Hoy 19 de marzo , DÍA DEL PADRE, quiero dedicar este artículo a mi padre Mariano López Marín , fallecido el 27-10-2009.Este año hubiese cumplido 90 años.Hombre trabajador infatigable y ante todo un excelente padre que junto a mi madre Bienvenida Marín Marín formaron un matrimonio muy unido durante sesenta años. Ambos han sido ejemplos de padres, de esfuerzo y de entrega hacia sus hijos , sus familias , sus nietos, sus hermanos y demás familiares y hacia las gentes de nuestro pueblo Salvacañete a las que continuamente han ayudado en múltiples facetas. Siempre han estado dispuestos a echar una mano donde hiciese falta.
De izquierda a derecha de la fotografía: Daniel Martínez López, mis padres Mariano López Marín y Bienvenida Marín Marín, Mariano García, Benito Marín y Crescencio Sánchez .Año 1999.Foto del autor.
De izquierda a derecha Mariano García, Benito Marín, Daniel Martínez, mi padre Mariano López Marín y Crescencio Sánchez en el hogar del jubilado año 1999 Solo queda entre nosotros en octubre de 2014 Daniel Martínez López íntimo amigo de mi padre.. Foto del autor.
Y lo quiero recordar por su faceta de agricultor y ganadero, de trufero, de esquilador de ovejas , de hombre de variados oficios unidos a nuestra tierra que le permitieron sacar provecho de ella en aquello que permitía. Y a mi hermana y a mi una vida mejor gracias al esfuerzo de nuestros padres y nuestro cuando nos fuimos a estudiar a Cuenca y pudimos sacar nuestras carreras de maestros. Mis padres siempre han estado orgullosos de ello.
Gracias padre por tanto esfuerzo y allí donde estés disfrutatás con lo conseguido. Trabajaste mucho, disfrutaste de tu jubilación junto a la madre, viajaste, conviviste con gentes diversas, dejaste una gran huella de dedicación y entrega y sobre todo fuiste un excelente padre y esposo.Todos te recordamos por esa virtudes que adornaron tu persona y hoy en este DÍA DEL PADRE quiero destacarlas.
Este texto que hay a continuación forma parte de mi último libro publicado TIEMPO DE TRASHUMANCIA ( Ediciones Rodeno, Cullera 2012) .libro dedicado también a mi padre.
Corral del estrecho de la Tejería ( SALVACAÑETE) Mi padre me acompañó a realizar esta fotografía y otras en la primavera del año 2009.
Cuando mi padre fue pastor y ganadero
En mi casa siempre ha habido
ganadería ovina, y algo de
cabrío, hasta que mi padre se jubiló en 1978, aunque conservó algunos animales. Incluso algún año tuvimos algún
novillo de engorde.
Mi
padre llevó el ganado con sus hermanos Catalino Miguel y Felix durante los
primeros años porque el rebaño era de mi
abuelo Francisco López Perea, de la aldea de Hoya
del Peral. Eran años de “Bajar y subir del reino”, de contratar pastores, dé ir a esperarlos en la
subida a los Corrales de la
Tejería, cerca de Casa Nuevas, lugar de
paso de la Vereda trashumante procedente de las comarcas Valencianas de la Hoya de Buñol, del Campo del Turia, de
los Serranos o incluso de la Ribera. En esta última comarca bajaban
a los pastos que quedaban cuando segaban el arroz. Lo llamaban ““bajar al arnachal”, entendiéndose por
arnachal la zona que inundaban para
sembrar el arroz en tierras de Sueca y otras localidades. Hubo
pastores que arrendaban sus ovejas “ a medias” con ganaderos de la zona de la
ribera. De las crías que hacían durante el invierno ,cuando regresaban en
primavera recibían la mitad. De este contacto
de los pastores de nuestra zona con los habitantes de las comarcas
valencianas donde hibernaban han llegado a Salvacañete y su comarca palabras
nuevas procedentes del valenciano,
costumbres como la de hacer las
morcillas aquí con una mezcla de arroz y
cebolla, utilización de la pólvora en fiestas, etc .Y a la inversa los pueblos
a donde llegaban los pastores trashumantes de Salvacañete y de otros lugares
se empapaban de nuestra cultura, de
nuestra lengua y también de ese contacto
surgieron matrimonios entre pastores de Salvacañete y chicas de Domeño,
Casinos, Sueca, Turís, Alborache, Marines,
y otros lugares. Incluso
hicieron y mantienen grandes amigos en
la zona. No hace muchos años, mi padre
se encontró en Chulilla, cuando fue al balneario, con un gran amigo suyo
de la época de la trashumancia .Llevaban sin verse más de cuarenta años.
