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Hoy quiero dedicar esta entrada a  mi madre ,Bienvenida Marín Marín, l a tía Bienvenida como la llamaban cariñosamente  en nuestro pueblo ...

domingo, 21 de diciembre de 2014

CALERAS Y TEJERÍAS EN EL TERMINO DE SALVACAÑETE UN RECURSO ETNOGRÁFICO

CALERAS Y TEJERÍAS EN EL TERMINO DE SALVACAÑETE UN RECURSO ETNOGRÁFICO.[1]
                                             Mariano  López Marín.

Hace años ,recopilando los recursos  etnológicos de Salvacañete  y que forman parte de mi obra inédita ETNOLOGÍA Y COSTUMBRES POPULARES DE SALVACAÑETE, trabajé este tema de las  industrias artesanas unidas a la construcción de edificios, tanto casas como corrales y pajares u otro tipo de dependencias. He tenido la suerte de ver  en actividad alguna de ellas como las caleras, en su vertiente de fabricación de  yeso, tanto a nivel particular como industrial. Aqui en Salvacañete se les llamaba hornillos de yeso cuando se utilizaban para fabricar yeso a nivel familiar y yesares cuando lo fabricaban industrialmente, reservándose el nombre de caleras a los hornos específicos para fabricar cal de los que existieron muy pocos .
Todavía recuerdo ver en funcionamiento uno de los yesares  que  instaló el vecino de nuestro pueblo Miguel Sánchez en el Cerrito de los Yesos,  junto  a la Nacional 420,cerca del paraje del Desmonte.Fue regentado por el tio  Antonio Gómez en la década de los años 1950 cuando  fue el adjudicatario de la construcción del tramo de Carretera El Cubillo-Salvacañete como parte de la carretera de Salvacañete a Utiel y con quien trabajó mi padre.Después de él lo regentarían  Alejandro Martínez " el Tio Alejandro el Faldeto" y Timoteo Barrera. El montón de yeso molido, como lo molían, como cargaban el horno de cocción y como efectuaban la  cocción de las piedras de yeso,extraídas de una cantera anexa  son recuerdos  de esta industria  que  me vienen a la memoria.El  otro yesar situado detrás del anterior yo ya no lo ví  funcionar pero si  recuerdo la estructura de su  edificio .De ambos sólo quedan las  ruinas  de lo qeu fueron dos industrias artesanas de Salvacañete. 
 La figura de los hornillos de yeso me es muy familiar pues debajo de la era de mis padres había uno, hoy enterrado por el paso del tiempo, en la aldea de Hoya del  peral otro a la entrada de la aldea y en la aldea de Casas Nuevas otro muy cerca de la casa del tio Luis el cojo.  Y algunos mas cerca de otras aldeas   y en  aquellos lugares donde había concentración de corrales  de ganado  como en el  paraje del Cerro Monte.
De las tejerías que existieron en Salvacañete sólo queda constancia en sus ruinas y alguna de ellas  en documentos como la  que existió en Torrefuerte mencionada en su escritura de venta de 1927.
El año 2003 comuniqué a la Delegación de Cultura de Cuenca los bienes arqueológicos y etnográficos  que debían ser protegidos en nuestro término y hoy por suerte ya están declarados como patrimonio protegido, una vez redactado el plan de ordenación urbana hace unos años y elaborado el Documento de Protección[2]  del patrimonio arqueológico  en el Planteamiento urbanístico  de Salvacañete, redactado por la Dirección de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha ,hace un par de años  y en el cual se reconoce  en su anexo III los bienes del Patrimonio etnográfico de Salvacañete objeto de protección.entre estos bienes se incluyen las caleras y las tejerías . Es para mi un honor el haber aportado mi grano de arena para que esa protección sea reconocida aunque por ley  debe sera así.
A lo largo de este trabajo explico  como  eran estas caleras, como se construían, el proceso de elaboración del yeso y de la cal muy parecidos y como eran las tejerías y donde estaban ubicadas.  Es mi homenaje a las personas  que explotaban estos recursos  importantes en una sociedad rural de subsistencia y al mismo tiempo para dar a conocer un recurso etnográfico de Salvacañete  que se puede incluir en rutas turísticas  y etnográficas por el término.
       Ruinas de los    antiguos yesares de Salvacañete en primera línea. M. Lopez Marín

Debido a las necesidades para la construcción de edificios y a la abundancia del mineral del yeso en nuestras  tierras, existieron en nuestro pueblo y sus aldeas  los hornillos de yeso y posteriormente los yesares o fábricas de yeso. Otras industrias artesanas relacionadas con la  construcción son las caleras y las tejerías.  Tanto de las caleras como  de las tejerías o tejares quedan restos  en diversos lugares del término de Salvacañete que son un recurso etnográfico importante que está protegido y que debemos dar a conocer. Así se reconoce  en el Documento de Protección[2]  del patrimonio arqueológico  en el Planteamiento urbanístico  de Salvacañete, redactado por la Dirección de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha   y depositado en nuestro ayuntamiento  para consulta y para su aplicación.
En una sociedad  y en unos tiempos en  que se aprovechaban todos los recursos que el medio ofrecía  estas pequeñas industrias artesanas, caleras y tejerías, servían para  suministrar aquellos materiales necesarios  para la construcción de edificios fuesen casas, corrrales, pajares u otras dependencias  necesarias en una sociedad rural.

