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HOMENAJE A MI MADRE

Hoy quiero dedicar esta entrada a  mi madre ,Bienvenida Marín Marín, l a tía Bienvenida como la llamaban cariñosamente  en nuestro pueblo ...

miércoles, 31 de octubre de 2012

ÉPOCA DE SIEGA Y TRILLA

De mi libro inédito HOMENAJES   os hago llegar estos poemas dedicados a la siega y a la trilla en tiempos duros de mucho esfuerzo durante más de un mes largo.Es mi homenaje personal a las gentes de Salvacañete , de las antiguas Tierras de Moya y  tierras limítrofes del Rincón de Ademuz y Serranía de Albarracín que compartieron esta actividad   Nuestros segadores iban a tierras de Aragón a segar y a nuestro pueblo venían gentes del Rincón de Ademuz como segadores .Ese intercambio facilitó una relación económica, cultural y  etnológica entre tierras que compartieron una historia común.


Vista de Salvacañete desde la ermita de Valdeoña

                                             Vista del Barrio del Desmonte en Salvacañete. En él había varias eras de trillar

                                      Edificio del Teatro que fue almazara en el siglo XIX.

LA SIEGA 


Madrugan los segadores
para llegar a la faena
con sus machos preparados
y sus hoces entre telas,
zahones blancos y fuertes
a los que acompañan las zoquetas.
Por los caminos del pueblo
 y  por calles y sendas de las aldeas
van llegando todos al tajo
recorriendo viejas sendas
testigos de muchos años
de ir y venir por estas tierras,
viejos caminos de herradura
que los machos pisotean
acarreando las mieses
por el calor ya resecas.

                                              Pedro Ruiz segando en los años 1960
Ha comenzado el trabajo
las corbellas resuenan
cuando cortan las mieses
llevadas por manos  expertas
que cada momento e instante
los manojos rodean
protegiendo de cortes
con esas famosas zoquetas
que con madera muy fuerte
están muy bien hechas .

Tras los segadores y segadoras
quedan gavillas perfectas,
el rastrojo y los tajos limpios
y la mies cortada y seca,
sea trigo o cebada
centeno o la seca avena.

Hay un bullir de personas
por todas las extensas tierras
donde está la añada
y las mieses se siembran.
A lo largo del día
se oyen canciones de siega,
viejas canciones serranas
que ayudan a la faena
canciones tradicionales
aprendidas  muy  de veras
cuando iban a segar
a aragonesas tierras
transmitidas de padres a hijos
conservadas  con delicadeza.

Son las nueve de la mañana
y el almuerzo llega
migotes o migas de pión
las famosas migas ruleras
acompañadas de tajadas
todas viandas muy buenas ,
manjares todos ellos
de los que dan buena cuenta
la cuadrilla de segadores y segadoras
que descansan de la faena.

Descansada la cuadrilla
inician su tarea
con el sol de compañero
y las mieses que resecas
esperan ser cortadas
por las afiladas corbellas
entre dimes y diretes
y conversaciones diversas.
Por todas partes del termino
se ven cuadrillas diversas
segando de sol a sol
haciendo una dura faena
encorvados  sobre el rastrojo
recogiendo la cosecha
mientras esperan ansiosos
la llegada de la rastrojera
con la comida preparada
sobre las aguaderas,
ese cocido veraniego
con carnes estupendas
sobre olla tapada
con la masa todavía fresca
acompañado  de ensalada del tiempo
lechugas de nuestra vega,
o de huertos muy abundantes
en rentos y en aldeas,
cerezas en aguasal
y buen vino de otras tierras.
Cuando la comida se “esculla
los segadores observan
los sabrosos manjares
de los que darán  buena cuenta.

Cerca en un espino
en un pino, chopo o noguera
las ovejas descansan en el “ sestero
del calor que mucho aprieta
mientras el pastor acompaña
a los segadores en la faena .
Tras la comida frugal
la reparadora siesta
a la sombra de un espino o zarza,
de un pino o una noguera
con los huesos doloridos
por la dura tarea
de toda la mañana
junto a las mieses secas.
Cuando se ha descansado
se reanuda la faena
hay que seguir trabajando
y segando mieses resecas,
es la cosecha del año,
son la recompensa
a duros días de trabajo
desde que se inicia la siembra.

El atador trabaja duro
recogiendo gavillas sueltas
para formar esos haces
que las caballerías acarean
ocho o diez haces como norma
sobre las “ acarreáereas
a través de caminos diversos,
o de estrechas sendas
que llegarán hasta el pueblo
o hasta la pequeña aldea
para depositarlos con  gracia
sobre la  limpias eras
donde formarán “cinas
colocados por manos expertas,
hay que evitar que se mojen
cuando las lluvias de verano llegan.

