 1920 se instaló en la
Herrería La Nueva un motor movido por
una turbina para producir luz eléctrica para el propio molino y para La
Nogueruela. El 23 de septiembre de 1920
se llevó la luz a
La Nogueruela y la tuvieron hasta que
se marcharon los vecinos en los años 1970. Ese mismo motor se ha puesto en funcionamiento en el verano del 2000 para
producir luz en la propia Herrería para la Casa de Turismo Rural que allí se ha
instalado.
En los años en que El Rento de
la Herrería fue de Luis Domingo, hasta que se
marchó de él en la década de los ochenta, funcionó el molino harinero
donde acudían a moler gentes de las
aldeas y rentos próximos:
La Nogueruela, el Portillo, El Masegar, Casa
La Muela, El Cerrito, Torrefuerte, Los Cortijos, El Prado de la Madera, La Casa
Nueva, Las Casas del Río, Masegosillo, La Peraleja, La Fuente de la Sabina,
Masegarejo, Valle Carmona, Las Artigas, Ciriyuelos, etc. Por la tarde ponía en marcha el motor y enviaba corriente eléctrica
hasta La Nogueruela. ¡Cuántas
conversaciones entre Luis y Jorja, sus hijos y
las gentes que iban a moler a través del viejo camino de La Herrería!
Era un molino muy bien cuidado y cuando se marchó lo dejó convertido en un
museo de la molinería
. Había guardado todas las
cosas del viejo molino. En el año 1999
se vendió adquiriéndolo
Raúl Gil Soriano,
sobrino de Timoteo Soriano, El “ Tío Timoteo de Torrefuerte” por parte de
madre. Este chico es del Vallecillo con residencia en el Collado de la Grulla.
Además de la explotación del
molino y la luz eléctrica los habitantes de la Herrería tenían unas
pequeñas huertas anexas al mismo donde cultivaban todo tipo de hortalizas y árboles
frutales y algunos “pedazos” para
cultivar cereales. Los hijos del Tío Luis iban a escuela a La Nogueruela
recorriendo cada mañana lo s 2 Km de subida que había hasta esta aldea. En la
fiesta del Masegar, en S. Antoniete para el mes de junio o en la de la Virgen
del Rosario el primer domingo de octubre acudían a la fiesta y eran unos de sus
partícipes más importantes.
Recuerdo
mis años de monaguillo cuando subíamos con D. Julián Villanueva Roger, el sacerdote de Salvacañete a la fiesta
del Masegar en Junio o en Octubre. Siempre estaban presentes Jorja y Luis.
Muchas veces estuve comiendo con ellos. Y recuerdo los hermosos pimientos y tomates que cultivaban en la Herrería.
Después ha continuado nuestra amistad con ellos y con sus hijos. En las Semanas
Culturales de la 3ª Edad he hablado de
la Herrería con el Tío Luis y se quedó con ganas de acompañarme un día para que
viese lo bien cuidado que tenía el molino y las cosas que había guardado. Hace
unos años murió y estas conversaciones las he tenido con Jorja, su esposa y amiga de mis padres. No puedo
olvidarme de esos años infantiles en los que compartí suelo, ribera y mantel
con Jorja, Luis, Marina La de La Nogueruela y su esposo Eugenio Marín, “ el cartero de la Nogueruela”, primo
hermano de mis padres. ¡ Cuántas conversaciones en la ribera del río del
Masegar en días de fiesta de S.
Antoniete o de la Virgen del Rosario! Y
siempre esa sana alegría de gentes amables, trabajadoras y buenas que
entregaron su vida por su rento y aldea. Además sabían compartir lo que tenían
con todo el mundo y siempre con una palabra amable en su boca.
Estos son los datos de población de la Herrería
en el siglo XIX y XX,
hasta que se marcharon sus moradores.
|
ES
|
EDIFICIOS
|
POBLACIÓN
31-12-1887
|
1 piso
|
2 pisos
|
3 o más
pisos
|
Albergues,
barracas, cuevas, chozas
|
TOTAL
EDIFICIOS
|
De hecho
|
De derecho
|
Herrería (La)......
|
Molino y casa
|
1
|
1
|
-----
|
1
|
3
|
7
|
7
|
A lo largo del siglo XX han
vivido en ella, según años de 4 a 7 personas. Cuando vivía el tío Luis
estaban ellos, sus tres hijos y los
abuelos, El Tío Santiago padre de Jorja y su mujer. El Tío Santiago murió en
Salvacañete.
Después de estar varios años
cerrada la compró Raúl Gil Soriano para convertirla en una casa de Turismo
Rural, aprovechando las posibilidades turísticas de la zona: bellos parajes,
práctica de la caza y pesca, del senderismo, de la contemplación de la
naturaleza y del descanso en un lugar idílico.
Han recuperado el viejo molino que ha vuelto a funcionar para que sea contemplado por los visitantes
y ha vuelto a funcionar el viejo y
extraordinario generador de 1920 que mandó energía eléctrica durante muchos
años a la Nogueruela. De toda la parte mecánica del molino y del generador se
ha encargado
Nestor Adalid García,
antiguo molinero del Molino de Abajo de Salvacañete. Él me informó de todo lo
que se estaba haciendo en La Herrería. En la casa viven como encargados un
matrimonio, rumanos de origen y excelentes personas. Antes estuvo un matrimonio
de ecuatorianos. Pronto empezará esta casa a recibir visitantes. Para ello está
siendo acondicionada y el lugar merece la pena. Mi amigo
Castor Barrerra Marín
captó con su cámara viajera de forma extraordinaria los paisajes de La Herrería
y sus alrededores y las fotografías de
esta publicación son las suyas como homenaje a quien se volcó para reflejar los paisajes, edificios,
costumbres y gentes de nuestro pueblo.
En la soledad del
valle
te encuentras
majestuosa
vieja Herrería la Nueva
entre pinos, sabinas
y zarzamoras
con el Cabriel a tu
lado
compañero que te adora.
Has pasado por
distintos usos
herrería famosa,
viejo batan y molino
harinero
y central de
luz hermosa
que mandaba su luz
a la Nogueruela
aldea famosa
donde al anochecer
entre sabinas preciosas
las luces de cada
casa
eran estrellas
luminosas
para las gentes de
esta aldea
otrora habitada
y bulliciosa
que hoy ha quedado
triste
no hay gentes que la recorran
salvo Marina y Jesús
con larga vida en
esta zona
o Marina la esposa
de Eugenio Marín
que regresa a su casa
famosa
pasando algunas
temporadas
recordando quizá otra época
en que cerca en la Herrería
estaban su amigos
Luis y Jorja
entregados a su molino
y a dar a su hora
la luz que alumbraba
a la Nogueruela
cada noche una historia.
Han pasado los años
en la Herrería
antes famosa
se ha recuperado el
molino
hay gentes que lo
custodian
ya no hay trajín
molinero
ni luz que dar a su hora
el viejo motor sigue
funcionando
como recuerdo e
historia
de años de vida
intensa
en esta casa hermosa
la Herrería se llama
antes Herrería La
Nueva famosa
cuando D Juan
Peinado de Araque
un señor importante
de Moya
era dueño de la herrería
y en este lugar se elabora.
Atrás ha quedado el
tiempo
en que el tío Luis y
su esposa Jorja
viviesen en el lugar
entregados a sus cosas
el viejo molino
maquilero
y la entrega a esta
tierra hermosa
junto al Cabriel que
discurre
por el valle entre
frondas
en este lugar de La
Herrería
con larga e importante historia
que todavía continua
hoy
con un nuevo dueño
que logra
restaurar el viejo
molino
y la casa que recobra
el esplendor de
antaño
cuando el tío Luis y
Jorja
recibían a los visitantes
que llegaban a
cualquier hora.
Faltan las
caballerías en la puerta
ya no hay
talegas ni otras cosas
solo queda el
recuerdo
de otras épocas
de vida intensa en
aldeas
con gentes que
acudían dichosas
al molino de la
Herrería
un lugar que ha hecho historia.
Mariano López Marín.