Salvacañete en la década de 1930.foto gentileza de mi amigo Amadeo Muñoz.Gracias


Antigua casa en la aldea de Casas nuevas ( Salvacañete).El yeso y la madera como elementos cosntructivos. Obsérvense los tapiales hechos con maderas y yeso para hacer los  muros. M. López Marín

Hornillos de yeso
Cuando una familia  iba a realizar una obra  de cualquier tipo: casa , corral , pajar ,etc necesitaba  obtener yeso en una época  en la que se construían las  paredes con  “tapiales “ hechos de  maderas , losas, algo de piedra y mucho yeso. Por este motivo  proliferaron por todo el término los hornillos para cocer esta roca. Tanto en el propio pueblo  como en sus aldeas y en muchos parajes existieron esas caleras  u hornillos de yeso de  los que todavía podemos  contemplar algunos.
El hornillo de yeso consistía  en un hueco  cilíndrico  en forma de herradura, vaciado  en un terreno cerca de donde hubiese yeso y reforzado convenientemente  con piedra  formando una pared o parapeto. La parte delantera quedaba descubierta, dando lugar a la boca por donde se metía leña hasta terminar la cocción del mineral.
El proceso de elaboración artesana del yeso era el siguiente:
1.      Se sacaba el yeso de la cantera, yesar,  y se troceaba  en trozos no muy grandes utilizando una maza o “almaina”[3].
2.      Estos trozos se colocaban en el hornillo de conocer yeso, un hueco en forma de medio cilindro  escavado en la tierra y sobre el que se colocaba un soporte de yeso de manera  que los trozos de yeso estuviesen encima  y por debajo se pudiese alimentar el horno con leña  hasta que estuviese cocido.
3.      Una vez cocido, se desmenuzaba  con la “almaina” maza de hierro con un mango de madera. Después se extendían los trozos  desmenuzados en una era  o en un sitio llano y se molía con un rulo de piedra  de los de “rular la era” o con un mazo alargado de madera hasta convertirlo en polvo, dispuesto ya para ser gastado por  los profesionales.
4.      Por último con una criba o cedazo se cernía, separando el  polvo de yeso de las granzas  o trozos de yeso sin machacar. Estos últimos se volvían a rular para  molerlos.


Recuerdo ver  hornillos de yeso en la Hoya del Peral, detrás de la casa del tio  Andrés Marín, en la actualidad año 2014  de su hija Pepita, en Casas Nuevas,  debajo de la era de mis padres en Salvacañete en el Desmonte y en muchas  aldeas y lugares del término. A veces había que transportar las piedras de yeso en caballerías desde las canteras de yeso o yesares. En Salvacañete el yeso es muy abundante y de hecho hay un paraje conocido como “El Cerrito de los yesos”, al lado del pueblo y donde estuvieron localizados dos  yesares o fabricas de yeso que lo  fabricaban para venderlo en Salvacañete y su comarca.

Ruinas de las antiguas fábricas  de yeso o yesares de Salvacañete junto al Cerrito de los yesos.
 M. Lopez Marín

Yesares o fábricas de yeso

Con el tiempo la fabricación del yeso se industrializó para  producir   cantidades para vender y esta actividad se convirtió en una industria local  y comarcal.  En el paraje conocido como cerrito de los yesos hubo dos de  estos yesares o fábricas. Una situada junto al cerrito propiedad de Miguel Sánchez, el estanquero  casado con Hilaria Valero. La otra muy cerca de la primera y de la carretera Cuenca –Teruel  junto al paraje del Desmonte  a unos 100 metros de la carretera. Esta fue instalada  por la familia Perea, ricos terratenientes y perteneció a sus hijas,  las María Josefas  que residieron muchos años en Cañete. De una de ellas, Guadalupe Perea tengo datos concretos como estudiante de Medicina en Madrid. Esta fábrica de yesos fue regentada en la década de  los  años 1950 por el tio Antonio Gómez  y 1960 por la familia de Alejandro Martínez” Alejandro el faldeto” y por  Timoteo  Barrera.
El mineral lo sacaban  a pie de  fábrica en el cerrito de los yesos donde todavía se puede ver la instalación.
Una vez sacado y troceado lo depositaban en un enorme horno cilíndrico  que había en la parte posterior de la fábrica. En la parte inferior del horno había unos apoyos de hierro. El  mineral se cocía con el espliego seco que  había quedado en agosto después de destilar la cosecha de ese año. Se dejaba, una vez seco amontonado en hacinas” cinas” Una vez cocido y enfriado se molía en un molino de luz eléctrica .Eran los años  en los que funcionaba la central de Salvacañete y posteriores cuando se trajo la luz de Villalba de la Sierra. Una vez molido se criba y se almacenaba  en un lugar seco. La producción anual era de varias  toneladas  y se vendía en Salvacañete y su comarca. Dejó de producirse por  inadecuación de las instalaciones y por falta de inversión de los propietarios para adaptarse a  las necesidades de los nuevos tiempos. Sólo quedan de ambos yesares las ruinas de lo que fue una industria local.


