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Hoy quiero dedicar esta entrada a  mi madre ,Bienvenida Marín Marín, l a tía Bienvenida como la llamaban cariñosamente  en nuestro pueblo ...

domingo, 21 de diciembre de 2014

CALERAS Y TEJERÍAS EN EL TERMINO DE SALVACAÑETE UN RECURSO ETNOGRÁFICO

CALERAS Y TEJERÍAS EN EL TERMINO DE SALVACAÑETE UN RECURSO ETNOGRÁFICO.[1]
                                             Mariano  López Marín.

Hace años ,recopilando los recursos  etnológicos de Salvacañete  y que forman parte de mi obra inédita ETNOLOGÍA Y COSTUMBRES POPULARES DE SALVACAÑETE, trabajé este tema de las  industrias artesanas unidas a la construcción de edificios, tanto casas como corrales y pajares u otro tipo de dependencias. He tenido la suerte de ver  en actividad alguna de ellas como las caleras, en su vertiente de fabricación de  yeso, tanto a nivel particular como industrial. Aqui en Salvacañete se les llamaba hornillos de yeso cuando se utilizaban para fabricar yeso a nivel familiar y yesares cuando lo fabricaban industrialmente, reservándose el nombre de caleras a los hornos específicos para fabricar cal de los que existieron muy pocos .
Todavía recuerdo ver en funcionamiento uno de los yesares  que  instaló el vecino de nuestro pueblo Miguel Sánchez en el Cerrito de los Yesos,  junto  a la Nacional 420,cerca del paraje del Desmonte.Fue regentado por el tio  Antonio Gómez en la década de los años 1950 cuando  fue el adjudicatario de la construcción del tramo de Carretera El Cubillo-Salvacañete como parte de la carretera de Salvacañete a Utiel y con quien trabajó mi padre.Después de él lo regentarían  Alejandro Martínez " el Tio Alejandro el Faldeto" y Timoteo Barrera. El montón de yeso molido, como lo molían, como cargaban el horno de cocción y como efectuaban la  cocción de las piedras de yeso,extraídas de una cantera anexa  son recuerdos  de esta industria  que  me vienen a la memoria.El  otro yesar situado detrás del anterior yo ya no lo ví  funcionar pero si  recuerdo la estructura de su  edificio .De ambos sólo quedan las  ruinas  de lo qeu fueron dos industrias artesanas de Salvacañete. 
 La figura de los hornillos de yeso me es muy familiar pues debajo de la era de mis padres había uno, hoy enterrado por el paso del tiempo, en la aldea de Hoya del  peral otro a la entrada de la aldea y en la aldea de Casas Nuevas otro muy cerca de la casa del tio Luis el cojo.  Y algunos mas cerca de otras aldeas   y en  aquellos lugares donde había concentración de corrales  de ganado  como en el  paraje del Cerro Monte.
De las tejerías que existieron en Salvacañete sólo queda constancia en sus ruinas y alguna de ellas  en documentos como la  que existió en Torrefuerte mencionada en su escritura de venta de 1927.
El año 2003 comuniqué a la Delegación de Cultura de Cuenca los bienes arqueológicos y etnográficos  que debían ser protegidos en nuestro término y hoy por suerte ya están declarados como patrimonio protegido, una vez redactado el plan de ordenación urbana hace unos años y elaborado el Documento de Protección[2]  del patrimonio arqueológico  en el Planteamiento urbanístico  de Salvacañete, redactado por la Dirección de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha ,hace un par de años  y en el cual se reconoce  en su anexo III los bienes del Patrimonio etnográfico de Salvacañete objeto de protección.entre estos bienes se incluyen las caleras y las tejerías . Es para mi un honor el haber aportado mi grano de arena para que esa protección sea reconocida aunque por ley  debe sera así.
A lo largo de este trabajo explico  como  eran estas caleras, como se construían, el proceso de elaboración del yeso y de la cal muy parecidos y como eran las tejerías y donde estaban ubicadas.  Es mi homenaje a las personas  que explotaban estos recursos  importantes en una sociedad rural de subsistencia y al mismo tiempo para dar a conocer un recurso etnográfico de Salvacañete  que se puede incluir en rutas turísticas  y etnográficas por el término.
       Ruinas de los    antiguos yesares de Salvacañete en primera línea. M. Lopez Marín

