Páginas

martes, 19 de marzo de 2013

EN HOMENAJE A MI PADRE

Hoy 19 de marzo  , DÍA DEL PADRE, quiero dedicar  este artículo a mi padre Mariano López Marín , fallecido el 27-10-2009.Este año hubiese cumplido  90 años.Hombre trabajador infatigable y ante todo un excelente padre  que junto a mi madre Bienvenida Marín Marín  formaron un matrimonio muy unido durante sesenta años. Ambos han sido ejemplos de padres, de esfuerzo y de entrega  hacia  sus hijos , sus familias , sus nietos, sus hermanos y demás familiares y hacia  las gentes de nuestro pueblo Salvacañete  a las  que continuamente han ayudado en múltiples facetas. Siempre  han estado dispuestos a echar una  mano donde hiciese falta.


               De izquierda a derecha de la fotografía: Daniel  Martínez López, mis padres Mariano López Marín y Bienvenida Marín Marín, Mariano García, Benito Marín y Crescencio Sánchez .Año 1999.Foto del autor.

                                 De izquierda a derecha Mariano   García, Benito Marín, Daniel Martínez, mi padre Mariano López Marín y Crescencio Sánchez en el hogar del jubilado año 1999 Solo queda entre nosotros en octubre de 2014 Daniel Martínez López íntimo amigo de mi  padre.. Foto del autor.

Y lo quiero recordar  por su faceta de agricultor y ganadero, de trufero, de esquilador de ovejas , de hombre de variados oficios  unidos a nuestra tierra  que le permitieron sacar provecho de ella  en  aquello que permitía. Y    a mi hermana y a mi una vida mejor gracias al  esfuerzo de nuestros padres y nuestro  cuando nos fuimos a estudiar a Cuenca  y pudimos sacar nuestras carreras de maestros. Mis padres siempre han estado orgullosos de ello.

Gracias padre por tanto esfuerzo  y allí donde estés disfrutatás  con lo conseguido. Trabajaste mucho, disfrutaste de tu jubilación  junto  a la madre, viajaste, conviviste con gentes diversas, dejaste una gran huella de dedicación y entrega  y sobre todo fuiste un excelente padre y esposo.Todos te recordamos  por  esa virtudes  que adornaron tu persona  y hoy en este DÍA DEL PADRE quiero destacarlas.

Este  texto que hay a continuación  forma parte de mi último libro publicado TIEMPO DE TRASHUMANCIA ( Ediciones Rodeno, Cullera 2012)  .libro dedicado  también a mi padre.

                            Corral del  estrecho de la Tejería ( SALVACAÑETE)  Mi padre me acompañó a realizar esta fotografía  y otras en la primavera del año 2009.

Cuando mi padre fue  pastor y ganadero

En mi casa siempre ha habido  ganadería ovina,  y algo de cabrío,  hasta  que mi padre se jubiló en 1978, aunque  conservó algunos  animales. Incluso algún año tuvimos algún novillo de engorde.

album054
            Mi padre llevó el ganado con sus hermanos Catalino Miguel y Felix durante los primeros años porque el rebaño  era de mi abuelo Francisco López Perea, de la aldea de  Hoya del Peral. Eran años de “Bajar y subir del reino”, de contratar  pastores, dé ir a esperarlos en la subida   a los Corrales de la Tejería, cerca de Casa Nuevas, lugar de paso de la Vereda trashumante procedente de las comarcas Valencianas  de la Hoya de Buñol, del Campo del Turia, de los Serranos o incluso de la Ribera. En esta última comarca  bajaban  a los pastos que quedaban cuando segaban el arroz. Lo llamaban ““bajar al arnachal”, entendiéndose por arnachal la zona  que inundaban para sembrar el  arroz  en tierras de Sueca y otras localidades. Hubo pastores  que  arrendaban sus ovejas “ a medias” con  ganaderos de la zona de la ribera. De las crías que hacían durante el invierno ,cuando regresaban en primavera recibían la mitad. De este contacto  de los pastores de nuestra zona con los habitantes de las comarcas valencianas donde hibernaban han llegado a Salvacañete y su comarca palabras nuevas procedentes del valenciano,  costumbres como la  de hacer las morcillas aquí  con una mezcla de arroz y cebolla, utilización de la pólvora en fiestas, etc .Y a la inversa los pueblos a donde llegaban los pastores trashumantes de Salvacañete y de otros lugares se  empapaban de nuestra cultura, de nuestra lengua y también  de ese contacto surgieron matrimonios  entre  pastores de Salvacañete y chicas de Domeño, Casinos, Sueca, Turís, Alborache, Marines,   y  otros lugares. Incluso hicieron  y mantienen grandes amigos en la zona. No hace muchos años, mi padre  se encontró en Chulilla, cuando fue al balneario, con un gran amigo suyo de la época de la trashumancia .Llevaban sin verse  más de cuarenta años.