 En la parte delantera de la imagen “ El Cerrito de los yesos” y al lado las ruinas de los dos yesares que hubo en Salvacañete. Foto. M .López Marín.


Casa de la Nogueruela (Salvacañete) con su porche típico.La madera , el yeso y el hierro  como elementos constructivos.Foto Faustino Calderón.Gracias

                                  El Salón y una casa en la Calle Umbría de Salvacañete donde se puede apreciar el uso del yeso ,de la madera  y de la  piedra como elementos constructivos. M. López Marín


LAS TEJERÍAS

Dos parajes de Salvacañete llevan este nombre  debido a  que  en dicho lugar  se ubicó esta industria  artesanal para fabricar tejas. Esos lugares son  el Estrecho de la Tejería en Casas Nuevas y La Tejería junto a la presa de la Vega. Según mis investigaciones  hubo en Salvacañete hasta cuatro tejerías, la situada  en el estrecho de la Tejería en el camino de Tórmeda, junto a la Boquilla, la de la presa de la Vega  otra  en la Casa Nueva y  otra en Torrefuerte. Es una industria artesanal   que adquirió su auge en la Edad Moderna y que estaba  sujeta al  pago de impuestos a los Concejos municipales por la extracción de la arcilla y por las leñas  que se cortaban para los hornos de cocción. En algunos lugares arrendaban las  tejerías los ayuntamientos.
De la tejería de Torrefuerte nos habla la  escritura[4] de venta de esa finca hecha en 1927 en estos términos:” .Como a un kilómetro del caserío  se encuentra una tejería con una casa ,su horno  y una casilla entonces dedicada a pajar  de 8, 50 metros de largo por 8,20 metros de ancho”
Para ubicar esta industria artesanal era necesario disponer cerca de la materia prima, la arcilla y ambos lugares la tenían, abundante leña para los hornos de cocción y  también la tenían puesto que estaban ubicadas  junto a montes  y agua para amasar la arcilla y los dos la tenían.
El proceso de fabricación de las tejas comenzaba con la elección de una buena arcilla, se sacaba del terreno y se acumulaba en la tejería. Las tejerías se ubicaban junto a los yacimientos de arcilla para no tener que transportarla .Se  deshacía bien y se amasaba. Para hacer las piezas se hacían con moldes, se dejaban  a la sombra  y después se cocían en rudimentarios  hornos  alimentados con  leña. de gran poder calorífico. También se les conocía en otros lugares como ollerías[5] porque  también cocían ollas de barro tan necesarias  en  el hogar.
            Una tejería era una industria artesanal formada  por un obrador donde se trabajaba  y un horno de cocción de las piezas. El obrador era un espacio amplio, al aire libre, donde se trituraba la arcilla, se amasaba en balsas para preparar el barro, se preparaban las piezas, tejas, ladrillos  u ollas y se dejaban secar al exterior. También en el obrador existía un espacio cubierto para guardar las herramientas de trabajo y las piezas elaboradas. 
            Parte muy importante en una tejería eran los hornos. En algunas de ellas había más de uno grandes y pequeños. Eran de dos  cámaras, de ladrillo por dentro y piedra por fuera y de tiro vertical. Como se utilizaban para teja, a veces ladrillo y ollas  no tendrían bóveda y esta se hacía cada vez que se cargaba una hornada de  cerámica  tapando esta hornada por la parte superior.


