Vista de Salvacañete desde la ermita de Valdeoña
Vista del Barrio del Desmonte en Salvacañete. En él había varias eras de trillar
Edificio del Teatro que fue almazara en el siglo XIX.
LA SIEGA
Madrugan los segadores
para llegar a la faena
con sus machos preparados
y sus hoces entre telas,
zahones blancos y fuertes
a los que acompañan las zoquetas.
Por los caminos del pueblo
y por calles y sendas de las aldeas
van llegando todos al tajo
recorriendo viejas sendas
testigos de muchos años
de ir y venir por estas
tierras,
viejos caminos de herradura
que los machos pisotean
acarreando las mieses
por el calor ya resecas.
Pedro Ruiz segando en los años 1960
Ha comenzado el trabajo
las corbellas resuenan
cuando cortan las mieses
llevadas por manos expertas
que cada momento e instante
los manojos rodean
protegiendo de cortes
con esas famosas zoquetas
que con madera muy fuerte
están muy bien hechas .
Tras los segadores y
segadoras
quedan gavillas perfectas,
el rastrojo y los tajos
limpios
y la mies cortada y seca,
sea trigo o cebada
centeno o la seca avena.
por todas las extensas
tierras
donde está la añada
y las mieses se siembran.
A lo largo del día
se oyen canciones de siega,
viejas canciones serranas
que ayudan a la faena
canciones tradicionales
aprendidas muy de
veras
cuando iban a segar
a aragonesas tierras
transmitidas de padres a
hijos
conservadas con delicadeza.
Son las nueve de la mañana
y el almuerzo llega
migotes o
migas de pión
las famosas migas ruleras
acompañadas de tajadas
todas viandas muy buenas ,
manjares todos ellos
de los que dan buena cuenta
la cuadrilla de segadores y
segadoras
que descansan de la faena.
Descansada la cuadrilla
inician su tarea
con el sol de compañero
y las mieses que resecas
esperan ser cortadas
por las afiladas corbellas
entre dimes y diretes
y conversaciones diversas.
Por todas partes del termino
se ven cuadrillas diversas
segando de sol a sol
haciendo una dura faena
encorvados sobre el rastrojo
recogiendo la cosecha
mientras esperan ansiosos
la llegada de la rastrojera
con la comida preparada
sobre las aguaderas,
ese cocido veraniego
con carnes estupendas
sobre olla tapada
con la masa todavía fresca
acompañado de ensalada del tiempo
lechugas de nuestra vega,
o de huertos muy abundantes
en rentos y en aldeas,
cerezas en aguasal
y buen vino de otras
tierras.
Cuando la comida se “esculla”
los segadores observan
los sabrosos manjares
de los que darán buena cuenta.
Cerca en un espino
en un pino, chopo o noguera
las ovejas descansan en el “
sestero”
del calor que mucho aprieta
mientras el pastor acompaña
a los segadores en la faena
.
Tras la comida frugal
la reparadora siesta
a la sombra de un espino o
zarza,
de un pino o una noguera
con los huesos doloridos
por la dura tarea
de toda la mañana
junto a las mieses secas.
Cuando se ha descansado
se reanuda la faena
hay que seguir trabajando
y segando mieses resecas,
es la cosecha del año,
son la recompensa
a duros días de trabajo
desde que se inicia la
siembra.
El atador trabaja duro
recogiendo gavillas sueltas
para formar esos haces
que las caballerías acarean
ocho o diez haces como norma
sobre las “ acarreáereas”
a través de caminos diversos,
o de estrechas sendas
que llegarán hasta el pueblo
o hasta la pequeña aldea
para depositarlos con gracia
sobre la limpias eras
donde formarán “cinas “
colocados por manos
expertas,
hay que evitar que se mojen
cuando las lluvias de verano
llegan.
La tarde sigue cayendo
las cuadrillas aun siegan
hasta la caída del sol
es muy dura la tarea
hay que descansar el cuerpo
en suculenta merienda,
tortas de manteca y
sopanvino
o tortilla muy bien hecha,
el trabajo es agotador
y hay que descansar de la
faena.
Mientras en lugares cercanos
las ovejas se despiertan
del sestero reparador
y las esquilas suenan
por montañas y valles
de camino hacia otras
tierras
de zonas más altas
donde en noches de luna
llena
van a pastar al raso
en la Morruda o en la Cabeza
en el Arambio y Alto de las Almas
en el Ballestero e en La Muela
lugares de pastos frescos
por las noches para las
ovejas.