Debido a las necesidades para la construcción de edificios y a la abundancia del mineral del yeso en nuestras  tierras, existieron en nuestro pueblo y sus aldeas  los hornillos de yeso y posteriormente los yesares o fábricas de yeso. Otras industrias artesanas relacionadas con la  construcción son las caleras y las tejerías.  Tanto de las caleras como  de las tejerías o tejares quedan restos  en diversos lugares del término de Salvacañete que son un recurso etnográfico importante que está protegido y que debemos dar a conocer. Así se reconoce  en el Documento de Protección[2]  del patrimonio arqueológico  en el Planteamiento urbanístico  de Salvacañete, redactado por la Dirección de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha   y depositado en nuestro ayuntamiento  para consulta y para su aplicación.
En una sociedad  y en unos tiempos en  que se aprovechaban todos los recursos que el medio ofrecía  estas pequeñas industrias artesanas, caleras y tejerías, servían para  suministrar aquellos materiales necesarios  para la construcción de edificios fuesen casas, corrrales, pajares u otras dependencias  necesarias en una sociedad rural.

Salvacañete en la década de 1930.foto gentileza de mi amigo Amadeo Muñoz.Gracias


Antigua casa en la aldea de Casas nuevas ( Salvacañete).El yeso y la madera como elementos cosntructivos. Obsérvense los tapiales hechos con maderas y yeso para hacer los  muros. M. López Marín

Hornillos de yeso
Cuando una familia  iba a realizar una obra  de cualquier tipo: casa , corral , pajar ,etc necesitaba  obtener yeso en una época  en la que se construían las  paredes con  “tapiales “ hechos de  maderas , losas, algo de piedra y mucho yeso. Por este motivo  proliferaron por todo el término los hornillos para cocer esta roca. Tanto en el propio pueblo  como en sus aldeas y en muchos parajes existieron esas caleras  u hornillos de yeso de  los que todavía podemos  contemplar algunos.
El hornillo de yeso consistía  en un hueco  cilíndrico  en forma de herradura, vaciado  en un terreno cerca de donde hubiese yeso y reforzado convenientemente  con piedra  formando una pared o parapeto. La parte delantera quedaba descubierta, dando lugar a la boca por donde se metía leña hasta terminar la cocción del mineral.
El proceso de elaboración artesana del yeso era el siguiente:
1.      Se sacaba el yeso de la cantera, yesar,  y se troceaba  en trozos no muy grandes utilizando una maza o “almaina”[3].
2.      Estos trozos se colocaban en el hornillo de conocer yeso, un hueco en forma de medio cilindro  escavado en la tierra y sobre el que se colocaba un soporte de yeso de manera  que los trozos de yeso estuviesen encima  y por debajo se pudiese alimentar el horno con leña  hasta que estuviese cocido.
3.      Una vez cocido, se desmenuzaba  con la “almaina” maza de hierro con un mango de madera. Después se extendían los trozos  desmenuzados en una era  o en un sitio llano y se molía con un rulo de piedra  de los de “rular la era” o con un mazo alargado de madera hasta convertirlo en polvo, dispuesto ya para ser gastado por  los profesionales.
4.      Por último con una criba o cedazo se cernía, separando el  polvo de yeso de las granzas  o trozos de yeso sin machacar. Estos últimos se volvían a rular para  molerlos.


Recuerdo ver  hornillos de yeso en la Hoya del Peral, detrás de la casa del tio  Andrés Marín, en la actualidad año 2014  de su hija Pepita, en Casas Nuevas,  debajo de la era de mis padres en Salvacañete en el Desmonte y en muchas  aldeas y lugares del término. A veces había que transportar las piedras de yeso en caballerías desde las canteras de yeso o yesares. En Salvacañete el yeso es muy abundante y de hecho hay un paraje conocido como “El Cerrito de los yesos”, al lado del pueblo y donde estuvieron localizados dos  yesares o fabricas de yeso que lo  fabricaban para venderlo en Salvacañete y su comarca.