Restos  de la antigua tejería de Casas Nuevas ( Salvacañete) Foto:Mariano López  Marín


Corrales del Molino de la Herrería (Salvacañete).Las tejas se fabricaron en una  tejería cercana, tal vez la  de Torrefuerte o la de la Casa Nueva. Foto. Ignacio Latorre Zacarés


                                       Antigua escuela de la Nogueruela  edificada en 1932 y cuyas tejas procedían  de alguna  tejería o "tejar"  cercano,tal vez de La Casa Nueva con las maderas de cuya escuela se construyó y utilizando tambien sus tejas. Es un bien protegido como recurso etnográfico. Foto Faustino Calderón.Gracias

LAS CALERAS

Las caleras[6] se excavaban en las laderas de taludes con el fin de aprovechar uno de sus lados y en las cercanías de vaguadas, arroyos y ríos donde se podían localizar con facilidad cantos de mármol (caliza). De forma circular y de una cierta profundidad, sus paredes se formaban con muro de piedra y en su interior se depositaba la piedra y grandes cantidades de madera y arbustos y se cubrían por encima con piedras que formaban como una pequeña cúpula. En la base de la calera se solía dejar una pequeña apertura para poder avivar el fuego. Después de varios días ardiendo la las piedras se habían convertido en cal viva, que tras ser extraída de la calera se usaba para “encalar” los muros y fachadas de edificios, como conglomerante en la construcción e incluso como desinfectante.
Por tanto las caleras se  construían vaciando un terreno y recubriéndolo de  una pared   a piedra  seca, en forma de herradura, en cuyo hueco abovedado, y sobre su quemadero correspondiente, se amontonaba la piedra para ser calcinada, hasta convertirla en blanquísima  cal.  Las caleras suponían devastar la leña  y los arbustos de  los alrededores de  donde se hacían.

Cómo se elaboraba la  cal y se construía una calera

Elaborar la cal[7], o hacer una calera, era un trabajo duro que requería mucha dedicación. Primeramente se hacía un agujero circular en la tierra, a golpe de pico, aprovechando la pendiente de un ribazo

           A continuación se construía una pequeña pared a modo de repisa sobre la que se iban colocando las piedras calizas que previamente se habían acarreado hasta allí con las caballerías. Poco a poco, piedra a piedra, hilera a hilera, se levantaban las paredes formando una falsa bóveda interior cuya seguridad no estaba garantizada hasta el cierre total de la misma.
 
                 A partir de ese momento se iban colocando encima el resto de las piedras hasta obtener una cúpula con la altura deseada y respetando un hueco a modo de boca o puerta para los trabajos de carga y vaciado. Una vez preparada, era el momento de encenderla. 
                La base de la estructura, bajo la repisa sobre la que empezaba la colocación de las piedras, se denominaba cenicero, por ser la zona en la que se prendía fuego y se acumulaban las brasas y las cenizas generadas en el proceso.
El calero, a través de la boca del horno, cargaba el interior con hacecillos de aliagas, preferentemente, o de bojes (bujes)[8] y se le prendía fuego a primera hora de la mañana con el fin de disponer de todo el día para controlar el fuego y llevar la cocción de la piedra a su punto ideal. La acción continuada del fuego conseguía que las piedras calizas desprendiesen toda su humedad, a la vez que el anhídrido carbónico que despedían se convertía en óxido de cal, que es lo que llamamos “cal viva”.
Para ello se requería que el calero estuviera alimentando el fuego de la calera durante tres días, con sus respectivas noches, de forma ininterrumpida. 
Cuando las piedras se ponían al rojo vivo, e incluso las llamas del fuego asomaban por el exterior de la cúpula, significaba que el horno había alcanzado ya la temperatura de 900 ó 1000 grados, siendo los ideales para la cocción. 
El color blanco posterior de las piedras indicaba que el proceso de calcinación había culminado. Llegado ese momento se cerraba la boca del horno con losas de piedra o tajas de tierra, así como cualquier respiradero, y se dejaba enfriar lentamente durante dos o tres días.


           Finalizaba el proceso retirando todas y cada una de las piedras de la estructura, que muchas veces se venía abajo durante este periodo de enfriamiento. 
Al introducir las piedras calcinadas en agua el contacto entre ambos elementos hace que la piedra caliza se desintegre formando una pasta o “cal apagada”.




Estructura de una calera .Imagenes tomadas de la web: http://www.almadiasdenavarra.com/oficios.php?sec=226&tem=140 (20-3-2014)Gracias



Usos de la cal


- Con ella se blanqueaban las paredes de la casa, tanto las del exterior como las del interior aunque eran más utilizada en el exterior.El interior se pintaba con tierras de colores.
- En la agricultura se empleaba para abonar y enmendar los campos.
- La cal servía también para desinfectar las cuadras,corrales y pocilgas ( gorrineras).
- Con ella se desparasitaban los animales y los árboles frutales.
- Los médicos recetaban agua de cal con fines muy concretos.