Es la hora del regreso
se cargan haces sobre las
bestias
hay que recoger el hato
y regresar a la era
y quizá recoger
algunas hojas de remolacha
en la Vega
o en algún campo cercano
alfalfe verde o hierba
para alimentar animales
cerdos, cabras , vacas u
ovejas.
Regresan los segadores
mientras los grillos
tararean
canciones naturales
en noches veraniegas
y las luciérnagas iluminan
el trayecto de las sendas.
Cuerpos cansados y exhaustos
alegría por la faena
el trigo era muy bueno
la cosecha estupenda
ha granado muy bien,
dará harina muy buena
y salvado exquisito
para alimentar a las cerdas.
En la era y en los campos
los haces se ordenan
construyendo las “ cinas “
para que soporten las tormentas.
Llegada a cas muy tarde
hay que preparar la cena
dar agua y comida a los
animales
y descansar de las tareas,
mañana será otro día duro
con el tajo en otras tierras
quizá con segadores del Rincón de Ademuz
gentes que en otros tiempos
eran
bien acogidos aquí
en Salvacañete y sus aldeas
donde venían a segar
en años de dura pelea
con todo el término sembrado
rochos, quiñones y cañaetas,
había que mantener a mucha
gente
y eran necesarias todas las tierras.
A vosotros, segadores y
segadoras
gentes laboriosas y buenas
quiero dedicar estos versos
como homenaje de veras
a esos esfuerzos incesantes
que realizabais en vuestra
faena
para recoger las mieses
de los campos de estas
tierras
de Salvacañete, nuestro pueblo
y de todas sus aldeas
en muchos días de duro trabajo,
entre canciones de siega
con trasiego de gentes
y caballerías que acarrean
esa mies recién cortada
hacia nuestras eras
que hoy día han perdido su
finalidad
eras ya desiertas
con el recuerdo de antaño
cuando las mieses resecas
eran trilladas con esmero
para sacar con paciencia
esos granos formidables
como alimento y esencia
de personas y animales
en años de mucha pelea.
Segadores y segadoras
¡que gran esfuerzo y tarea!
cada día y cada instante
en nuestras hermosas tierras
con el cuerpo encorvado
todo el día con la corbella
de sol a sol trabajando
para recoger la cosecha
en varios días de trabajo
en verano y con paciencia,
¡segadores y segadoras
vuestro esfuerzo mereció la
pena!
Mariano López
Marín
Landete, 14 de
agosto de 2001
Utiel,25 de
julio de 2003.
LA TRILLA
se amontonan mieses
diversas,
trigo, cebada y centeno
y en otro lugar la avena,
colocadas en las “ cinas”
todas muy bien hechas
trabajadas con esmero
por manos expertas
de duros labradores
curtidos en grandes tareas.
la gran y dura tarea
de preparar con esmero
el piso de la era,
regando y poniendo paja,
extendiendo las mieses secas,
cien haces son suficientes
para una “ parva” señera.
A las nueve de la mañana
cuando el sol ya calienta
se unce el par de
caballerías,
se colocan las trillaéras,
se engancha el palo del
trillo
y a dar vueltas y mas
vueltas
con el sol en todo lo alto
y las canciones más diversas
que sobre el trillo cantan
todos los que lo llevan,
canciones bien aprendidas
cultura de nuestra tierra.
Los machos sobre la parva
trillando las mieses secas
que poco a poco van cortando
las piedras de sílex que
llevan
los trillos sobre su base
repasadas con experiencia
por los trilleros de Salinas
del Manzano
que hasta Salvacañete llegan
en meses estivales
antes que comience la siega,
expertos trilleros ellos
que afilan muy bien las
piedras.
Han trillado un rato,
le han dado la primera
vuelta
y la madre con mucho
esfuerzo
con el almuerzo llega,
migotes, migas gachas,
gazpachos
o migas ruleras
acompañadas de pimientos
fritos
y de tajadas estupendas,
un almuerzo suculento
para esta dura faena
comido en un rincón
junto al pajar y la era
entre olores diversos
a cereal y paja seca.
El par sigue trabajando,
el trillo dando vueltas
moliendo poco a poco
la paja que está seca
y los trilladores y
trilladoras
dando una nueva vuelta
a la parva que poco a poco
es molida y desecha
con ayuda de los ganchos
que el trillo enganchados
lleva
removiendo el cereal
para que en paja y grano se
convierta.
Alrededor de la parva
las pajas se “ balean”
con escobas de palotes
o de amarguilla entre
cuerdas
mientras los chicos
disfrutan
sobre el trillo dando
vueltas.