Utiel, 22 de febrero de 2003
MOLINO DE ARRIBA
El
Molino (S XVIII) Molino de Arriba.
Esta
aldea conocida como Molino de Arriba o las Casas de la Vega, por estar situadas
al lado del Cabriel y en plena Vega de Salvacañete. Se accede a ella por la pista forestal que está situada
enfrente de la casa del Ventorro, en la parte derecha de la carretera Cuenca –Teruel, nacional 420, en dirección
Cuenca y aproximadamente a 1¨5 Km de Salvacañete, junto al puente del Cabriel.
Recorremos unos cuatrocientos metros de pista
y ya divisamos las Casas del Molino.
Su historia
La historia de esta aldea está ligada
a la existencia de un antiguo molino harinero, conocido como molino del concejo
cuyas referencias nos las da ya el
Catastro del Marqués de Ensenada
, en el año 1752 y en
el que se menciona la existencia de un
molino en Salvacañete, que según este catastro
se localizaba en la margen izquierda
del Cabriel aguas arriba y muy próximo a
la localidad.
El Molino
más antiguo de Salvacañete es del Molino
de arriba conocido como aldea de Casas
del Molino o Casas de la Vega.
Este molino harinero, conocido como molino del Concejo cuyas referencias nos las da ya el Catastro
del Marqués de Ensenada, en el año 1752 y en el
que se menciona la existencia de un molino en Salvacañete, que según
este catastro se localizaba en la margen izquierda del Cabriel aguas arriba y muy próximo a la localidad. En
la decimoséptima respuesta del castro se
dice textualmente “ ....dijeron que en
este lugar y su jurisdizión se halla un molino harinero con solo una piedra y
arte, distante de este pueblo medio quarto de
legua el que se halla sito a orillas del Cabriel que muele sin descanso
no faltándole fuerza el que pertenece a
este Conzejo y por quinquenio produce anualmente ciento y Catorce fanegas de
trigo el que la presente tiene arrendado Miguel Martínez a quien
consideran serle de útil sesenta
Ducados;...”
En el diccionario
de Tomás López Vargas Machuca
en el mapa que lo
acompaña se menciona este molino de
arriba y el de abajo. Firma la declaración el cura de Salvacañete D. Felipe
Collado y Recuenco con fecha 29 de
diciembre de 1786. Los curas eran los encargados de realizar los censos por
petición expresa del obispo.
En el
siglo XIX este molino perteneció a la
iglesia, concretamente a la Cofradía de Ánimas de Moya
, según consta en la
documentación de la misma y con la Desamortización de Mendizábal
pasó a manos
particulares, de tres vecinos de Salvacañete que lo adquirieron en pública
subasta. Estos propietarios fueron D. Manuel Perea Vidal, y los abuelos de los
propietarios actuales las familias Garrido García y García Pérez..
Posteriormente uno de los propietarios, D. Manuel Perea Vidal
, maestro en Salvacañete,
vendió su parte a los otros dos propietarios que eran hermanos. En la ,año 2012,el molino es
propiedad de esas dos familias, Garrido
García y García Pérez.
A lo
largo de los años alrededor del molino, aprovechando el enclave de la Vega, fueron surgiendo
viviendas hasta constituir una aldea conocida como
Casas de la Vega, La Vega o el Molino de Arriba e incluso
Casas del Molino. Uno de los hijos de
uno de los propietarios, David Garrido García instaló una serrería movida por
energía hidráulica en una casa contigua a la del molino y aprovechando el mismo
caz que utiliza el molino harinero.
Desde esta serrería y aprovechando el caz del molino con un generador se
suministraba energía eléctrica a la población de
El Cublllo El caz que suministra agua a este molino
nace aguas arriba del Cabriel en el paraje de Los Cañamares
donde se construyó una
presa por encima del Puente del río, unos doscientos aguas arriba de dicho puente y en la margen izquierda del río. El caz
tiene una longitud de un kilómetro y
medio y sus aguas son aprovechadas para regar numerosas huertas en las zonas
por las que pasa. Termina en la parte posterior del molino y desagua debajo de
las casas a unos cincuenta metros.
A este
molino iban a moler gentes de Salinas del Manzano y de Salvacañete y algunas de
sus aldeas como la Hoya del Peral y Casas Nuevas. Venían a la
vega, traían sus talegas de cereal, realizaban faenas agrícolas y
después se las llevaban. Durante el siglo XX, hasta que dejó de funcionar en la
década de 1990, cuando murió Luis
Garrido el molinero, ha estado regentado
por la familia Garrido García y sus antecesores
.
Evolución de la población del Molino de arriba, Casas de
la Vega o la Vega
|
ES
|
EDIFICIOS
|
POBLACIÓN
|
1
piso
|
2
pisos
|
3
o más pisos
|
Albergues,
barracas, cuevas, chozas
|
TOTAL
EDIFICIOS
|
De hecho
|
De derecho
|
Molino de Arriba
|
Molino y casas
|
----
|
7
|
------
|
3
|
10
|
28
|
30
|
A lo largo del
siglo XX estos son los datos de población de esta aldea
.
LUGARES
|
1900
|
1910
|
1920
|
1940
|
1950
|
1960
|
1970
|
1980
|
1991
|
Salvacañete
|
1500
|
829
|
1329
|
1323
|
1196
|
1086
|
651
|
360
|
313
|
La Vega, Casas de la Vega o Molino de
Arriba
|
|
41
|
46
|
48
|
42
|
26
|
25
|
18
|
8
|
Familias
que han vivido en el Molino de arriba a
lo largo del siglo XX
FAMILIA
Padre y Madre
|
Nombre hijos
|
CASA DONDE VIVÍAN
|
OBSERVACIONES
Tipo de trabajo y donde emigraron
|
|
|
|
|
David Garrido y Eusebia Alguacil +
Dionisia
|
David y Concha
|
Encima de la serrería de su propiedad, junto al viejo molino, al lado de las choperas
|
Carpintero y aserrador
|
Luis Garrido e Inocencia.
|
|
En la vivienda
del molino
|
Molinero y agricultor. Los últimos años se
especializó en harinas de maíz y almortas
|
Martín Muñoz
y Bonifacia Valero
|
Eulogio, Dionisio, Hipólito, José Saturnina, Juana,
Cornelia y María
|
Primera vivienda existente encima del caz
|
Agricultura y ganadería
|
Pedro Valero y Eulogia Valero
|
Elvira, Ángel, Gabriel, Esther y Merche.
|
Antes encima
del caz. En la actualidad en una casa
nueva al lado de las eras del molino
|
Agricultura y albañilería.
|
Víctor y
|
|
Junto a las eras
|
Agricultura y ganadería. Tenía vacas y labraba con
ellas
|
Alejo y
|
Ascensión, Ignacia y Felicitas
|
Junto a las eras
|
Agricultura y ganadería
|
Dionisio Muñoz y
Lorenza Murciano
|
Mª Victoria, Consuelo y José.
|
Junto a las eras
|
Agricultura y ganadería
|
Jesús Valero y
|
Verónica, Antonio, Felix y Jesús
|
Al lado del famoso peral de mas de 200 años, junto a
las eras y cerca del camino que va a las Fuentes de Serna.
|
Ganadería. Toda la vida tuvieron vacas de carne.
Algunas veces más de 40 que pastaban por los prados del término de
Salvacañete
|
Mariano Martínez y Vicenta Valero
|
|
Enfrente de las eras del molino
|
Agricultura y ganadería. Era albardero.
|
Valeriano Yuste y María Zarzoso
|
Luis
|
En la última casa que hay junto al comino de la Vega
|
Agricultura y ganadería.
|
Vicente Garrido
y
Rosario Redondo
|
Marisol y Rosa Mª
|
En la casa del molino
|
Dedicado al transporte y compraventa de maderas.
Vivió después en el pueblo.
|
Herminio Garrido
|
|
En la casa del molino.
|
|
Avelino Garrido y Petra García.
|
Cinco hijos.
|
En la casa del molino
|
Molinero y padre de todos los Garridos
|
Epifanio Marín y Cornelia Muñoz
|
Enrique y Mª Jesús
|
En lo que fue casa del tío Martín Muñoz.
|
Residen
temporalmente.