Ruinas de las antiguas fábricas  de yeso o yesares de Salvacañete junto al Cerrito de los yesos.
 M. Lopez Marín

Yesares o fábricas de yeso

Con el tiempo la fabricación del yeso se industrializó para  producir   cantidades para vender y esta actividad se convirtió en una industria local  y comarcal.  En el paraje conocido como cerrito de los yesos hubo dos de  estos yesares o fábricas. Una situada junto al cerrito propiedad de Miguel Sánchez, el estanquero  casado con Hilaria Valero. La otra muy cerca de la primera y de la carretera Cuenca –Teruel  junto al paraje del Desmonte  a unos 100 metros de la carretera. Esta fue instalada  por la familia Perea, ricos terratenientes y perteneció a sus hijas,  las María Josefas  que residieron muchos años en Cañete. De una de ellas, Guadalupe Perea tengo datos concretos como estudiante de Medicina en Madrid. Esta fábrica de yesos fue regentada en la década de  los  años 1950 por el tio Antonio Gómez  y 1960 por la familia de Alejandro Martínez” Alejandro el faldeto” y por  Timoteo  Barrera.
El mineral lo sacaban  a pie de  fábrica en el cerrito de los yesos donde todavía se puede ver la instalación.
Una vez sacado y troceado lo depositaban en un enorme horno cilíndrico  que había en la parte posterior de la fábrica. En la parte inferior del horno había unos apoyos de hierro. El  mineral se cocía con el espliego seco que  había quedado en agosto después de destilar la cosecha de ese año. Se dejaba, una vez seco amontonado en hacinas” cinas” Una vez cocido y enfriado se molía en un molino de luz eléctrica .Eran los años  en los que funcionaba la central de Salvacañete y posteriores cuando se trajo la luz de Villalba de la Sierra. Una vez molido se criba y se almacenaba  en un lugar seco. La producción anual era de varias  toneladas  y se vendía en Salvacañete y su comarca. Dejó de producirse por  inadecuación de las instalaciones y por falta de inversión de los propietarios para adaptarse a  las necesidades de los nuevos tiempos. Sólo quedan de ambos yesares las ruinas de lo que fue una industria local.


 En la parte delantera de la imagen “ El Cerrito de los yesos” y al lado las ruinas de los dos yesares que hubo en Salvacañete. Foto. M .López Marín.


Casa de la Nogueruela (Salvacañete) con su porche típico.La madera , el yeso y el hierro  como elementos constructivos.Foto Faustino Calderón.Gracias

                                  El Salón y una casa en la Calle Umbría de Salvacañete donde se puede apreciar el uso del yeso ,de la madera  y de la  piedra como elementos constructivos. M. López Marín


LAS TEJERÍAS

Dos parajes de Salvacañete llevan este nombre  debido a  que  en dicho lugar  se ubicó esta industria  artesanal para fabricar tejas. Esos lugares son  el Estrecho de la Tejería en Casas Nuevas y La Tejería junto a la presa de la Vega. Según mis investigaciones  hubo en Salvacañete hasta cuatro tejerías, la situada  en el estrecho de la Tejería en el camino de Tórmeda, junto a la Boquilla, la de la presa de la Vega  otra  en la Casa Nueva y  otra en Torrefuerte. Es una industria artesanal   que adquirió su auge en la Edad Moderna y que estaba  sujeta al  pago de impuestos a los Concejos municipales por la extracción de la arcilla y por las leñas  que se cortaban para los hornos de cocción. En algunos lugares arrendaban las  tejerías los ayuntamientos.
De la tejería de Torrefuerte nos habla la  escritura[4] de venta de esa finca hecha en 1927 en estos términos:” .Como a un kilómetro del caserío  se encuentra una tejería con una casa ,su horno  y una casilla entonces dedicada a pajar  de 8, 50 metros de largo por 8,20 metros de ancho”
Para ubicar esta industria artesanal era necesario disponer cerca de la materia prima, la arcilla y ambos lugares la tenían, abundante leña para los hornos de cocción y  también la tenían puesto que estaban ubicadas  junto a montes  y agua para amasar la arcilla y los dos la tenían.
El proceso de fabricación de las tejas comenzaba con la elección de una buena arcilla, se sacaba del terreno y se acumulaba en la tejería. Las tejerías se ubicaban junto a los yacimientos de arcilla para no tener que transportarla .Se  deshacía bien y se amasaba. Para hacer las piezas se hacían con moldes, se dejaban  a la sombra  y después se cocían en rudimentarios  hornos  alimentados con  leña. de gran poder calorífico. También se les conocía en otros lugares como ollerías[5] porque  también cocían ollas de barro tan necesarias  en  el hogar.
            Una tejería era una industria artesanal formada  por un obrador donde se trabajaba  y un horno de cocción de las piezas. El obrador era un espacio amplio, al aire libre, donde se trituraba la arcilla, se amasaba en balsas para preparar el barro, se preparaban las piezas, tejas, ladrillos  u ollas y se dejaban secar al exterior. También en el obrador existía un espacio cubierto para guardar las herramientas de trabajo y las piezas elaboradas. 
            Parte muy importante en una tejería eran los hornos. En algunas de ellas había más de uno grandes y pequeños. Eran de dos  cámaras, de ladrillo por dentro y piedra por fuera y de tiro vertical. Como se utilizaban para teja, a veces ladrillo y ollas  no tendrían bóveda y esta se hacía cada vez que se cargaba una hornada de  cerámica  tapando esta hornada por la parte superior.