Es mediodía en el pueblo
y en cada una de sus aldeas
la parva se ha terminado
ya está “ bien hecha”
hay que llevar a los machos
que beban agua muy fresca
a la fuente del lavadero
o a las fuentes de las aldeas,
después a descansar
y a buscar la merienda
que nos ayude un poco
y nos depare más fuerzas
con siesta incluida
más breve por la faena.
Toca recoger la parva
con la barrastra que lleva
toda la parva a un sitio
formando “ blentón” de veras
un cordón largo de paja y
grano
preparado para otras tareas.
Si el viento acompaña
sea solano, morisco,
castellano o cualquiera
se aventará la parva
con horcas de madera
separando la paja
del grano que más pesa
mientras se va conversando
de diversos temas
y en las eras próximas
inician nuevas tareas,
hay un bullir de gentes
en casi todas ellas,
la trilla del cereal
a muchas gentes concentra.
El grano se ha separado
hay que limpiarlo de veras
valear las granzas,
traspalar hasta que sea,
arelar con mucho cuidado
y ya limpio a las talegas
que irán a los atrojes
a lomos de alguna yegua,
de machos o de burros,
de muletos o muletas,
al hombro de los trilladores
que deben subir escaleras
hasta la cámara de la casa
donde los atrojes se encuentran
o donde existen unas narrias
donde guardaran cebada y
avena,
centeno o trigo riete,
trigo jeja de la tierra.
El almú y el celemín
han trabajado duro en faena,
el trigo ha sido bueno
estaba granado de veras,
hoy se han guardado en la
casa
más de doce fanegas.
Una vez guardado el trigo
la paja en la era espera
con “ burro “ o con “ barrastra”
hay que meterla
dentro del pajar
para que se mantenga seca
como alimento de caballerías
o como cama en gorrineras
duro trabajo este
con sudores de bandera.
Hasta los “tamos”
y “granzas”
se guardan con gran certeza
servirán para otros
menesteres
para gallinas o para cama de
ovejas
depositados en el balaguero
en un lugar de la era
guardados todos juntos
hasta que acaben las faenas .
La tarde va cayendo
llega la “ merendeta”
merecido descanso
de duras y arduas tareas,
torta de manteca y vino
o fiambres de la tierra
mientras las gentes
descansan
y varias cosas comentan.
El día ha concluido,
la faena ha sido inmensa,
una vez guardado el grano
y la paja bien cubierta
quizá haya que acarrear
algunas mieses que quedan
en algún campo cercano
todas ellas bien dispuestas
en cinas bien colocadas
o en cargas ya hechas.
Mañana será otro día
de larga y dura faena
un nuevo día de trilla
y de trajines en la era,
así durante veintitantos
días
según sea la cosecha
con ilusión y esfuerzo,
con dedicación y entrega.
A vosotros paisanos y
paisanas
que tuvisteis estas
vivencias
de días de trilla y calor
con mucho esfuerzo en la era
quiero dedicar estos versos
como homenaje a vuestras
experiencias
en días de caluroso verano
soportando las inclemencias
para obtener ese fruto
los cereales de la tierra
trillados con esmero
con sudor y con paciencia
en las eras de Salvacañete
y en todas sus aldeas
en cualquier rincón y lugar
donde hubiese una vivienda,
entregados en cuerpo y alma
a nuestra querida tierra.
Mariano López
Marín.
Landete, 14 de
agosto de 2001.
Utiel, 29 de
julio de 2003.
Familia Abril aventando en su era de la Calle de la Solana en los años 1960
Familia Yuste pasando el día en el Regajo Ciriyuelos con sus caballerías , sus carros y bicicletas
Casa de Rento de Masegosillo con su era a la izquierda
En las eras ya no hay mieses
ni gentes que trillan en ellas
han dejado paso a las casas
solo recuerdos quedan
de otros tiempos ya lejanos
de mucho sudor y entrega.
Vista de Salvacañete desde El Picarzo a finales de 1950
Parroquia del Masegar
Vista de Salvacañete desde el Nacimiento
Aldea de la Hoya del Peral con sus eras alrededor
Labradoras en la fiesta de San Isidro a principios de los años 1960.Ángeles Marín Martínez y Mª Isabel López Marín.( Foto Castor Barrera Marín)
Aldea de Casas Nuevas con sus eras alrededor
Aldea de la Nogueruela con sus eras alrededor
Horno antiguo en tierras de Cañigral.
Aldea de la Hoya del Peral con sus eras alrededor.
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