Cuando yo tenía  siete  u ocho años mis tíos y mi padre   separaron el ganado del abuelo y cada uno tenía las suyas, aproximadamente ciento cincuenta animales. Para la guarda se juntaban con otros ganaderos  y  reunían un rebaño mas grande. Así solamente debían ir de pastores un  par de días  a la semana. Al verano mi padre las daba “a guarda” a algún  pastor para que se las cuidase hasta San Miguel. Era la época de la siega de los forrajes, berzas, avena en rama que segaba verde para  que los animales la consumiesen seca como forraje, pipirigallo que se cultivaba en secano y era un excelente alimento para el invierno y alfalfe o alfalfa, cultivado en  la vega  , en regadío. A este último se le daban hasta  cuatro cortes, se secaba y se guardaba como  alimento para el ganado para el invierno. Se consumía   troceado para las ovejas, vacas y cabras  y molido  para los cerdos, mezclado con agua y harina. En verano  a mi padre  y  a toda la familia se se nos  amontonaban las  faenas. Era también esquilador ,iniciando  su andadura en esta profesión   esquilando con tijera para pasar con el transcurso de los años a manojas movidas por la fuerza motriz de  una máquina  accionada por una manivela, que durante todo el día del esquilo movía un manillero, contratado por el esquilador. Terminó sus días de esquilador utilizando una maquina eléctrica. Iba en cuadrilla con mis tíos Miguel, Felix, Amador, con su primo Pantaleón Moreno  y durante mucho tiempo con el tio Telesforo Yuste, famoso esquilador también de caballerías. Se desplazaban por  Salvacañete y sus aldeas  y  durante muchos años por las zonas limítrofes de Cuenca y de Teruel. Era necesario ganar un dinero  en épocas  que no era fácil ganarlo. Estaban un mes  largo esquilando. Durante la época del esquilo mi madre , mi hermana y yo nos hacíamos cargo de cuidar  corderos de engorde  en el corral, recoger todos los forrajes para el invierno y guardarlos en el pajar , atender la vega donde había que excavar patatas o remolachas  y recalzarlas ,regar , atender el huerto familiar  y un largo etcétera.  Todo ese trabajo lo hacíamos cuando mi hermana y yo volvíamos de vacaciones  de nuestros estudios en Cuenca. Todos los brazos eran pocos para  tanto  trabajo en ese momento.
En julio la siega, sin olvidar atender el cuidado de los pedazos de la vega y los animales que había en el corral y en la  gorrinera. Un mes largo de siega , acarreo de mieses y de   mucho trabajo que culminaba cuando se hacia la trilla en agosto, hasta el día de la Virgen  aproximadamente sobre el día quince. Muchos días cuando volvíamos de la siega había que recoger hojas de remolacha  o alfalfe verde para los cerdos, o un buen haz de cenizos para alguna oveja que hubiese parida en el corral. Se aprovechaba todo. Muchos veranos mi padre  tenía corderos de engorde que compraba pequeños por un tanto y, una vez engordados, los vendía. En nuestro corral continuamente había  ovejas  para criar o corderos para  engordar. Siempre fue muy trabajador y luchador.
En el mes de agosto  los rastrojos  de los pedazos que habían estado sembrados de cereales en la vega , mi padre los labraba    y  sembrábamos  coles forrajeras o   nabos para utilizarlos ambos como  alimento para el ganado en invierno. Las coles se trasplantaban de las  que  obteníamos de un semillero previamente sembrado en primavera  lo que se conocía  como “hacer un plantel” o las  comprábamos a quienes vendían plantel. Una vez trasplantadas se regaban y prendían enseguida. Siempre  se ponían bastantes  que tuviesen “ grumo” para tener verdura para el invierno , tanto en ensalada  como cocido Los nabos se sembraban  con semillas “echadas  a boleo” sobre la tierra labrada. Después se envolvían las semillas con el arado.