Cuando yo tenía siete u ocho años mis tíos y mi padre separaron el ganado del abuelo y cada uno
tenía las suyas, aproximadamente ciento cincuenta animales. Para la guarda se
juntaban con otros ganaderos y reunían un rebaño mas grande. Así solamente
debían ir de pastores un par de
días a la semana. Al verano mi padre las
daba “a guarda” a algún pastor para que
se las cuidase hasta San Miguel. Era la época de la siega de los forrajes,
berzas, avena en rama que segaba verde para
que los animales la consumiesen seca como forraje, pipirigallo que se
cultivaba en secano y era un excelente alimento para el invierno y alfalfe o
alfalfa, cultivado en la vega , en regadío. A este último se le daban
hasta cuatro cortes, se secaba y se
guardaba como alimento para el ganado
para el invierno. Se consumía troceado
para las ovejas, vacas y cabras y molido para los cerdos, mezclado con agua y harina.
En verano a mi padre y a
toda la familia se se nos amontonaban
las faenas. Era también esquilador ,iniciando su andadura en esta profesión esquilando con tijera para pasar con el
transcurso de los años a manojas movidas por la fuerza motriz de una máquina
accionada por una manivela, que durante todo el día del esquilo movía un
manillero, contratado por el esquilador. Terminó sus días de esquilador
utilizando una maquina eléctrica. Iba en cuadrilla con mis tíos Miguel, Felix,
Amador, con su primo Pantaleón Moreno y
durante mucho tiempo con el tio Telesforo Yuste, famoso esquilador también de
caballerías. Se desplazaban por
Salvacañete y sus aldeas y durante muchos años por las zonas limítrofes
de Cuenca y de Teruel. Era necesario ganar un dinero en épocas
que no era fácil ganarlo. Estaban un mes
largo esquilando. Durante la época del esquilo mi madre , mi hermana y
yo nos hacíamos cargo de cuidar corderos
de engorde en el corral, recoger todos
los forrajes para el invierno y guardarlos en el pajar , atender la vega donde
había que excavar patatas o remolachas y
recalzarlas ,regar , atender el huerto familiar y un largo etcétera. Todo ese trabajo lo hacíamos cuando mi
hermana y yo volvíamos de vacaciones de
nuestros estudios en Cuenca. Todos los brazos eran pocos para tanto
trabajo en ese momento.
En julio la siega, sin olvidar atender el cuidado de los pedazos de la
vega y los animales que había en el corral y en la gorrinera. Un mes largo de siega , acarreo de
mieses y de mucho trabajo que culminaba
cuando se hacia la trilla en agosto, hasta el día de la Virgen aproximadamente sobre el día quince. Muchos
días cuando volvíamos de la siega había que recoger hojas de remolacha o alfalfe verde para los cerdos, o un buen haz
de cenizos para alguna oveja que hubiese parida en el corral. Se aprovechaba
todo. Muchos veranos mi padre tenía
corderos de engorde que compraba pequeños por un tanto y, una vez engordados,
los vendía. En nuestro corral continuamente había ovejas
para criar o corderos para
engordar. Siempre fue muy trabajador y luchador.
En el mes de agosto los
rastrojos de los pedazos que habían
estado sembrados de cereales en la vega , mi padre los labraba y sembrábamos coles forrajeras o nabos para utilizarlos ambos como alimento para el ganado en invierno. Las
coles se trasplantaban de las que obteníamos de un semillero previamente
sembrado en primavera lo que se
conocía como “hacer un plantel” o las comprábamos a quienes
vendían plantel. Una vez trasplantadas se regaban y prendían enseguida.
Siempre se ponían bastantes que tuviesen “ grumo” para tener verdura para el invierno , tanto en
ensalada como cocido Los nabos se
sembraban con semillas “echadas a
boleo” sobre la tierra labrada.
Después se envolvían las semillas con el arado.
Cuando acabamos la trilla mis
padres y yo nos íbamos a segar espliego, cuando este se segaba .Había que
madrugar mucho para encontrar buen tajo y que otros vecinos no te lo quitaran.