Viven en Cuenca.
|
Arancha
Garrido
|
|
En una casa nueva a la entrad del molino, antes de
llegar a las eras.La casa es de su madre
|
Tienda La Alacena
|
Hipólito Muñoz
|
|
Por detrás de la casa de sus padre
junto a la de sus primas Inés y
Benita.
|
Reside temporalmente en verano. El resto del año en
Alicante. Ha sido militar.
|
Hermanas Valero, Inés y Benita
|
|
En la parte posterior de las casas.
|
Han vivido en Valencia y ahora jubiladas residen aquí.
|
Impresiones
personales del Molino de Arriba.
La situación de esta aldea muy cerca
de Salvacañete y en plena Vega ha hecho que la convivencia con sus gentes haya
sido y sea intensísima a lo largo de los años. Mis primeros recuerdos se
remontan a aquellos años infantiles en
los que iba con mi padre a moler y el amigo Luis Garrido o su hermano Herminio
nos ayudaban a descargar las talegas y las arrinconaban en el sitio que tuviesen disponible porque
había mucha faena y el molino estaba lleno de talegas repletas de trigo. Había
varias caballerías atadas en la puerta y algún carro de los de pértigo que
había llegado de Salinas o de Casas Nuevas con trigo, cebada o avena. Si no
podía molerlo al momento nos íbamos a realizar alguna tarea en la vega cercana:
regar, excavar, recalzar, sulfatar, segar, etc. A la vuelta o en otro día
recogeríamos la molienda. A veces había que ir a la serrería de David Garrido,
situada en la casa contigua al molino. Era necesario preparar cajones para las
manzanas, canales para el ganado, “ ripia “ para algún tejado, madera para
alguna puerta, tablones para una obra, algún “tornajo” para los cerdos, vaciar un tronco para hacer “ tornajos “
para el ganado colocados en alguna fuente del término, cortar “ cabrios “ para algún tejado y un
sinfín de cosas necesarias en un mundo rural en el que era necesario hacer de
todo y construirse todo. El tío David vendía también ataúdes. Y cuando se
producía la muerte de alguien era visita obligada a la vieja camarilla situada
en la entrada de las casas del molino y hoy convertida en vivienda. De su
serrería han salido maderas, puertas y muebles para muchos lugares de las
comarcas cercanas de Valencia, Teruel y Cuenca. Su hijo David ha continuado la
profesión del padre como carpintero
aunque ha traslaldado su negocio a una
moderna y amplia nave construida enfrente de la ermita de Valdeoña.
Pero no solo la visita al molino
convirtió a esta aldea en lugar de tertulias entre gentes diversas. La
proximidad de la Vega sirve y ha servido para que las gentes acudan a sus casas
en busca de alguna herramienta que se ha olvidado, de una compuerta para regar
o de algo necesario para las labores agrícolas. Siempre encuentras la palabra amable de las gentes del molino.
Me vienen a la memoria muchas personas. El Tío Mariano el albardero, hermano
del tío Francisco el albardero de Salvacañete, ambos especialistas en fabricar
albardas. Con ambos he convivido muchas
veces en días de siega y de trabajo o
simplemente de tertulia amena en lugares
de nuestro término: La Hortezuela, la Culebrera, La vega, el Corbalán, etc. El
tío Mariano tuvo una hija, Petra Martínez
que se caso con Servando, maestro de Boniches y padre de mis amigos
Servando, Mariano Y Pilar que en la actualidad trabajan en Barcelona
dedicados a la enseñanza y en otras
faenas. El Tío Martín Muñoz y su esposa Bonifacia Valero con los que conviví
muchos años por ser vecina su hija
Saturnina de nosotros. En matacerdos, en
fiestas, en días de trabajo en la vega, cuando subían a misa y en un sinfín de
situaciones he hablado con ellos. Padres de una familia muy numerosa, tuvieron
ocho hijos. Pasaron el duro trance de
perder a uno de ellos ahogado en el caz del molino. El tío Martín fue
esquilador de tijera, al igual que mi padre. Se dedicaba a la agricultura y la
ganadería y trabajaban las tierras de Ciriyuelos y el Cerro Monte, amen de
otras por Salvacañete. La tía Bonifacia era una mujer bonachona y trabajadora.
Tuvo que entregarse de lleno a criar hijos.
Cerca del tío Martín vivía Pedro
Valero y su esposa Eulogia Valero padres
de mis amigos Ángel, Gabriel, Elvira y Ester. Un hombre muy trabajador con el
coincidí en días de siega en varios lugares de la Ortezuela y en la Vega cuando
íbamos a las cercanías del molino o a otros lugares a realizar las faenas
agrícolas de cada época. Murió hace años y sus hijos construyeron una casa nueva al lado de las
eras del molino. Con ángel y Gabriel he convivido muchos años en días de fiesta
cuando juntos formábamos parte de la Comisión de Fiestas de Salvacañete, allá
por los años 1980 y siguientes o en jornadas de caza. Ambos, al igual que su padre,
son excelentes cazadores y sobre todo defensores de la naturaleza. Conocen muy
bien nuestro término y colaboran de forma entusiasta con el Coto de Caza de
nuestro pueblo.
Al lado de las eras vivía el Tío Alejo, padre de Ascensión Ignacia y
Felicitas. Era un hombre menudo, enjuto y de una enorme bondad. Solo lo
recuerdo en mis primeros años cuando lo
veía por la Vega o subía al pueblo a casa de sus hijas Felicitas e Ignacia. Muy
cerca de él El Tío Víctor, hombre muy
alto, cachazudo y entregado a su vida de agricultor. Tenía vacas y labraba con
ellas. Su pajar estaba situado a la derecha de la carretera de Cuenca a Teruel,
en dirección Cuenca, a unos dos kilómetros del molino. Por allí lo solía ver
con sus vacas de carne o de leche. Bastantes años vivieron cerca de la Tía
María de Alcalá y su hija, también María. Tenían una yegua percherona roja con
la que iban y venían de Alcalá o realizaban las faenas del campo. Las yeguas
percheronas se utilizaban mucho por estos pagos. Eran fuertes para el duro trabajo
del campo y además criaban potros o muletos, que ayudaban con su venta a la
economía familiar. En casa de mis padres también teníamos una. La tuvimos
muchos años y mi padre iba a vender las crías a Ademuz o a Landete en sus
afamadas ferias. A veces se las compraban los tratantes de Vallanca, Evaristo y
sus hijos, o los de Ademuz.
Cerca del tío Víctor vivieron los
padres de Víctor Martínez que se marchó a Barcelona y que ahora, ya jubilado,
se ha hecho casa en el molino y pasa largas temporadas en Salvacañete, sobre
todo al verano. Él me ha proporcionado
algunos documentos curiosos sobre
Salvacañete como la partida de nacimiento de su abuelo o el reglamento del
Regadío de la Fuente Vieja.
También junto a las eras donde ha
construido su casa vive Dionisio Muñoz que ha pasado toda su vida en las Casas del Molino dedicado a la ganadería
y la agricultura.