La tarde sigue cayendo
las cuadrillas aun siegan
hasta la caída del sol
es muy dura la tarea
hay que descansar el cuerpo
en suculenta merienda,
tortas de manteca y sopanvino
o tortilla muy bien hecha,
el trabajo es agotador
y hay que descansar de la faena.
Mientras en lugares cercanos
las ovejas se despiertan
del sestero reparador
y las esquilas  suenan
por montañas y valles
de camino hacia otras tierras
de zonas más altas
donde en noches de luna llena
van a pastar al raso
en la Morruda o en la Cabeza
en el Arambio y Alto de las Almas
en el Ballestero e en La Muela
lugares de pastos frescos
por las noches para las ovejas.

Es la hora del regreso
se cargan haces sobre las bestias
hay que recoger el hato
y regresar a la era
y quizá recoger
algunas hojas de remolacha en la Vega
o en algún campo cercano
alfalfe verde o hierba
para alimentar animales
cerdos, cabras , vacas u ovejas.

Regresan los segadores
mientras los grillos tararean
canciones  naturales
en  noches veraniegas
y las luciérnagas iluminan
el trayecto de las sendas.
Cuerpos cansados y exhaustos
alegría por la faena
el trigo era muy bueno
la cosecha estupenda
ha granado muy bien,
dará harina muy buena
y salvado exquisito
para alimentar a las cerdas.

En la era y en los campos
los haces se ordenan
construyendo las “ cinas
para que soporten las  tormentas.

Llegada a cas muy tarde
hay que preparar la cena
dar agua y comida a los animales
y descansar de las tareas,
mañana será otro día duro
con el tajo en otras tierras
quizá con segadores del Rincón de Ademuz
gentes que en otros tiempos eran
 bien acogidos aquí
en Salvacañete y sus aldeas
donde venían a segar
en años de dura pelea
con todo el término sembrado
rochos, quiñones y cañaetas,
había que mantener a mucha gente
y eran  necesarias todas las tierras.

A vosotros, segadores y segadoras
gentes laboriosas y buenas
quiero dedicar estos versos
como homenaje de veras
a esos esfuerzos  incesantes
que realizabais en vuestra faena
para recoger las mieses
de los campos de estas tierras
de Salvacañete, nuestro pueblo
 y de todas sus aldeas
en muchos días de  duro trabajo,
entre canciones de siega
con trasiego de gentes
y caballerías que acarrean
esa mies recién cortada
hacia nuestras eras
que hoy día han perdido su finalidad
eras ya desiertas
con el recuerdo de antaño
cuando las  mieses resecas
eran trilladas con esmero
para sacar con paciencia
esos granos formidables
como alimento y esencia
de personas y animales
en años de mucha pelea.

Segadores y segadoras
¡que gran esfuerzo y tarea!
cada día y cada instante
en nuestras hermosas tierras
con el cuerpo encorvado
todo el día con la corbella
de sol a sol trabajando
para recoger la cosecha
en varios días de trabajo
en verano y con paciencia,
¡segadores y segadoras
vuestro esfuerzo mereció la pena!

Mariano López Marín
Landete, 14 de agosto de 2001
Utiel,25 de julio de 2003.


LA TRILLA


Es agosto  y en la era
se amontonan mieses diversas,
trigo, cebada y centeno
y en otro lugar la avena,
colocadas en las “ cinas”
todas muy bien hechas
trabajadas con esmero
por manos expertas
de duros labradores
curtidos en grandes tareas.

Se inicia muy de mañana
la gran y dura tarea
de preparar con esmero
el piso de la era,
regando y poniendo paja,
extendiendo las mieses  secas,
cien haces son suficientes
para una “ parva” señera.
A las nueve de la mañana
cuando el sol ya calienta
se unce el par de caballerías,
se colocan las trillaéras,
se engancha el palo del trillo
y a dar vueltas y mas vueltas
con el sol en todo lo alto
y las canciones más diversas
que sobre el trillo cantan
todos los que lo llevan,
canciones  bien aprendidas
cultura de nuestra tierra.

Los machos sobre la parva
trillando las mieses secas
que poco a poco van cortando
las piedras de sílex que llevan
los trillos sobre su base
repasadas  con experiencia
por los trilleros de Salinas del Manzano
que hasta Salvacañete llegan
en meses estivales
antes que comience la siega,
expertos trilleros ellos
que afilan muy bien las piedras.

Han trillado un rato,
le han dado la primera vuelta
y la madre con mucho esfuerzo
con el almuerzo llega,
migotes, migas gachas, gazpachos
o migas ruleras
acompañadas de pimientos fritos
y de tajadas estupendas,
un almuerzo suculento
para esta dura faena
comido en un rincón
junto al pajar y la era
entre olores diversos
a cereal y paja seca.

El par sigue trabajando,
el trillo dando vueltas
moliendo poco a poco
la paja que está seca
y los trilladores y trilladoras
dando una nueva vuelta
a la parva que poco a poco
es molida y desecha
con ayuda de los ganchos
que el trillo enganchados lleva
removiendo el cereal
para que en paja y grano se convierta.
Alrededor de la parva
las pajas se “ balean
con escobas de palotes
o de amarguilla entre cuerdas
mientras los chicos disfrutan
sobre el trillo dando vueltas.