Cuando acabamos la  trilla mis padres y yo nos íbamos a segar espliego, cuando este se segaba .Había que madrugar mucho para encontrar buen tajo y que otros vecinos no te lo quitaran. Estábamos hasta que hacíamos dos cargas, desde las cuatro  a las cinco de la mañana  hasta las  tres o a las cuatro de la tarde que regresábamos con varias arrobas de planta en cada  caballería. En el camino de ida y vuelta se iban a veces tres horas  andando. Fui con  mi padre muchos años a esta actividad, y salvo algunos años que éramos mi hermana y yo  mas  pequeños , el resto del tiempo ya no venía mi madre. Era una forma de ganar un dinero que venía muy bien  para  los gastos de la casa, para comprar “los majos” de las fiestas de septiembre de Salvacañete y para infinidad de cosas. Entonces en Salvacañete había mucho espliego y se  recogían entre el pueblo y su aldeas mas de 20.000 arrobas  que se destilaban en el paraje del Desmonte  donde se instalaban 4 calderas con sinfines de destilación, aprovechando el agua del riachuelo próximo. En otros lugares como las aldeas de Casas Nuevas, el Valle Carmona y el Rento de  Masegarejo también se instalaron alguna vez cuando la cosecha era muy abundante.
Para San Miguel recogida de las patatas .Antes se permitía que los pequeños rebaños familiares pasasen a la vega a” comerse las patatas “ aprovechando la hierba que tenían  o a “ comerse un rizal”, forraje que había salido en pedazos  que habían  estado sembrados de cereal  Una vez segados, por la lluvia  o el agua de riego.  las semillas que habían quedado   germinaban y crecían con las buenas temperaturas otoñales. Era un pasto muy estimado que también se daba en secano en los lugares donde había estado el cereal, conocidos como” la añá” si ese verano había llovido. En San Miguel se contrataban los pastores o se seguía con el mismo. Era época también de recogida de “ gallubas” ,bayas de enebro  utilizadas para hacer ginebra. Fui con  mi padre y con mi tío Miguel varios años en otoño a recoger este producto muy abundante algunos años y que  nos lo  pagaban a buen precio. San Miguel era también época de paridera de ovejas y si la San Miguelá era buena porque había  llovido al verano  bastante, se llevaban estas ovejas a comerse los pipirigallos” que habían rebrotado tras  su siega en junio. Era una forma de complementar el alimento de estos animales con pasto fresco.
En invierno mi padre tenía casi siempre sus ovejas en el corral. Se  dedicó durante mas de cuarenta años a buscar  trufas, ese preciado hongo en otro tiempo muy abundante en nuestros carrascales y en la actualidad en regresión casi total. Muchos factores han influido en ello; la sequía, el jabalí que destruye los truferos  porque las busca para comérselas y la  sobreexplotación de los truferos. Ya hace años me lo comentaba mi padre que iban a menos. En la  actualidad hay ya muchas plantaciones de  carrascas con trufas pero   es necesario hacer mucha inversión y  conseguir el fruto  tras más de diez años. En esta estación alimentábamos al ganado con  forrajes: pipirigallo, alfalfa seca, berza, avena  en rama, paja de berza o de yeros, esta última se compraba en la Mancha. También formaban parte de la alimentación del ganado los  nabos, las remolachas forrajeras  y las  hojas de las mismas, algunos cereales como la cebada y la avena, las manzanas que se caían al suelo y las patacas, tubérculo muy abundante en otros tiempo en nuestro pueblo y comarca. Estás patacas había que  lavarlas  en invierno porque tenían mucha tierra y después molerlas. En la actualidad ,año 2012,hay un proyecto de una empresa de Cuenca para utilizarla la pataca para producir biogás. La planta de transformación se situaría en Villar del Humo y  recogería toda la producción de la Serranía Baja de Cuenca. Los nabos se  troceaban en cuadritos pequeños, en las noches  cuando se trasnochaba, para echárselos a los animales. Recuerdo ver a mi padre hacer esta actividad. Con la llegada de la máquina de moler remolacha se facilitó la labor para preparar nabos y remolachas para el ganado. El forraje se lo echábamos directamente en las canales o comederos o los troceábamos con el  “ resegador”, máquina formada por una  cuchilla curva  unida a un mango y colocada sobre un banco. Troceados lo aprovechaban mejor. Las coles  también “se  resegaban” , se troceban con el resegador. Había que cogerlas en los duros días de invierno. Recuerdo ir en vacaciones de navidad, cuando era estudiante, a por coles a la vega , muchas veces con nieve. Las atábamos en haces y las cargábamos en una caballería,, en las “amugues”, palos con sogas