Las caleras de Salvacañete un recurso etnográfico  protegido

Dentro del Documento de Protección[9]  del patrimonio arqueológico  en el Planteamiento urbanístico  de Salvacañete, redactado por la Dirección de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha  con el fin de que la Consejería  de Educación, Cultura y Deportes y el  Excmo. Ayuntamiento de Salvacañete  den cumplimiento a la legislación vigente en tema de Patrimonio Histórico y Urbanismo, y se coordinen en pro de la protección y conservación de dicho patrimonio, hay un apartado dedicado al patrimonio etnográfico e industrial  y en él se contempla la protección de varias caleras existentes en  el término   indicando que “además de los Ámbitos de Protección y de Prevención cabe destacar una serie de elementos inmuebles, etnográficos e industriales que, por su calidad, tienen por sí solos una protección especial para su conservación.”
Estas caleras se utilizaban indistintamente para  fabricar yeso y cal, aunque su uso más frecuente era la cocción de las rocas de yeso.

Casa calera masada  del Ocejón
Calera caserío Fuente de la Sabina
Calera y corral de Los Cortijos
Calera Salvacañete I
Calera Salvacañete II
Calera Collado del Valle
Calera Casas Nuevas
Tejar Puntal del Manco
Corral Calera El  Cerro

En esta lista  habría que incluir alguna calera más  en Salvacañete y en alguna de sus aldeas .En la era de mis padres había una , en la Hoya del Peral otra y alguna más en La Nogueruela y Torrefuerte. De esta última nos habla la escritura de venta de Torrefuerte realizada a sus  diez renteros  en 1927 por Dª Manuela Varela de la Cerda. “En el sitio llamado  Corral del Calero[10], como  a un cuarto de legua del  caserío principal, y en su parte del Este se encuentra una paridera  de 25 metros de largo por 10 de ancho; contigua una pequeña casilla  con 6 metros de largo por 8 de ancho”

Peña del Ocejón .Salvacañete.M.Lopez Marín

Antiguo Castillo de Torrefuerte.En esta finca hubo una tejería y una calera. Foto de mi amigo Castor Barrera Marín.Muchas gracias.





[1] Este trabajo forma parte de mi obra inédita LOPEZ MARÍN , M “ Etnología y costumbres populares de Salvacañete”
[2] Este documento está depositado en  el Excmo Ayuntamiento de Salvacañete  y tengo una copia para consulta.
[3] La palabra almaina es de origen árabe.





[4] La copia de esta escritura me fue facilitada por un hijo del  tio Timoteo Soriano, Antonio Soriano. Su padre  fue  uno de los compradores Esta escritura lleva fecha de 22-12-1927, tiene el número  697 y se realizó en Cañete siendo visada el 29-12-1927. El vendedor  es Dª. Manuela Varela de la Cerda[4]  y los compradores D. Timoteo Soriano Domingo, vecino de Zafrilla y 9 vecinos más de Salvacañete. Se realizó en Cañete el 9 -1927 actuando de representante de la vendedora D. Constancio de la Rosa  y Torres oficial de la Diputación Provincial y vecino de Cuenca.
[5] Esta expresión de ollerías la oi por primera ver en Mira donde a los propietarios de la cerámica que había junto al colegio se les conocía como “ los de la ollería”.





[7] Información sacada de la web http://www.almadiasdenavarra.com/oficios.php?sec=226&tem=140 (20-3-2014)Este proceso es muy parecido al que me explicó hace años  un vecino de Salvacañete.
[8] Buje.Así es como se denomina a esta planta en Salvacañete. Tiene un gran poder calorífico. Se utilizaba antiguamente como leña y para hacer utensilios (cucharas, tenedores, corvos para las sogas, etc).Es muy abundante en el Valle del Cabriel  por la zona de Salvacañete.
[9] Este documento está depositado en  el Excmo Ayuntamiento de Salvacañete  y tengo una copia para consulta.
[10] Este Corral del Calero  sería el lugar donde acopiaban la leña para el horno de cocción y guardaban el  yeso o la cal ya elaborados para  su utilización.



BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

LOPEZ MARÍN ,MARIANO: "Etnología y costumbres populares de Salvacañete"In´´edito .Edción en ordenador. algunos trabajso publicados en este mismo blog y en la web de Salvacañete  www.salvacanete.es.
Pagina  webhttp://www.almadiasdenavarra.com/oficios.php?sec=226&tem=140 (20-3-2014)

ENLACES A OTROS TRABAJOS SOBRE EL MISMO TEMA 

 ALFREDO SANCHEZ GARZÓN
VISITA GUIADA A LOS "HORNOS DE YESO"  DE LA DEHESA DE LOS TERREROS (ADEMUZ)
Excelente artículo  de Alfredo Sánchez Garzón obre los hornos de yeso restaurados por el ayuntamiento de Torrebaja y el proceso de elaboración del yeso con dibujos ilustrativos.
Clica en el enlace para ir al artículo.
http://alfredosanchezgarzon.blogspot.com.es/2011/10/visita-guiada-los-hornos-de-yeso-de-la.html

Vista frontal e interior de un Horno de Yeso de La Dehesa-Ademuz (Valencia), 2011.