Restos  de la antigua tejería de Casas Nuevas ( Salvacañete) Foto:Mariano López  Marín


Corrales del Molino de la Herrería (Salvacañete).Las tejas se fabricaron en una  tejería cercana, tal vez la  de Torrefuerte o la de la Casa Nueva. Foto. Ignacio Latorre Zacarés


                                       Antigua escuela de la Nogueruela  edificada en 1932 y cuyas tejas procedían  de alguna  tejería o "tejar"  cercano,tal vez de La Casa Nueva con las maderas de cuya escuela se construyó y utilizando tambien sus tejas. Es un bien protegido como recurso etnográfico. Foto Faustino Calderón.Gracias

LAS CALERAS

Las caleras[6] se excavaban en las laderas de taludes con el fin de aprovechar uno de sus lados y en las cercanías de vaguadas, arroyos y ríos donde se podían localizar con facilidad cantos de mármol (caliza). De forma circular y de una cierta profundidad, sus paredes se formaban con muro de piedra y en su interior se depositaba la piedra y grandes cantidades de madera y arbustos y se cubrían por encima con piedras que formaban como una pequeña cúpula. En la base de la calera se solía dejar una pequeña apertura para poder avivar el fuego. Después de varios días ardiendo la las piedras se habían convertido en cal viva, que tras ser extraída de la calera se usaba para “encalar” los muros y fachadas de edificios, como conglomerante en la construcción e incluso como desinfectante.
Por tanto las caleras se  construían vaciando un terreno y recubriéndolo de  una pared   a piedra  seca, en forma de herradura, en cuyo hueco abovedado, y sobre su quemadero correspondiente, se amontonaba la piedra para ser calcinada, hasta convertirla en blanquísima  cal.  Las caleras suponían devastar la leña  y los arbustos de  los alrededores de  donde se hacían.

Cómo se elaboraba la  cal y se construía una calera

Elaborar la cal[7], o hacer una calera, era un trabajo duro que requería mucha dedicación. Primeramente se hacía un agujero circular en la tierra, a golpe de pico, aprovechando la pendiente de un ribazo

           A continuación se construía una pequeña pared a modo de repisa sobre la que se iban colocando las piedras calizas que previamente se habían acarreado hasta allí con las caballerías. Poco a poco, piedra a piedra, hilera a hilera, se levantaban las paredes formando una falsa bóveda interior cuya seguridad no estaba garantizada hasta el cierre total de la misma.
 
                 A partir de ese momento se iban colocando encima el resto de las piedras hasta obtener una cúpula con la altura deseada y respetando un hueco a modo de boca o puerta para los trabajos de carga y vaciado. Una vez preparada, era el momento de encenderla. 
                La base de la estructura, bajo la repisa sobre la que empezaba la colocación de las piedras, se denominaba cenicero, por ser la zona en la que se prendía fuego y se acumulaban las brasas y las cenizas generadas en el proceso.
El calero, a través de la boca del horno, cargaba el interior con hacecillos de aliagas, preferentemente, o de bojes (bujes)[8] y se le prendía fuego a primera hora de la mañana con el fin de disponer de todo el día para controlar el fuego y llevar la cocción de la piedra a su punto ideal. La acción continuada del fuego conseguía que las piedras calizas desprendiesen toda su humedad, a la vez que el anhídrido carbónico que despedían se convertía en óxido de cal, que es lo que llamamos “cal viva”.
Para ello se requería que el calero estuviera alimentando el fuego de la calera durante tres días, con sus respectivas noches, de forma ininterrumpida. 
Cuando las piedras se ponían al rojo vivo, e incluso las llamas del fuego asomaban por el exterior de la cúpula, significaba que el horno había alcanzado ya la temperatura de 900 ó 1000 grados, siendo los ideales para la cocción. 
El color blanco posterior de las piedras indicaba que el proceso de calcinación había culminado. Llegado ese momento se cerraba la boca del horno con losas de piedra o tajas de tierra, así como cualquier respiradero, y se dejaba enfriar lentamente durante dos o tres días.