Enfrente de las eras, detrás de un
peral centenario, tendrá mas de doscientos años vivió el Tío Jesús Valero mas
conocido por “ El Tío Noé” por su barba
larga y pelo blanco. Este hombre tenía un rebaño de vacas de carne de unos cuarenta animales que pastoreaban sus hijos, y más
concretamente Antonio, por las numerosas dehesas de Salvacañete. Recuerdo verlo
llamando a cada una por su nombre en su corral
situado al pie de la Coronilla, junto al camino que conducía a la
Culebrera. Allí tenía la era y el pajar, además de una balsa en la que recogía
el agua de la fuente del Corvalán y del Cermeño y con la que se regaba toda la
zona situada junto al Ventorro hasta llegar a su era. El tío Jesús
era un hombre bonachón e inteligentísimo. Creó dos regadíos, el del Corvalán
hasta el Ventorro y el Regadío Nuevo que partiendo desde el Carrilejo llevaba
el agua hasta los Cerraillos, La dehesa, Las Torres y zona del Cementerio y las Acequias. Este último realizó él el
trazado utilizando su péndulo manual, una cuerda y cuatro tuercas,
sorprendiendo así a los ingenieros de la Confederación Hidrográfica del Júcar
con los que coincidió en el trazado. Solo utilizaba para los niveles un
rudimentario nivel de agua construido con
un tubo de goma transparente. Además era zahorí. Descubría el agua con
su péndulo y pasó mucho tiempo, ya en su vejez, excavando en los Centenares,
junto al pajar de su cuñado Martín Muñoz porque estaba convencido que allí
había una corriente subterránea de agua muy importante. Muchas veces hable con
él y me demostró el funcionamiento de su péndulo. Era también investigador
de injertos de frutales y los alrededores de su era y un pedazo próximo
los tenía llenos de frutales: perales, ciruelos, cerezos, manzanos de todo
tipo, acerollos, etc. En todos ellos había realizado injertos y sus frutas eran
deliciosas. Recuerdo cuando íbamos a segar al paraje del “ Olmo el Santo” y él
nos daba frutas de sus árboles situados
junto a nuestro pedazo. Además de todo ello
era inventor y según me confirmó su hijo Jesús Valero, residente en
Utiel y amigo mío, la primera “ aventadora o ablentadora” que existió en Salvacañete la inventó su padre uniendo artilugios diversos. Aún permanecen
en mi recuerdo la imagen de su “ carro o galera” construido por el mismo tirado
por dos de sus mejores vacas. El peral centenario de su puerta fue injertado
por él varias veces y estaba muy orgullos de él. A todo el mundo le regalaba
peras cuando iban a trabajar a la Vega en otoño. ¡Cuanta sabiduría poseía el
Tío Jesús y a veces que incomprendido era! A mí me llamó la atención lo fácil
que sabía la hora sin llevar el sol. Su
referencia era la “Risca del Carcamal” en La Caseta. Y efectivamente eran
las doce.. - Ahora hijo son las doce, me
dijo una vez que estaba yo regando. Ha sido una persona por la que sentía gran
admiración y me dolió su muerte. Pensé que se había llevado a la tumba mucho
saber popular. ¡ Gracias tío Jesús por enseñarme cosas!.
Continuando con los vecinos del
Molino de Arriba no podía olvidarme de
Valeriano Yuste Valero, amigo personal
de mi padre y un gran poeta que ha cantado a Salvacañete de forma
maravillosa. Pasó el duro trance
de perder a su primera esposa cuando su hijo Luis era pequeño. A los pocos
años se volvió a casar con Visitación, una excelente persona, con la que
tuvo una hija. Se marchó a vivir a Jabaloyas (Teruel) y allí se ha dedicado a
arrastrar madera con un par de machos
hasta que hace unos años se jubiló. Vuelve cada año a Salvacañete a las
fiestas de Septiembre. Y siempre nos brinda su buen hacer poético. El año 2002
nos dejó tras penosa enfermedad. Era el mes de agosto. Vinieron gentes de
varios pueblos de la Serranía de Albarracín a su funeral, gentes de Jabaloyas y
de otras localidades. En el libro de fiestas de ese año hay una mención
especial para este gran hombre, bueno y trabajador, amante de su pueblo, de sus tierras y de sus gentes.
Homenaje poético
A LAS CASAS DEL MOLINO
Junto al Cabriel,
río hermoso
en plena y gran vega
surgisteis en torno
a un molino,
casas del molino
eternas.
Las riberas del
Cabriel
con hermosas y
frondosas choperas
son tu ambiente
natural,
junto a los pedazos
de la vega.
Surgidas en torno al
viejo molino
que hoy ya no muele
y sueña
viejo testigo del
tiempo
con piedras que ya
no se entregan
a esa labor
importante
a esa hermosa faena
de transformar
cereal en harina
con el agua como
fuerza.
El molinero, el
amigo Luis
descansa ya de
faenas
a las que entregó su
vida
entre
maquilas, conversaciones y
fiestas.
Aún queda su
recuerdo
en ese agua que
llega
por el caz de los
Cañamares
conducido desde la
presa
que aguas arriba, un
día
los antiguos
propietarios hicieran
la familia Garrido
García
que lo adquirió con presteza
antiguo molino
harinero
que del Concejo era.
Al lado del molino
la vieja y eterna
sierra
donde el tío David
con muchos años a
cuestas
ha serrado las
maderas
de vigas, ventanas y
puertas
de Salvacañete y
alrededores,
de la comarca y aldeas
con la fuerza motriz
del agua
que la turbina
acelera;
aguas bravas del
Cabriel
que por los
Cañamares llega
regando huertos
hermosos,
patatares y
choperas.
El tío Martín Muñoz y su esposa Bonifacia
junto a Jesús
Valero, por más señas,
Pedro Valero y familia,
Mariano Martínez que
albardas arregla,
Valeriano Yuste y
María su esposa,
Valeriano, el gran
poeta
comparten
vecindad con Víctor
con sus vacas y
carreta
con el tío Jesús
“Noé”
personaje con mucha inteligencia,
hombre bueno y
paciente
que piensa, investiga
e injerta
o descubre agua
profunda
con su péndulo de
tuercas
o diseña artilugios
pensados con gran
diligencia.
Hay otros vecinos
diversos
dando vida a esta
aldea
conocida
antiguamente
como Casas de la
Vega
los Valero, hijos de
Pedro
Dionisio Muñoz y
Cornelia
con Epifanio Marín
su esposo
que aunque residen
en Cuenca
pasan largas
temporadas
en el Molino, entre
choperas
desde donde su hijo
Enrique Marín
camina por rutas
diversas
como buen conocedor
de nuestros montes y
sendas.
Temporalmente, en
vacaciones
vive la vecina Petra
con sus hijos y sus
nietos,
con su yerno y con
sus nueras.
Y el amigo Víctor
que su casa arregla
recordando esos años
que en el molino
viviera
Y las hermanas
Valero
que en Valencia
vivieran
comparten ahora casa
con las gentes molineras,
con esos vecinos
suyos
del lugar donde
nacieran.
Todas estas gentes
de antes y ahora
con entusiasmo y
entrega
han conservado con
cariño
el sabor y la
esencia
de este lugar
entrañable
de amistad y convivencia
llamado Casas del
Molino
donde hasta hace
pocos años molieran
cereales cultivados
por gentes de
nuestra tierra
y donde siempre
echan una mano
cuando estamos en la
Vega.
A esas gentes
entrañables
va mi recuerdo y
entrega
gentes con las que
he convivido
muchos años y de
veras
Mariano López Marín
Utiel, 6 de Enero
de 2001
Molino de Enmedio. La Fábrica.
Fábrica
de harinas y molino harinero
situado en la margen
derecha del Cabriel a 2 Km de
Salvacañete, junto a la Vega, enfrente del paraje conocido como “
Cuadro Salinero” y al lado de un
llano “
La Ballesta”. El acceso a este molino se puede realizar
andando desde La Caseta o desde la
carretera de Salvacañete a Utiel por el
camino que discurre por la vega. Si vamos con vehículo tomaremos la pista
forestal que desde la carretera de Cuenca a Teruel sale enfrente de la carretera de Cañigral, a
mano derecha desde Cuenca o izquierda desde Teruel. Recorreremos un
kilómetro y medio pasando por la ribera del río, por la presa de este
molino y por La Ballesta hasta llegar al
molino.
Hay una vivienda enorme para los
molineros con grandes corrales y el edifico propio del molino, edificio de dos
plantas. En la parte inferior y hacia la
izquierda se encuentra la maquinaria de moler propiamente dicha y en la planta
superior “ las limpias”, aparatos que dejaban la harina limpia. En la parte
posterior una antigua era de trillar. Alrededor choperas y dos pedazos donde se
cultivaban hortalizas para autoconsumo de los molineros.