(C) MARIANO LOPEZ MARÍN

sábado, 8 de noviembre de 2014

CUANDO LOS PASTORES DE SALVACAÑETE BAJABAN AL REINO.TIEMPO DE TRASHUMANCIA EN SALVACAÑETE

CUANDO LOS PASTORES BAJABAN AL  REINO. TIEMPO DE TRASHUMANCIA EN SALVACAÑETE

Mariano López Marín



                                      Aldea de Casas Nuevas (Salvacañete)

                                        Aldea de Hoya del Peral ( Salvacañete)  lugar donde todavía quedan dos pastores trashumantes en 2014.Foto de mi amigo Toni Virtudes Segarra

                            Aldea de la Nogueruela ( Salvacañete) lugar de donde partían hace años  ganados trashumantes..Foto de  mi amigo Ignacio Latorre Zacarés. Gracias
                   
Corral del Estrecho de la Tejería. Aldea de Casas Nuevas (Salvacañete).Situado junto a una vía pecuaria que se dirige hacia el Reino de Valencia.

 Estos días de primeros de noviembre  era la época en  la que los ganados de Salvacañete y de las antiguas Tierras de Moya  iniciaban la trashumancia invernal hacia tierras de Levante , lo que se llamaba "bajar al Reino" o hacia tierras de  Andalucía o Murcia donde encontrar pastos para los meses de invierno.Esta trashumancia de  los ganados se lleva haciendo durante  siglos a través de cañadas , veredas y cordeles y todavía en Salvacañete  en el año 2014 quedan tres ganaderos  que la realizan , dos de ellos  en camión hacia tierras de Llombay y Gandía y uno todavía hace la trashumancia  andando desde la aldea salvacañetera de Hoya del Peral hasta la pedanía del Rebollar  (Requena) en la provincia de Valencia
Este artículo está dedicado a los últimos pastores trashumantes de Salvacañete, Enrique Marín Pérez, los hermanos Abilio y Fermín Muñoz y Benito Rodilla Marín herederos de una tradición de siglos en esta zona y que logran mantener con mucho esfuerzo Y también a los últimos pastores trashumantes de las antiguas Tierras de Moya, todos ellos quizá los últimos trashumantes de esta zona de frontera . Y con un recuerdo especial a mi padre, Mariano López Marín, que fue pastor trashumante y a quien debo muchas informaciones recogidas en este artículo. .
                              Rebaño de ovejas trashumantes

Entre los recuerdos de mi infancia   hay uno que no se me olvida .Era el momento en el que íbamos a esperar a los pastores y sus rebaños a los corrales del Castillejo, junto a la Tejería de Casas Nuevas, que regresaban “ del Reino” después de varios meses de permanencia en tierras de Levante. Este hecho se producía en el mes de mayo cuando ya había y hay pastos frescos en Salvacañete. Era un momento de júbilo para la familia   pues se reencontraban   pastores y familiares tras haber pasado los primeros varios meses con su rebaños en lugares muy alejados de su origen, tierras de Levante, Andalucía o Murcia.

Mi padre Mariano López Marín, sus hermanos Miguel y Félix y mi abuelo Francisco fueron pastores y ganaderos trashumantes  desde su aldea de Hoya del Peral hasta Macastre, Chiva, Domeño y otros lugares de la zona levantina, buscando en estos lugares, con mejor clima, los pastos que en su aldea no había al invierno.

La tradición y necesidad de la trashumancia invernal con los ganados se ha dado siempre en Salvacañete desde hace siglos. Nuestros pastores practicaban, y siguen practicando la trashumancia trasladando sus rebaños hacia las tierras más cálidas de Valencia lo que llamaban   “ bajar al Reino”, desde noviembre hasta Mayo, utilizando las veredas que pasaban y pasan por nuestro termino[2].. Parajes como Las Lomas de Benarruel, La Casa del Cura (Talayuelas) o el Campo de las Herrerías (entre Talayuelas y Sinarcas),Tiero, el corral de la Arcolla han sido bien conocidos por nuestros pastores trashumantes a lo largo de los siglos. Eran paso obligado de los pastores que desde Salvacañete se dirigían hasta Valencia o viceversa cuando “subían del Reino”  o bajaban a él.

Corral de la Arcolla (Chera ) lugar de paso de la Vereda de Castilla procedente de Salvacañete y de las tierras de la Serranía de Albarracín.Imagen  tomada de la web www.encherate.com. Gracias .