Estábamos hasta que hacíamos dos cargas, desde las cuatro a las cinco de la mañana hasta las
tres o a las cuatro de la tarde que regresábamos con varias arrobas de
planta en cada caballería. En el camino
de ida y vuelta se iban a veces tres horas
andando. Fui con mi padre muchos
años a esta actividad, y salvo algunos años que éramos mi hermana y yo mas
pequeños , el resto del tiempo ya no venía mi madre. Era una forma de
ganar un dinero que venía muy bien
para los gastos de la casa, para
comprar “los majos” de las fiestas de septiembre de Salvacañete y
para infinidad de cosas. Entonces en Salvacañete había mucho espliego y se recogían entre el pueblo y su aldeas mas de
20.000 arrobas que se destilaban en el
paraje del Desmonte
donde se instalaban 4 calderas con sinfines de
destilación, aprovechando el agua del riachuelo próximo. En otros lugares como
las aldeas de Casas Nuevas, el Valle Carmona y el Rento de Masegarejo también se instalaron alguna vez
cuando la cosecha era muy abundante.
Para San Miguel recogida de las patatas .Antes se permitía que los
pequeños rebaños familiares pasasen a la vega a” comerse
las patatas “ aprovechando la hierba que
tenían o a “ comerse
un rizal”, forraje que había salido en
pedazos que habían estado sembrados de cereal Una vez segados, por la lluvia o el agua de riego. las semillas que habían quedado germinaban y crecían con las buenas
temperaturas otoñales. Era un pasto muy estimado que también se daba en secano
en los lugares donde había estado el cereal, conocidos como” la añá” si ese verano había llovido. En San Miguel se contrataban los
pastores o se seguía con el mismo. Era época también de recogida de “ gallubas” ,bayas de enebro utilizadas
para hacer ginebra. Fui con mi padre y
con mi tío Miguel varios años en otoño a recoger este producto muy abundante
algunos años y que nos lo pagaban a buen precio. San Miguel era también
época de paridera de ovejas y si la San Miguelá era buena porque había llovido al verano bastante, se llevaban estas ovejas a “ comerse
los pipirigallos” que habían rebrotado tras su siega en junio. Era una forma de
complementar el alimento de estos animales con pasto fresco.
En invierno mi padre tenía casi siempre sus ovejas en el corral.
Se dedicó durante mas de cuarenta años a
buscar trufas, ese preciado hongo en
otro tiempo muy abundante en nuestros carrascales y en la actualidad en
regresión casi total. Muchos factores han influido en ello; la sequía, el
jabalí que destruye los truferos porque
las busca para comérselas y la
sobreexplotación de los truferos. Ya hace años me lo comentaba mi padre
que iban a menos. En la actualidad hay
ya muchas plantaciones de carrascas con
trufas pero es necesario hacer mucha
inversión y conseguir el fruto tras más de diez años. En esta estación
alimentábamos al ganado con forrajes:
pipirigallo, alfalfa seca, berza, avena
en rama, paja de berza o de yeros, esta última se compraba en la Mancha.
También formaban parte de la alimentación del ganado los nabos, las remolachas forrajeras y las
hojas de las mismas, algunos cereales como la cebada y la avena, las
manzanas que se caían al suelo y las patacas, tubérculo muy abundante en otros
tiempo en nuestro pueblo y comarca. Estás patacas había que lavarlas
en invierno porque tenían mucha tierra y después molerlas. En la
actualidad ,año 2012,hay un proyecto de una empresa de Cuenca para utilizarla
la pataca para producir biogás. La planta de transformación se situaría en
Villar del Humo y recogería toda la
producción de la Serranía Baja de Cuenca. Los nabos se troceaban en cuadritos pequeños, en las
noches cuando se trasnochaba, para echárselos
a los animales. Recuerdo ver a mi padre hacer esta actividad. Con la llegada de
la máquina de moler remolacha se facilitó la labor para preparar nabos y
remolachas para el ganado. El forraje se lo echábamos directamente en las
canales o comederos o los troceábamos con el
“ resegador”, máquina formada por una cuchilla curva unida a un mango y colocada sobre un banco.