Este
molino, al igual que los demás situados junto al Cabriel, en término de
Salvacañete, se movía por energía hidráulica. Aguas arriba, aproximadamente a
unos quinientos metros se construyó una presa., un poco más abajo del Ventorro
A través de un caz el
agua llegaba al molino y movía la turbina que accionaba las
“ piedras” y los demás mecanismos de
moler.
La
historia y el origen del Molino de
Enmedio o “
La Fábrica” como es
conocido en Salvacañete está ligada a
una familia de terratenientes “ Los Gazpachos”, dueños antiguamente en
nuestro pueblo de varios rentos como La Casilla, Ciriyuelos, Masegosillo, la
Peña Las Cabras y alguno más, además de tierras en la Vega, frutales, una gran
vivienda en Salvacañete y una tienda de
comestibles en años de “cartillas de
racionamiento” en la época después de la guerra de 1936. Esta familia construyó
este molino en el siglo XIX. Perteneció a un comerciante de Salvacañete D.
Esteban Martínez Fombuena de principios del siglo XX y después a su nieta
Isabel Martínez. Cuando se instaló por
primera vez la luz eléctrica
en Salvacañete procedía
de este molino donde había un generador.
La línea subía por el paraje de “ La
revuelta del palomar”. Tenía escasa potencia y duro poco tiempo como servicio público, sirviendo únicamente para alumbrar a
los habitantes del molino. En algunos anuarios estadísticos, concretamente en
el de 1927 aparece como fábrica de
electricidad.
cuyo propietario era Esteban Martínez
Este molino vivió épocas gloriosas
cuando había muchos habitantes en Salvacañete en los años 1920 y 1950. Aquí molían
los de Salvacañete y algunas de sus
aldeas y los de Salinas del Manzano.
Mientras vivieron los dueños, los molineros trabajaban para ellos. Hubo
una familia de Vallanca trabajando como
molineros. Cuando los dueños murieron en la década de 1970 “la Fábrica
“ cambió de propiedad adquiriéndola Pedro Jiménez Vizcarra, ganadero pudiente
de Masegarejo, que se la entregó a
su hija Emiliana Jiménez y a su
yerno Félix López Marín, tío del
que escribe estas líneas.
El molino
es muy grande. Era conocido como
La
Fábrica. Era molino de dos piedras
. El edificio tiene dos
plantas. En la planta inferior están las piedras de moler con sus
correspondientes tolvas, un espacio amplísimo donde se dejaba las
“talegas” y
“costales” y un cuarto,
en la derecha junto a la escalera de subida al segundo piso, con las herramientas propias del molinero
para picar las piedras o para elevarlas
además de la báscula. Enfrente de la puerta de entrada la escalera de acceso al
segundo piso y en este más maquinaria del molino: Limpias, cernedores, etc. La
diferencia entre La Fábrica y los otros tres molinos de Salvacañete
La Herrería, el Molino de Arriba y el de
Abajo es en el tamaño del molino mucho más grande y que la casa de los
molineros está separada del resto del molino, es más grande y con más espacios. El sistema de molienda el
mismo, la energía hidráulica. El molinero abre la entrada del agua, esta mueve la turbina que
acciona el mecanismo para mover las piedras. Molían trigo, cebada, centeno .avena, maíz y guijas.
Lo más frecuente era el trigo, la cebada
y la avena.
Los tíos
Félix y Emiliana siguieron explotando el molino hasta que la población
disminuyó y la gente ya no amasaba en casa sino que compraba el pan ya
elaborado. Al final dejaron de moler. Pero ellos siguieron y siguen viviendo
allí dedicados a la agricultura y a la ganadería. En la actualidad el molino
está cerrado pero las infraestructuras de la vivienda han mejorado. Tienen agua
corriente, luz eléctrica y teléfono. Algunas de esas comodidades, agua y luz ya
se las habían proporcionado los tíos con su esfuerzo. La luz con un
generador movido por la fuerza del agua
y el agua traída de una fuente cercana. Será en la década de finales de los
años 1980 y en la de 1990 cuando agua, luz y teléfono lleguen a la Fábrica
desde las redes generales.
Ahora , en el año
2012 , mis tíos sólo viven en el molino
desde mayo a octubre cuando hace buen tiempo y hay faena en la vega , aunque el tío Félix va todos los días a
cuidar sus animales y a dar una vuelta a
su casa. Se han subido a vivir a
Salvacañete desde hace unos años. Recientemente han arreglado y pintado la
fachada principal del molino.
Recientemente estuve allí rememorando
muchos años de actividad de este singular molino aunque ahora el caz ya no
tiene agua ni el molino funciona pero
quedan los recuerdos de este lugar
cargado de añoranzas y de rincones entrañables de singular belleza.
Impresiones personales del Molino de La
Fábrica
Mis recuerdos
de este molino arrancan desde que tenía siete u ocho años cuando bajaba con mi
padre a moler. Con un par de” talegas” en la caballería, esa yegua percherona
que tuvimos muchos años, nos acercábamos al molino. Allí una vez descargadas,
los antiguos molineros, naturales de Vallanca,
las molían. Unas veces, si la faena era importante había que dejarlas y
pasar a recogerlas por la tarde o al día siguiente. Otras veces las molían al
momento. Pero siempre me queda en el recuerdo cuando el molinero echaba los
granos a la tolva, fuese trigo, avena o cebada y ponía en marcha las piedras. Un conjunto de
aromas diversos se entremezclaban en el ambiente. El de los cereales, el de la
harina recién molida o el “salvado”, los del propio lugar, aroma
de chopos y de ribera y sobre todo el ruido del agua moviendo la
turbina, los cantos de los
pájaros en las riberas próximas, el cacareo de las gallinas rojizas en el
corral de los molineros y el balido de
las ovejas en las proximidades. Junto a
la puerta del molino las caballerías atadas o algún carro que había
venido desde Salinas del Manzano, desde Salvacañete o desde Casas Nuevas. Al
final de la molienda el molinero se cobraba en especie. Lo que se llamaba la “ maquila”. Un poco de grano o harina
por cada costal o talega que molía.
Cuando la Fábrica pasó a manos de
los tíos Félix López y Emiliana Jiménez
mis recuerdos de este lugar aumentan. Han sido muchos momentos los que he
convivido allí con ellos. En matagorrinos, en días de trabajo en la vega
cercana, cuando se cogían las patatas o las manzanas o cuando se segaba o se trillaba, en simples visitas o en verano
cuando nos bañábamos debajo del puente que da acceso al lugar bajo la atenta
mirada de la tía Emiliana.
El lugar es precioso en cualquier
época del año. No obstante es en la primavera, en verano y sobre todo en otoño cuando adquiere
auténtica belleza. Las riberas adquieren tonalidades de colores diversos, los
campos de alrededor son un auténtico contraste de colores y el Cabriel siempre baja limpio y
transparente.
El río Cabriel ha dado algunos
sustos a los vecinos de La Fábrica cuando en época de deshielos en Enero o en
lluvias primaverales y otoñales ha crecido demasiado y las aguas han llegado
hasta la puerta de la vivienda en famosas riadas por todos recordadas. Todos
hablan de la de 1942, la más grande, según algunos. Yo he conocido varias y en
alguna de estas el agua rebasaba el antiguo puente de tablas que daba acceso al
molino, puente en la actualidad de cemento. Incluso en alguna de estas estaban los habitantes de
este molino algunos días sin poder salir hasta que las aguas volvían a su cauce.
Cuando el tío Félix o los anteriores
molineros quitaban el agua del caz para limpiarlo debían comunicarlo
previamente al puesto de la guardia civil para que controlaran la pesca. El tío y los demás molineros de Salvacañete, Nestor
Adalid y otros que ya han fallecido han
acumulado muchas anécdotas de esos días que se limpiaba el caz. Incluso de esos
tiempos de posguerra, década de los años
1940 , en que la molienda estaba muy controlada para evitar el estraperlo.