 Este fenómeno de la trashumancia se ha dado siempre en Salvacañete y sus aldeas y en toda su comarca, tierras altas de la Serranía de Cuenca y Serranía Baja. Los pastores se iban “ al reino”, a tierras de Valencia, de Murcia o de Andalucía. Los de la Hoya del Peral iban a Chiva, Llombay, Turis, Alborache Catadau, Macastre, Liria, Domeño, Villar del Arzobispo, Chulilla etc. , localidades todas ellas de la provincia de Valencia, “ del Reino”. El tío Luciano Castelblanque de Salvacañete y su hijos Luciano y Enrique Castelblanque bajaron muchos años a Chulilla. Recuerdo más de una anécdota de los años de estancia en el reino de esta familia, vecinos nuestros, cuando íbamos con mi padre a esquilar sus ovejas muy bien cuidadas En la actualidad, año 2010, Enrique Marín, desde la Hoya del Peral baja hasta el Rebollar junto a Requena , su primo Benito Rodilla Marín pasa el invierno en Gandía y los hijos de Ceferino Muñoz, Abilio y Fermín Muñoz, de la aldea de Casas Nuevas bajan anualmente a Llombay convirtiéndose en los últimos pastores trashumantes de Salvacañete y herederos de una tradición de varios siglos. Otros ganaderos como Cristino Soriano de Masegarejo iba con su rebaño de ovejas merinas y con el de vacas a Andalucía. El tío Pedro Jiménez también de Masegarejo se desplazaba a Murcia, a la zona de los Alcázares, en el campo de Cartagena. Timoteo Soriano, que tuvo ganado bravo muchos años y un buen atajo de ovejas merinas iba a Andalucía. El traslado hasta estos lugares se hace y hacía por veredas y cordeles, por las antiguas cañadas reales. Por Salvacañete pasan dos veredas y nuestros pastores hacían la trashumancia a través de Benarruel, Dehesa de Moya, Campalvo Campo de las Herrerías y Casa del Cura en Talayuelas, Tiero cerca de   Benageber, Villar de Tejas, Campillo de Gestalgar, Sierra de Chiva, Buñol y Alborache  tardando entre 9 y 10 jornadas en el traslado de bajada acompañados del correspondiente “hato de vereda” cargado en una caballería. Cada jornada está determinada hasta donde tienen que llegar e incluso había descansaderos y abrevaderos para el ganado. Los traslados a Andalucía o Murcia con los ganados duraban cerca de un mes.[3] En las tierras donde bajan y bajaban debe pagar los pastos a los ayuntamientos y antiguamente a las Hermandades de Labradores y ganaderos. Las veredas y cordeles estaban protegidas por leyes y estaba prohibido utilizarlas para otros usos. Ya en las últimas décadas del siglo XX algunas de estas veredas se roturaron para cultivos y en otras se ha construido. Hay un proyecto del Ministerio de Medio Ambiente par el que se están volviendo a proteger estas antiguas cañadas reales, veredas y cordeles, delimitándolas de nuevo y utilizándolas como rutas turísticas y de cultura. Se trata de recuperar parte de la función que tuvieron antiguamente como caminos de paso de ganados y personas y como vías de intercambio de cultura. Los ganaderos hablaban con los vecinos de los lugares por donde pasaban con sus ganados, con los guardas rurales, establecían relaciones con los vecinos de los lugares de hibernada, aprendían sus costumbres y vocabulario, llevaban a esas zonas costumbres nuevas, tenían que aprender los usos del suelo y de las plantas en los lugares donde pastaban sus rebaños, los nombres de los parajes, de las fuentes, las fiestas de cada localidad, impregnarse de la cultura propia de esos lugares y sobre todo no olvidar y difundir la propia. Las generaciones de mis padres y de mis abuelos hablaban de muchas personas de los lugares donde bajaban con el ganado con la misma familiaridad que si hablasen de sus propios vecinos. Guzmán, secretario de la Hermandad de Labradores y Ganaderos de Domeño, tenía muchos amigos en Salvacañete y sus aldeas, amigos hechos entre los pastores que bajaban al reino. Cada año venía para las fiestas de septiembre y se alojaba casa de Petra Yuste,” Petra la Calonja”. Era amigo de su marido que había estado muchos años de pastor en Domeño con algún atajo de ovejas de la Hoya del Peral o de otras aldeas de Salvacañete. Guzmán aficionó a las gentes de nuestro pueblo a   las “ carretillas “ o “ cohetes rateros” y aquí entre nosotros era uno más del pueblo.