           Finalizaba el proceso retirando todas y cada una de las piedras de la estructura, que muchas veces se venía abajo durante este periodo de enfriamiento. 
Al introducir las piedras calcinadas en agua el contacto entre ambos elementos hace que la piedra caliza se desintegre formando una pasta o “cal apagada”.




Estructura de una calera .Imagenes tomadas de la web: http://www.almadiasdenavarra.com/oficios.php?sec=226&tem=140 (20-3-2014)Gracias



Usos de la cal


- Con ella se blanqueaban las paredes de la casa, tanto las del exterior como las del interior aunque eran más utilizada en el exterior.El interior se pintaba con tierras de colores.
- En la agricultura se empleaba para abonar y enmendar los campos.
- La cal servía también para desinfectar las cuadras,corrales y pocilgas ( gorrineras).
- Con ella se desparasitaban los animales y los árboles frutales.
- Los médicos recetaban agua de cal con fines muy concretos.

Las caleras de Salvacañete un recurso etnográfico  protegido

Dentro del Documento de Protección[9]  del patrimonio arqueológico  en el Planteamiento urbanístico  de Salvacañete, redactado por la Dirección de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha  con el fin de que la Consejería  de Educación, Cultura y Deportes y el  Excmo. Ayuntamiento de Salvacañete  den cumplimiento a la legislación vigente en tema de Patrimonio Histórico y Urbanismo, y se coordinen en pro de la protección y conservación de dicho patrimonio, hay un apartado dedicado al patrimonio etnográfico e industrial  y en él se contempla la protección de varias caleras existentes en  el término   indicando que “además de los Ámbitos de Protección y de Prevención cabe destacar una serie de elementos inmuebles, etnográficos e industriales que, por su calidad, tienen por sí solos una protección especial para su conservación.”
Estas caleras se utilizaban indistintamente para  fabricar yeso y cal, aunque su uso más frecuente era la cocción de las rocas de yeso.

Casa calera masada  del Ocejón
Calera caserío Fuente de la Sabina
Calera y corral de Los Cortijos
Calera Salvacañete I
Calera Salvacañete II
Calera Collado del Valle
Calera Casas Nuevas
Tejar Puntal del Manco
Corral Calera El  Cerro

En esta lista  habría que incluir alguna calera más  en Salvacañete y en alguna de sus aldeas .En la era de mis padres había una , en la Hoya del Peral otra y alguna más en La Nogueruela y Torrefuerte. De esta última nos habla la escritura de venta de Torrefuerte realizada a sus  diez renteros  en 1927 por Dª Manuela Varela de la Cerda. “En el sitio llamado  Corral del Calero[10], como  a un cuarto de legua del  caserío principal, y en su parte del Este se encuentra una paridera  de 25 metros de largo por 10 de ancho; contigua una pequeña casilla  con 6 metros de largo por 8 de ancho”

Peña del Ocejón .Salvacañete.M.Lopez Marín

Antiguo Castillo de Torrefuerte.En esta finca hubo una tejería y una calera. Foto de mi amigo Castor Barrera Marín.Muchas gracias.





[1] Este trabajo forma parte de mi obra inédita LOPEZ MARÍN , M “ Etnología y costumbres populares de Salvacañete”
[2] Este documento está depositado en  el Excmo Ayuntamiento de Salvacañete  y tengo una copia para consulta.
[3] La palabra almaina es de origen árabe.





[4] La copia de esta escritura me fue facilitada por un hijo del  tio Timoteo Soriano, Antonio Soriano. Su padre  fue  uno de los compradores Esta escritura lleva fecha de 22-12-1927, tiene el número  697 y se realizó en Cañete siendo visada el 29-12-1927. El vendedor  es Dª. Manuela Varela de la Cerda[4]  y los compradores D. Timoteo Soriano Domingo, vecino de Zafrilla y 9 vecinos más de Salvacañete. Se realizó en Cañete el 9 -1927 actuando de representante de la vendedora D. Constancio de la Rosa  y Torres oficial de la Diputación Provincial y vecino de Cuenca.
[5] Esta expresión de ollerías la oi por primera ver en Mira donde a los propietarios de la cerámica que había junto al colegio se les conocía como “ los de la ollería”.