Troceados lo aprovechaban mejor. Las coles
también “se resegaban” , se troceban con el resegador. Había que cogerlas en los duros días
de invierno. Recuerdo ir en vacaciones de navidad, cuando era estudiante, a por
coles a la vega , muchas veces con nieve. Las atábamos en haces y las
cargábamos en una caballería,, en las “amugues”, palos con sogas que se colocaban en la “albarda” del animal.. Se combinaba la dieta blanda de remolachas, nabos y coles con la de forrajes, paja y granos de
cereales. En los años de la posguerra y hasta bien entrados los años 1950 se
completaba la alimentación del ganado .que no había ido al reino en invierno. con ramas de sabina y el gobierno permitió el ramoneo, en la
actualidad prohibido. Los corderos,
hasta que vino el pienso compuesto, se
engordaban con cereales. Ya, al inicio de los años 1960 llegó el pienso compuesto para corderos, cerdos y novillos. Lo distribuía en Salvacañete y su
comarca Piensos sol de Teruel. Aquí había un almacén de dichos
piensos en la Hermandad de labradores y ganaderos que atendía su
secretario, después alcalde de Salvacañete, Ángel Marín Valero, primo de mis padres.
A muchos ganaderos, entre ellos a mi
padre se los traían directamente de fábrica.
En invierno también era época de sacar los corrales.. Mi padre lo
sacaba y por medio de caballerías y del
remolque del tractor después lo llevaba a un estercolero , situado fuera del
pueblo para que se terminase de pudrir.
Con ese estiércol se estercolaban y se estercolan los pedazos donde se siembra . Es muy buen
abono natural para pedazos de huerta aunque
hace que nazca mucha hierba. El trabajo de sacar los corrales era duro y
yo le ayudé muchas veces a m padre .Debíamos utilizar unos ganchos para poder removerlo, la horca estercolera y la
canasta del estiércol Para cargarlo en el tractor una carretilla. En la
actualidad las modernas naves para el ganado permiten meter maquinas dentro de
ellas y es más fácil sacarlo..
Mi padre dedicaba también un tiempo a
construir canales para el ganado. En la serrería del tio David
Garrido preparaba las maderas de algún pino o chopo
que había cortado. En algunos ratos que estaba en casa las hacía, lo mismo que
construía cajones de madera para las manzanas. Otra actividad que hizo mi padre a lo largo de su vida, igual
que otros pastores y ganaderos era
reparar los corrales de ganado familiares que había en el campo propiedad del abuelo y de la familia. Había que
retejarlos, arreglar alguna puerta, algún trozo de pared que se hubiese caído,
para tenerlos siempre en buen estado. Eran necesarios para encerrar el ganado en caso de tormentas, en la paridera
para tener las ovejas de cría y para tener abono natural para los pedazos
próximos. Eran edificios unidos a la
actividad ganadera y agrícola muy estimados.
También colaboró mi padre muchos años en la actividad de arreglar los tornajos de los abrevaderos de ganado tan importantes para que los animales
pudiesen beber donde había fuentes. Eso
era una labor de los pastores y que la Hermandad de Labradores y ganaderos
potenció. En los años 1980 se pusieron los últimos tornajos de madera en Salvacañete en algunos abrevaderos,
labor en la que colaboró mi padre junto a otros ganaderos. Recuerdo ver vaciar
los troncos de pino cerca de nuestra casa utilizando hacha y motosierro.
Mi padre , junto a Daniel Martínez López ,descuartizando un cerdo en nuestra casa.
Rebaño de los hermananos Abilio y Fermín Muñoz de Casas Nuevas ( Salvacañete ) junto al embalse de Buseo en el año 2001.Foto antonio García Lacruz.Gracias.
La Hoya del Peral, aldea de donde procedían mi padre y mis abuelos.
(C) MARIANO LÓPEZ MARÍN
Excelente homenaje a tu padre y a todos los padres de antaño que tuvieron una vida más dura de la que tenemos nosotros ahora.
ResponderEliminarMuy entrañables las historias del campo que sacas del recuerdo para recordar unos tiempos que ya se fueron y no volverán.
Gran entrada.
Saludos.
Hola Mariano. Cuanto tiempo sin verte¡ Soy Enrique DOMINGO MARIN, nieto de Catalino Domingo y Maria, que con mi hermano Alberto pasabamos largas temporadas en Salvacañete.
ResponderEliminarSigo yendo a Salvacañete con asiduidad,si bien no me prodigo por los centros de reunion : bares,etc.
Me gusta conocer la historia de Salvacañete. Me gusta tu trabajo.Leo tu blog y no sabia como conectar contigo.
Un abrazo.
Enrique (supongo que me has reconcocido, no consigo subir una foto)