Al lado del Cabriel, en su margen
derecha, queda la Fábrica o Molino de En medio de Salvacañete muda, muchos
años ya parada pero con el recuerdo de
esas décadas gloriosas para esta industria cerealista muy importante para los labradors y ganaderos, no solo de
Salvacañete sino de toda su camarca. En esta Fábrica se podría instalar un Museo
de la Molinería en Salvacañete y formar parte de una ruta turística que he
llamado de los Molinos
y que se puede ver en la página web de Salvacañete salvacanete.org, dentro de la página dedicada al Molino de Abajo.
Esta ruta la elaboré y se la facilité
gentilmente a Jose Antonio Villanueva para incluirla en internet.
A orillas del
Cabriel
junto a nuestra
hermosa vega
te alzas majestuosa
vieja fábrica
harinera
entre choperas de
ensueño,
entre hermosas
riberas
bañadas por el
Cabriel
que a tu paso se
recrea,
dejando sus claras
aguas
para efectuar la
molienda
de cereales cultivados
en nuestras castellanas
tierras.
Un día una rica familia
en rentos y en tierras
decidió construirte
para dedicarte a la molienda.
levantó un gran
edificio
para que molino
fuera,
casa y corrales
para que los
molineros vivieran.
Y eligieron el lugar
entre hermosas riberas,
debajo del Ventorro
junto a nuestra hermosa Vega
a la derecha del
Cabriel
al lado de la
Ballesta,
frente al cuadro
salinero
entre nogales y
choperas.
Cuando yo era niño
recuerdo la molienda
con aquellos
molineros
que de Vallanca
eran.
El olor de cereales
las harinas recién
hechas
la maquila que
cobraban
al realizar su faena
las talegas que
llegaban
de trigo o de avena,
de cebada o de
centeno
da lo mismo lo que
fuera
las piedras lo
molturaban
con su hermosa
cadencia
producida por la
turbina
que el agua mueve
serena.
Un día cambiaste de
dueño
Pedro Jiménez por
más señas
Y cambian los
molineros
Felix y Emiliana se entrenan
moliendo cereales
que de todas partes
llegan
mientras Emilio retoza
y Mª Jesús llega
con esas ganas de
vivir
de recién
nacida e inquieta.
Entre molienda y
molienda
entre agricultura y
ovejas
van pasando los años
hasta que el molino
se cierra
ya no muele casi
nadie
las piedras ya no suenan
el agua cantarina
procedente de la
presa
ha dejado de cantar
en el caz que nos contempla
con su cauce vacío
donde antes vivieran
hermosas truchas y
cangrejos
orgullo de nuestra
tierra.
esas truchas y
cangrejos
que antaño
protegieran
y que hoy lejos del
caz
pululan por las
riberas
de este Cabriel,
hermoso río
con aguas claras y
frescas
que muchos años
movieron
turbinas para la molienda
hoy calladas y mudas
testigos de épocas
nuevas.
A ti, antiguo molino
vieja fábrica
harinera
antigua central
eléctrica
testigo de muchas
vivencias
quiero recordar en
mis versos
como homenaje y
entrega
a esos muchos años de oficio
de las gentes
molineras
gentes como Felix y
Emiliana
que muchos años
molieran
en estos muros de ensueño
de la Fábrica por
mas señas.
Aunque te hayas
quedado muda
aunque tus piedras
ya no muelan,
ahí quedan los
recuerdos
de tu historia
molinera
unida al río Cabriel
que con tus brazos
te rodea
con sus aguas
cristalinas
y con sus hermosas
riberas
de choperas
encantadas
llenas de hermosas
vivencias
de años de baños
infantiles
junto al puente que
nos contempla.
Mariano López Marín
Utiel, 24 de diciembre de 2000.
EL MOLINO
DE ABAJO
UNA
CASA DE TURISMO RURAL DONDE TODAVÍA
PUEDE DISFRUTAR COMPROBANDO EL FUNCIONAMIENTO DE UN VIEJO MOLINO TESTIGO
DEL PASO DEL TIEMPO Y DE LA HISTORIA.
En la margen derecha
del río Cabriel, iniciando nuestro recorrido por la carretera comarcal que une
Salvacañete con Landete y Utiel, partiendo desde la
gasolinera de Salvacañete, aproximadamente
a unos 3 km. y en un rincón extraordinario se encuentra el Molino de Abajo.
Junto a la carretera, a la derecha, está
el indicador” Casa de turismo Rural
Molino de Abajo”. Es un antiguo molino, todavía en funcionamiento, propiedad de
Daniel Villanueva que lo adquirió en
1994, y que ha sido transformado en casa
de turismo rural.
El lugar donde está enclavado es de una enorme belleza,
entre montañas con enormes contrastes de verdes y amarillos en primavera,
verano y otoño. Rodeado de chopos y
de un bosque de ribera impresionante,
con todo tipo de árboles y arbustos,
junto al río Cabriel que discurre a
escasos metros de la puerta del molino.
Su origen:
La construcción y el
origen de este molino, según los datos que he podido obtener, datan del siglo
XIX. En los catastros del Marqués de Ensenada, año 1752 y en
el de Tomás López Vargas Machuca
se menciona la existencia de un molino en Salvacañete, que según el mapa de esta última obra se
localizaba en la margen izquierda del
Cabriel aguas arriba y muy próximo a la
localidad. Este molino citado corresponde
al que conocemos como el de Arriba, y que perteneció
a la iglesia
hasta que con la desamortización de Mendizábal
fue adquirido por tres vecinos del
pueblo. Será por tanto en el siglo XIX cuando se construya el Molino de Abajo.
Allí vivió Mercenaria y Mariano Adalid que tuvieron diecisiete hijos. Uno de ellos, Mariano Adalid,
fue el que continúo de molinero como su
padre. Posteriormente serían sus hijos, Néstor y Agapito Adalid los que
continuarían su labor. Agapito murió hace unos años y continuo Néstor hasta que
en 1994 se lo vendió
al actual propietario, Daniel Villanueva,
que lo ha transformado en una casa de turismo rural, aunque el molino
sigue funcionado.
La época de mayor
esplendor de este molino fueron los años comprendidos entre 1930 y 1970, aunque en
la época del estraperlo, los años
posteriores a la guerra civil de 1936, estaba muy controlada la molienda para que no se hiciese negocio con el trigo
en lugares donde no había. Hasta este lugar llegaban con carros y con caballerías los habitantes de Salvacañete
y sus aldeas y los del Cubillo, Alcalá
de l a Vega, Algarra y Salinas del Manzano para obtener harina para hacer pan y
harinas para alimentar los cerdos, productos que se obtenían de la
molienda del trigo y de otros cereales
como la avena, la cebada o el centeno en épocas de penurias.
El edificio
La
estructura antigua del edificio del Molino de abajo era la
siguiente:
Planta baja: Toda la
maquinaria de funcionamiento del molino. A la izquierda, entrando por la puerta
de acceso una escalera que conduce a
la primera planta.
Primera planta: Vivienda de los molineros formada por
una gran cocina y varias habitaciones y otras dependencias.
Edificios anexos:
corrales para el ganado y para la economía de subsistencia, gallinas y
cerdos. En la década de los setenta se añadió unas dependencias usadas como
garaje.
Junto a la carretera y en la zona de entrada una antigua era.
Actualmente se ha
ampliado para construir la casa de turismo rural añadiéndole más comodidades.
Se ha ampliado la profundidad del pozo
de la turbina para poder producir electricidad con una más fuerza
LUGAR DE INTERÉS HISTÓRICO
El lugar donde está enclavado El Molino de Abajo tiene mucha
importancia histórica para Salvacañete. Por allí, según algunos historiadores
,
pasaba un ramal de la vía 31 romana, el
que unía Iniesta, la Egelasta romana ,con
Molina de Aragón. Al lado del molino, en la parte posterior se pueden observar
restos de esa calzada con marcas de las
ruedas en la roca producidas por el paso
de carros durante cientos de años. Esta vía se dirigía por aquí, procedente de
Alcalá de La Vega, de la zona de las rocas del Calicanto y la Presa de Alcalá para dirigirse por la
actual carretera de Albarracín, pasando por la ermita de la Virgen de Valdeoña,
patrona de Salvacañete y donde hay restos de un mosaico y una villa romana
,
posiblemente la Mansión Albónica, hasta
Molina de Aragón, cruzando por los Cortijos y Torrefuerte. Aquí también hay
estudiado un poblamiento prerromano
en el Cerro del Molino de Abajo, justo al lado de la presa de este molino, en
la parte superior, y dentro de la zona de repoblación forestal de la Sargaleja.