[7] Información sacada de la web http://www.almadiasdenavarra.com/oficios.php?sec=226&tem=140 (20-3-2014)Este proceso es muy parecido al que me explicó hace años  un vecino de Salvacañete.
[8] Buje.Así es como se denomina a esta planta en Salvacañete. Tiene un gran poder calorífico. Se utilizaba antiguamente como leña y para hacer utensilios (cucharas, tenedores, corvos para las sogas, etc).Es muy abundante en el Valle del Cabriel  por la zona de Salvacañete.
[9] Este documento está depositado en  el Excmo Ayuntamiento de Salvacañete  y tengo una copia para consulta.
[10] Este Corral del Calero  sería el lugar donde acopiaban la leña para el horno de cocción y guardaban el  yeso o la cal ya elaborados para  su utilización.



BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

LOPEZ MARÍN ,MARIANO: "Etnología y costumbres populares de Salvacañete"In´´edito .Edción en ordenador. algunos trabajso publicados en este mismo blog y en la web de Salvacañete  www.salvacanete.es.
Pagina  webhttp://www.almadiasdenavarra.com/oficios.php?sec=226&tem=140 (20-3-2014)

ENLACES A OTROS TRABAJOS SOBRE EL MISMO TEMA 

 ALFREDO SANCHEZ GARZÓN
VISITA GUIADA A LOS "HORNOS DE YESO"  DE LA DEHESA DE LOS TERREROS (ADEMUZ)
Excelente artículo  de Alfredo Sánchez Garzón obre los hornos de yeso restaurados por el ayuntamiento de Torrebaja y el proceso de elaboración del yeso con dibujos ilustrativos.
Clica en el enlace para ir al artículo.
http://alfredosanchezgarzon.blogspot.com.es/2011/10/visita-guiada-los-hornos-de-yeso-de-la.html

Vista frontal e interior de un Horno de Yeso de La Dehesa-Ademuz (Valencia), 2011.

(C) MARIANO LOPEZ MARÍN

2 comentarios:

  1. Fantástico artículo sobre caleras, yesares y tejerías. En toda la Serranía pueden encontrarse, particularmente las caleras, casi todas dejadas de la mano de Dios.

    Para terminar con las instalaciones que requerían un horno, aparte de las herrerías, habría que añadir las pegueras (para hacer la pez), las miereras (destilaban el enebro merero para hacer la miera) y las carboneras (para obtener carbón vegetal). Me imagino que en Salvacañete habría alguna peguera y no sé si habría miereras y carboneras.

    Es impresionante la cantidad de oficios ya perdidos y prácticamente olvidados que eran necesarios cuando el ser humano aún estaba unido a la naturaleza.

    Muchas gracias por el artículo,

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    1. Gracias Jose María por tu extraordinario comentario..En Salvacañete había hasta cuatro herrerías en el siglo XVIII y principios del XIX y presente un trabajo en el año 2007 al III CONGRESO DE HISTORIA COMARCAL del CENTRO DE ESTUDIOS REQUENENSES en el año 2007 sobre "Las herrerías del Cabriel, un espacio de industrialización y relación entre zonas de frontera" qeu fue publicado en la Revista" Oleana" en 2008.Hay edición web en PDF de la revista y tecleando el artículo accedes a la revista donde fue publicado y al mismo. Tambien está publicado en la web de mi pueblo Salvacañete pero ahora ,por motivos técnicos,no funciona. Pegueras, miereras y sobre todo carboneras si que hay alguna en Salvacañete .Las dos primeras estaban unidas esencialmente a la ganadería para marcar el ganado aunque la miera y la pez tenían tambien otros usos. Les dedicaré próximamente otra entrada. Si quieres el trabajo de las herrerías del Cabriel te los mando a tu correo.
      Muchas gracias por tu comentario.Entre todos descubrimos esos viejos oficios tan unidos a la naturaleza en nuestra Serranía de Cuenca donde el hombre aprovechaba todos los recursos que esta naturaleza le brindaba.

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