que se colocaban en la “albarda” del animal.. Se combinaba la dieta blanda de  remolachas, nabos y  coles con la de forrajes, paja y granos de cereales. En los años de la posguerra y hasta bien entrados los años 1950 se completaba la alimentación del ganado .que no había ido al reino  en invierno. con ramas de sabina  y el gobierno permitió el ramoneo, en la actualidad  prohibido. Los corderos, hasta que  vino el pienso compuesto, se engordaban con cereales. Ya, al inicio de los años 1960 llegó  el pienso compuesto   para corderos, cerdos y  novillos. Lo distribuía en Salvacañete y su comarca Piensos sol de Teruel. Aquí había un almacén  de dichos  piensos en la Hermandad de labradores y ganaderos que atendía su secretario, después alcalde de Salvacañete, Ángel Marín Valero, primo de mis padres. A  muchos ganaderos, entre ellos a mi padre se los traían directamente de fábrica.
En invierno también era época de sacar los corrales.. Mi padre lo sacaba  y por medio de caballerías y del remolque del tractor después lo llevaba a un estercolero , situado fuera del pueblo para que se terminase de pudrir.  Con ese estiércol se estercolaban y se estercolan  los pedazos donde se siembra . Es muy buen abono natural para pedazos de huerta aunque  hace que nazca mucha hierba. El trabajo de sacar los corrales era duro y yo le ayudé muchas veces a m padre .Debíamos utilizar unos ganchos para  poder removerlo, la horca estercolera y la canasta del estiércol Para cargarlo en el tractor una carretilla. En la actualidad las modernas naves para el ganado permiten meter maquinas dentro de ellas y es más fácil sacarlo..
Mi padre dedicaba también un tiempo a  construir canales para el ganado. En la serrería del tio David Garrido   preparaba las maderas de algún pino o chopo que había cortado. En algunos ratos que estaba en casa las hacía, lo mismo que construía cajones de madera para las manzanas. Otra actividad que  hizo mi padre a lo largo de su vida, igual que otros pastores y ganaderos  era reparar los corrales de ganado familiares que había en el campo propiedad  del abuelo y de la familia. Había que retejarlos, arreglar alguna puerta, algún trozo de pared que se hubiese caído, para tenerlos siempre en buen estado. Eran necesarios para encerrar el  ganado en caso de tormentas, en la paridera para tener las ovejas de cría y para tener abono natural para los pedazos próximos. Eran  edificios unidos a la actividad ganadera y agrícola muy estimados.
También colaboró mi padre muchos años en  la actividad de arreglar los tornajos de los abrevaderos de ganado tan importantes para que los animales pudiesen beber  donde había fuentes. Eso era una labor de los pastores y que la Hermandad de Labradores y ganaderos potenció. En los años 1980 se pusieron los últimos tornajos de  madera en Salvacañete en algunos abrevaderos, labor en la que colaboró mi  padre  junto a otros ganaderos. Recuerdo ver vaciar los troncos de pino cerca de nuestra casa utilizando hacha y motosierro.
 Mi padre , junto a Daniel Martínez López ,descuartizando un  cerdo   en nuestra casa.

Rebaño de los hermananos Abilio y Fermín Muñoz de Casas Nuevas ( Salvacañete ) junto al embalse de Buseo en el año 2001.Foto antonio García Lacruz.Gracias.
La Hoya del  Peral, aldea de donde procedían mi padre y mis abuelos.

(C) MARIANO LÓPEZ MARÍN

2 comentarios:

  1. Excelente homenaje a tu padre y a todos los padres de antaño que tuvieron una vida más dura de la que tenemos nosotros ahora.
    Muy entrañables las historias del campo que sacas del recuerdo para recordar unos tiempos que ya se fueron y no volverán.
    Gran entrada.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Hola Mariano. Cuanto tiempo sin verte¡ Soy Enrique DOMINGO MARIN, nieto de Catalino Domingo y Maria, que con mi hermano Alberto pasabamos largas temporadas en Salvacañete.

    Sigo yendo a Salvacañete con asiduidad,si bien no me prodigo por los centros de reunion : bares,etc.

    Me gusta conocer la historia de Salvacañete. Me gusta tu trabajo.Leo tu blog y no sabia como conectar contigo.
    Un abrazo.
    Enrique (supongo que me has reconcocido, no consigo subir una foto)

    ResponderEliminar