Es mediodía en el pueblo
y en cada una de sus aldeas
la parva se ha terminado
ya está “ bien hecha”
hay que llevar a los machos
que beban agua muy fresca
a la fuente del lavadero
o a  las fuentes de las aldeas,
después a descansar
y a buscar la merienda
que nos ayude un poco
y nos depare más fuerzas
con siesta incluida
más breve por la faena.

Toca recoger la parva
con la barrastra que lleva
toda la  parva a un sitio
formando “ blentón” de veras
un cordón largo de paja y grano
preparado para otras tareas.
Si el viento acompaña
sea solano, morisco, castellano o cualquiera
se aventará  la parva
con horcas de madera
separando la paja
del grano que más pesa
mientras se va conversando
de diversos temas
y  en las eras próximas
inician nuevas tareas,
hay un bullir de gentes
en casi todas ellas,
la trilla  del cereal
a muchas gentes concentra.

El grano se ha separado
hay que  limpiarlo de veras
valear las  granzas,
traspalar hasta que sea,
arelar con mucho cuidado
y ya limpio a las talegas
que irán a los atrojes
a lomos de alguna yegua,
de machos  o de burros,
de muletos o muletas,
al hombro de los trilladores
que deben subir escaleras
hasta la cámara de la casa
donde los atrojes se encuentran
o donde existen unas narrias
donde guardaran cebada y avena,
centeno o trigo riete,
 trigo jeja de la tierra.
El almú y el celemín
han trabajado duro en faena,
el trigo ha sido bueno
estaba granado de veras,
hoy se han guardado en la casa
más de doce fanegas.
Una vez guardado el trigo
la paja en la era espera
con “ burro “ o con “ barrastra
hay que meterla
dentro del pajar
para que se mantenga seca
como alimento de caballerías
o como cama en gorrineras
duro trabajo este
con sudores de bandera.
Hasta los “tamos”  y “granzas
se guardan con gran certeza
servirán para otros menesteres
para gallinas o para cama de ovejas
depositados en el balaguero
en un lugar de la era
guardados todos juntos
hasta que acaben las  faenas .

La tarde va cayendo
llega la “ merendeta
merecido descanso
de duras y arduas tareas,
torta de manteca y vino
o fiambres de la tierra
mientras las gentes descansan
y varias cosas comentan.

El día ha concluido,
la faena ha sido inmensa,
una vez guardado el grano
y la paja  bien cubierta
quizá haya que acarrear
algunas mieses que quedan
en algún campo cercano
todas ellas bien dispuestas
en cinas  bien colocadas
o en cargas ya hechas.
Mañana será otro día
de larga y dura faena
un nuevo día de trilla
y de trajines en la era,
así durante veintitantos días
según sea la cosecha
con ilusión y esfuerzo,
con dedicación y entrega.

A vosotros paisanos y paisanas
que tuvisteis estas vivencias
de días de trilla y calor
con mucho esfuerzo en  la era
quiero dedicar estos versos
como homenaje a vuestras experiencias
en días de caluroso verano
soportando las inclemencias
para obtener ese fruto
los cereales de la tierra
trillados con esmero
con sudor y con paciencia
en las eras de Salvacañete
y en todas sus aldeas
en cualquier rincón y lugar
donde hubiese una vivienda,
entregados en cuerpo y alma
a nuestra querida tierra.

Mariano López Marín.
Landete, 14 de agosto de 2001.
Utiel, 29 de julio de 2003.






Familia Abril aventando en su era   de la Calle de la Solana en los años 1960

Familia Yuste  pasando el día en el Regajo Ciriyuelos con sus caballerías , sus carros y bicicletas

                                         Casa de Rento de Masegosillo con su era a la izquierda


 Viejo tractor de la familia Moscardó Perea  que sirvió en los años 1950  para bombear agua  desde las Fuentes del Batan hasta el caz en un  año de intensa sequía. ( Foto Gonzalo Moscardó Perea)


                 En las eras ya no hay mieses
                 ni gentes que trillan en ellas
                 han dejado paso a las casas
                 solo recuerdos quedan
                de otros tiempos  ya lejanos
                de mucho sudor y entrega.



                            Vista de Salvacañete desde El Picarzo  a finales de 1950

                                                            Parroquia del Masegar
                                              Vista de Salvacañete desde el Nacimiento
                                          Aldea de la Hoya del Peral con sus eras alrededor

                                              Labradoras  en la fiesta de San Isidro  a principios de los años 1960.Ángeles Marín Martínez y Mª Isabel López Marín.( Foto Castor Barrera Marín)
                                         Aldea de Casas Nuevas con sus eras alrededor




Aldea de la Nogueruela con sus eras alrededor
Horno  antiguo en tierras de Cañigral.

                                      Aldea de la Hoya del Peral con sus eras alrededor.


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