Es muy difícil de localizar porque hay mucha maleza. No obstante se pueden
encontrar restos de cerámica
sobre todo. Ha sido estudiado por la
arqueóloga MARGARITA DÍAZ-ANDREU GARCIA y publicadas sus investigaciones en la
obra que menciono en bibliografía
.
Además podemos considerar histórico también el lugar por su situación
estratégica en una curva del Cabriel y
en un valle y paso obligado de los gancheros cuando antiguamente conducían las
maderadas
por
el río hacia Valencia, de los carreteros
que transportaban maderas hasta Landete y Utiel
y de todos los que procedentes de
Valencia se dirigen hacia nuestro pueblo o zonas limítrofes. La carretera pasa
al lado del molino.
El Molino de Abajo y sus
alrededores
Homenaje poético al Molino de Abajo
Junto
al Cabriel, entre montañas
entre
chopos y frondosas riberas
se
encuentra el viejo molino
de
Abajo por más señas,
molino
hoy convertido
en
Casa rural puntera
donde
todavía podemos ver
como
se hacía la molienda
mientras
escuchamos entusiasmados
los
murmullos del agua en la piedra
el
canto de pájaros diversos
que
pululan por las riberas
en
este lugar entrañable
con
historia entre sus piedras.
Aquí
vivieron Mariano y Mercenaria
que
17 hijos tuvieran
uno
de ellos, Mariano Adalid
continuó
en la molienda
en
este lugar hermoso
junto
al Cabriel que pasa cerca.
A
Mariano le siguieron
sus
dos hijos con solera
Nestor
y Agapito
que
molineros fueran
hasta
no hace muchos años
conviviendo
con gentes diversas
de
Alcalá de la Vega o del Cubillo,
de
Salvacañete y sus aldeas.
Hace
unos años cambiaste de dueños
los
famosos Villanuevas
que
convirtieron el lugar
en
casa rural hermosa y bella
donde
reciben a gentes
que
quieren descanso de veras
junto
al Cabriel entre chopos,
lugar
de hermosas vivencias
con
olor a cereal recién molido
y
edificio que nos recuerda
esos
años de gran trajín
cuando
aquí llegaban talegas
llenas
de buenos cereales
recogidos
en estas tierras
con
mucho sudor y esfuerzo,
con
mucho amor y mucha entrega..
Viejo
Molino de Abajo
lugar
entrañable de nuestra tierra
aun
podemos contemplar
como
se mueven tus piedras
con
el impulso del agua
que
del Cabriel, con ímpetu llega
tomada unos cuantos metros arriba
en su margen derecha
en
un lugar importante
donde
construyeron la presa.
Quiero
recordar hoy
momentos
de tu existencia
como
homenaje sincero
a
las gentes molineras
que
trabajaron de forma incansable
para
obtener de tus piedras
esa
harina importante
en
economía de subsistencia
para
hacer ese pan necesario
y
los dulces de nuestras fiestas,
las
almortas y las gachas
alimentos que antes fueran
manjares
muy exquisitos
para nuestros abuelos y abuelas.
En
este recorrido por el viejo molino
¡Cuantos
recuerdos me llenan!
conversaciones
con Néstor y Agapito,
machos
y gentes que esperan
mientras
las piedras muelen
cebada,
trigo y avena
y
el Cabriel contemplando
con
sus aguas las faenas
llenando
de música suave
este
rincón con solera
entre
árboles diversos
y
hermosas choperas,
con
un ir y venir de gentes
que
de otros pueblos llegan
con
sus carros o sus caballerías
cargados
de molienda.
Todavía
hoy, con gozo
podemos
disfrutar de veras
en
tu entorno envidiable
con
el ruido de tus piedras
que de vez en cuando ponen en marcha
la
familia Villanueva
Daniel,
esposa e hijos
que
este rincón conservan
con
casa rural hermosa
lugar
de historia señera
paso
de antigua vía romana
que
hacia Torrefuerte se dirigiera.
A
ti viejo Molino de abajo
quiero
homenajear de veras
y
a las gentes que en ti vivieron
esas
gentes molineras
trabajadores
infatigables
al
servicio de nuestra tierra
compartiendo
amistad y trabajo
con
gentes diversas
de
los pueblos de la comarca,
de
Salvacañete y sus aldeas
entre
el murmullo del agua
y
el ruido de las piedras.
Mariano
López Marín
Utiel,
25 de mayo 2003.
HOMENAJE
A LOS MOLINEROS DEL CABRIEL
MOLINEROS
DEL CABRIEL
En homenaje a las personas que han
sido molineros en Salvacañete y sobre
todo a los últimos molineros que han
ejercido esta hermosa profesión en nuestro pueblo tan ligada a la agricultura
cerealista y al río Cabriel que con sus aguas ha movido los molinos durante
siglos.
Por
paisajes extraordinarios
o
entre valles y hoces de ensueño discurres Cabriel., río amigo
con
molinos diversos
que
han molido durante años
los
cereales de nuestro pueblo
atendidos
por personas entrañables
los
mejores molineros.
Antes
de entrar en Salvacañete
el
Molino de San Pedro
paisaje
extraordinario
donde
el río es despeñadero,
cascada inmensa de aguas cristalinas
que descienden bravas por el desfiladero
para
remansarse un poco
entre
hoces de ensueño
desde
la Hondonada de los Barreras
hasta
la Peraleja ese famoso rento
con
pinares encantados
y
bujedales inmensos
a
orillas del Cabriel
en
laderas y vericuetos
Allá
en la Herrería
el
tío Luis, con gran acierto
abre
compuerta y limpia caz
para
moler lo de los rentos
que
bajan por el camino
desde
La Nogueruela, con gran sosiego
con
sus machos cargados
con
talegas y sacos llenos .
Llegan
desde Torrefuerte,
desde
Los Cortijos y Prado Madera contentos
desde
el Cerrito o La Casa Nueva
desde
La Casa del Río con paso lento,
desde
El
Portillo o El Masegar
desde la Fuente la
Sabina o
Masegarejo
todos
traen el mejor cereal
para
pan o para pienso
que
el tío Luis muele
con
gran esmero y salero
mientras
el agua cristalina
mueve
turbina con tiento
en
este lugar entrañable
lugar
hermoso y bello
antigua
herrería del siglo XVIII
Batán
y molino harinero
atendido
antes
por
otros eficaces molineros
que
molieron durante años
lo
que llegaba de todos los Rentos
por
caminos de herradura
entre
bujes, sabinas y enebros
junto
al Cabriel, en su curso alto
viejo molino hoy quieto
testigo
mudo del paso
de
gentes en otros tiempos.
Mas
abajo, junto a los Cañamares
el agua del Cabriel se remansa de
nuevo
la
presa del Molino de Arriba
conduce
el agua hacia adentro
por
el caz que entre choperas
llega
hasta un molino puntero
regentado
por la familia Garrido
Luis
su último molinero.
En
la puerta gentes diversas
desde
Salinas del Manzano a Arroyo Cerezo
de
Hoya del Peral o Casas Nuevas
o
del propio pueblo
esperando a que
salgan
los
sacos repletos
de
esa blanca harina
que
ha preparado el molinero
entre
piedras y tolvas
cabrias
y muchos recuerdos
de
este antiguo molino
llamado
antes del Concejo.
Es
un ir y venir
de
carros y machos llenos
de
talegas y sacos
de
lugares muy diversos
trigo,
cebada, avena
maíz,
guijas y centeno
todos
ellos importantes
en
la dieta de otros tiempos
pan
blanco de trigo
salvado
para los cerdos
pan
de centeno otras veces
cuando
el trigo viene a menos
harina
de maíz
para
gachas para el matacerdo
guijas
de nuestros campos
almortas
para el almuerzo
y
entre sacos y talegas
y
cereales diversos
la
figura entrañable
de
Luis el molinero
profesión
aprendida
de
sus padres y abuelos
entre
harinas y tolvas
maquilas
y mucho esfuerzo
vida
de entrega constante
a su molino querido y bueno
con
el olor de la harina
cuando
sale por el agujero
entre
las piedras del molino
calientes
por el esfuerzo.
Más
abajo, a la derecha
La
Fábrica,
molino nuevo
con
molineros de Vallanca
hace
años que se fueron
sustituidos
después
por
el tío Pedro el de Masegarejo
después
de compra importante
a
una familia de salvacañeteros
Isabel
Martínez y su esposo
terratenientes
de este pueblo.
Emiliana
Jiménez y Felix López
hija
del tío Pedro y su yerno
se
quedan en el molino
como
herederos y molineros
época
aquella en la que había
molienda
en cualquier tiempo
bullir
de caballerías
y
de carros todos con pleno
rebosantes
de cereal
cultivado
en estos terrenos
para
hacer harina panificable
o
para animales diversos.
Se
abre la compuerta
La
turbina se pone en movimiento
la
estancia de La Fábrica
ese
molino nuevo
es
trajín y trabajo
para
el eficaz molinero
el
tío Félix que atiende
a
un público diverso
que
desde Salinas del Manzano
desde
alguna aldea o rento,
desde
un rincón de Salvacañete
o
desde otro pueblo
llega
hasta el lugar
para
moler grano muy seco.
El
olor a harina recién molida
las
piedras en continuo movimiento
el
ruido del agua
que
entra rauda al aposento,
las
tolvas que van tragando
los
granos con denuedo,
los
cernedores que no paran,
la
limpia que no tiene asueto
dan
faena sin parar
al
eficiente molinero
y
son signos palpables
de
vida en este molino nuevo.
El
cereal ya está molido
la
maquila ya está en su puesto
llenarán
sacos y talegas
cargados
después con esmero
en
algún carro serrano
o
en los machos en los tercios
y
el molinero continuará
con
otro cliente nuevo
ven
mañana le dirá
que
hoy moler no puedo
debo
limpiar el caz
de
materiales diversos
para
que el agua entre rápida
y mueva la turbina con tiento.
Continuando
el viaje
por
molinos maquileros
que
molían intensamente
en
este Salvacañete nuestro
llegamos
aguas abajo
al
molino más sureño
que
llaman Molino de Abajo
situado
en un estrecho
junto
al Cabriel río hermoso
lugar
de paso viajero
de
antigua vía romana
que
pasaba por nuestro pueblo.
Allí
entre tolvas y harina
Agapito
y Néstor molineros
que
atienden a gentes diversas
de
Salvacañete y otros pueblos,
de
Alcalá de la Vega y el Cubillo
que
hasta aquí s e acercan prestos
a
moler sus granos
vieja
estampa de otros tiempos.
¡Cuantas
conversaciones
en
este lugar señero!
entre
Néstor y Ascensión
la
madre y Agapito tras ellos
vinculados
al molino
entregados
con esmero
a
este viejo molino
que
aun muele en algunos momentos
con
otras gentes en el lugar
es
Casa Rural de veraneo
o
de estancias tranquilas
en
crudos días de invierno
entre
el canto de los pájaros
que
en las riberas contentos
escuchan
el murmullo del agua
del
Cabriel con gran estruendo.
Daniel
Villanueva y Antonia
adquirieron
este molino señero
su
hijo José Antonio
transformó
este lugar puntero
para
mostrar el molino
en
una Casa Rural de ensueño
con
entorno envidiable
junto
al Cabriel que presto
acompaña
con su melodía de agua
al curioso viajero
que
ha elegido el lugar
para
descansar un tiempo
contemplando
el viejo molino
que
se pone en funcionamiento.
Va
transcurriendo el día
los
machos llegan repletos
con
los cereales trillados
no
hace mucho tiempo
las
talegas en las tolvas
Agapito
y Néstor raudos y prestos
van
echando el cereal
para
que se vaya moliendo
blanca
harina nos dará
y
salvado para los cerdos
todo
hay que aprovecharlo
el
molino requiere esfuerzo
picar
las piedras con gracia,
ser
buenos canteros,
levantarlas
con la cabria,
colocarlas
con esmero,
limpiar
el caz con frecuencia
para
que el agua entre de nuevo
y
mueva bien la turbina
con
gracia y con salero.
Hay
que cargar las talegas
en
el carro o en los tercios
los
molineros son fuertes
dedican
todo su empeño
a
su trabajo diario
a
favor de nuestro pueblo
a
cambio de la maquila
que
es su mejor impuesto
a
cambio de su trabajo
en
el molino harinero
ese
molino que vivió
esos
difíciles tiempos
de
los años 1940
años
del estraperlo
con
el trigo controlado
para
evitar trapicheos.
A
vosotros grandes amigos
los
esforzados molineros
de
los molinos del Cabriel
de
este Salvacañete nuestro
quiero
rendir homenaje
por
vuestra entrega y denuedo
a
esta profesión hermosa
hoy
olvidada casi por completo
molineros
del Cabriel
esforzados
molineros
entre
el murmullo del agua
y
los caces señeros
junto
a hermosas riberas
trabajadores
de otros tiempos
con
los que he compartido
vivencias
y recuerdos
de
sus viejos molinos
esos
molinos señeros
a
los que os dedicasteis
con
entrega y con esfuerzo.
Mariano
López Marín
Landete,
24 de agosto de 2001.
Utiel,
4 y 5 de abril de 2002.
Dato
aportado por personas mayores de Salvacañete que lo habían oído a sus abuelos.
Además Luis Domingo, el Tío Luis de la Herrería me lo comentó más de una vez
que el mineral con el que fabricaban
allí el hierro procedía de Tormón según se lo había oído a su abuelo. El propio
Catastro del Marqués de Ensenada. Respuestas Generales de Salvacañete. A.H.P.
Cuenca Fols 31 y ss. .dice que” .. la mena procedía de Albarracín y que los
administradores eran de Torres de
Albarracín..”
REPORTAJE
FOTOGRÁFICO DE SALVACAÑETE Y SUS ALDEAS, RENTOS Y CASERIOS realizado por CASTOR
BARRERA MARÍN y que hemos contemplado muchas veces en las Semanas
Culturales de la 3ª Edad. En el año 1998 la Comisión de Fiestas de Salvacañete
le rendimos un homenaje publicando en portada fotos suyas, un poema homenaje compuesto por Mariano López
Marín y una placa que se le entregó a su viuda María
Muñoz.
[23]
González Marzo, FELIX. “La desamortización de
la tierra eclesiástica en la
provincia de Cuenca”. Excma Dip. Provincial de Cuenca. Serie Historia 1. Cuenca
1986
.
Op.
cit DICCIONARIO DE TOMÁS LÓPEZ VARGAS MACHUCA. B.N.. Manuscrito 7298.
PALOMERO PLAZA, Santiago. ” Las vías romanas en la provincia
de Cuenca” Excma Diputación Provincial. Serie Arqueología
Conquense VIII. 258 págs. Cuenca 1987. Otros autores como Santa María también sitúan
el paso de un ramal de la vía 31 romana por las proximidades del Molino de
Debajo de Salvacañete. Néstor Adalid me indicó donde se encontraba ese paso.
DÍAZ-ANDREU GARCÍA, Margarita. ”La
Edad del Bronce en la Provincia de Cuenca”.
Excma Diputación Provincial de Cuenca. 1994. Serie Arqueología Conquense.
13. 312 págs. Numerosas ilustraciones y
láminas. Cuenca. Dentro de ellla hay un estudio del poblamiento prerromano en
la cuenca alta del Cabriel. Tesis doctoral de dicha autora presentada por la misma
ante la Universidad Complutense de Madrid. Dirigió la tesis y
presenta el libro el profesor Manuel Fernández Miranda.