Este contacto de nuestros pastores con gentes de los lugares de hibernada dio lugar a relaciones especiales entre los lugares de origen y los lugares donde pasaban el invierno. Mas de un matrimonio se ha celebrado entre pastores de Salvacañete y de otros lugares de las tierras de Moya con chicas de Domeño, de Turís, de Alborache, de Chera, de Sueca, de Macastre o de Chiva por citar algunas poblaciones donde iban nuestros pastores. En el caso de Salvacañete algunos de los hijos del tío “Luis el cojo” de Casas Nuevas, Luis Marín, están casados en Calles y Domeño; Quintiliano Marín en Marines, Eustaquio Linuesa en Quesa (Valencia), Enrique Marín tiene casa en Alborache, José Jiménez   Vizcarra de Masegarejo se casó en los Alcázares (Murcia) donde bajaba con su hermano Pedro Jiménez Vizcarra con el ganado. Pedro Jiménez, hijo del tío Pedro de Masegarejo se casó en Cartagena y allí tiene negocios de hostelería. Bajó muchos años al Campo de Cartagena con su padre y con el ganado. La familia Rodilla Marín, actualmente residentes en Gandia han ido allí muchos años con su ganado y su hijo Benito Rodilla Marín todavía sigue bajando desde la Hoya del Peral donde pasa la primavera y el verano.
La ganadería en Salvacañete y en las Tierras de Moya supuso también la existencia de muchas profesiones vinculadas a ella. Además de los pastores, los esquiladores[4] que recorrían nuestro término y los lugares próximos de Cuenca y Valencia en los meses de junio y primeros de julio esquilando los rebaños y quitándoles la lana, en otros tiempos con mucho valor; los guardas de campo de las Hermandades de labradores y ganaderos que vigilaban los campos y recontaban los rebaños para determinar la cantidad de pastos que debía pagar cada ganadero, en el caso de Salvacañete Heliodoro Abril y Luciano Yuste; los carniceros, los capadores que castraban cerdos y cerdas, mulos, caballos y toros, los albarderos y guarnicioneros antiguas profesiones unidas al mundo rural. Y si nos remontamos a siglos anteriores los guardas del ganado de cerda que pastaba en los matorrales de nuestro término, los guardas de ganado vacuno, los duleros y duleras que cuidaban de la dula, ganado comunal formado por caballerías, los cabreros, los tratantes de caballerías, los entradores de ganado que lo compraban para llevarlo a los mercados, los albéitares o antiguos veterinarios y los pellejeros que compraban las pieles de los animales que se habían sacrificado como Teodoro Torralba de Salinas del Manzano o Dámaso Espinosa de Salvacañete. A las ferias de ganado se llevaban carneros para vender. Desde Salvacañete se iba a Cedrillas (Teruel), a su famosa feria[5] , con carneros y mulos.

         Cuando se iban los pastores al reino, hacia últimos de octubre, los caminos de vereda se llenaban de actividad. Eran muchos los que hacían la bajada a distintos lugares de Valencia, Murcia o Andalucía en los años 1940 a 1970. Desde la Hoya del Peral partían los rebaños del Tío Petronilo, del tío Paco, de los Cecilios, de Bautista o de Lucas Marín, de Esteban Marín, de Mariano Marín, de Francisco López o de Víctor Marín hacia tierras valencianas desde Chiva a Domeño, Macastre, Alborache, etc. De Casas Nuevas partían los del tío Luis “El Cojo”, Ponciano, Los Robertos, El tío Rufino Marín y otros ganaderos. Desde Masegarejo el tío Pedro Jiménez iba hacia Murcia y Cristino Soriano hacia Andalucía lo mismo que su tío el tío Timoteo de Torrefuerte, ambos con rebaños de ovejas merinas y ganado bravo. Desde los Cortijos y La Nogueruela varios ganaderos hacían la trashumancia hacia tierras levantinas.


                                       Cañada Real número  12  desde tierras  de Albarracín hasta el reino de Valencia pasando  por localidades de las Tierras de Moya en dirección hacia Camporrobles, Fuenterrobles,Caudete, Utiel , Requena enlazando con la que viene de tierras de la Manchuela conquense desde Iniesta por Vadocañas.


                     Veredas que pasan por el  Marquesado de Moya.Mapas elaborados por mi amigo Jose´Saiz Valero.Gracias

         Cada rebaño iba acompañado por varios pastores y de una caballería cargada con el hato, comida, sábanas y mantas. Mas de seis personas se ocupaban del traslado del ganado, unos con las ovejas de cría, otros con el “ vacío”, ovejas que no habían criado, otro u otros con el “ hato” y el “suministro”. Cuando los rebaños eran mixtos con ovejas merinas y vacas cada grupo de animales iba con unos pastores, tal es el caso de Timoteo Soriano y sus sobrinos Cristino y Catalino Soriano que tenían ovejas y vacas y se trasladaban a Andalucía cada año. Desde Salvacañete y sus aldeas hasta Domeño, Chiva, Macastre, Turís, Alborache, Villar del Arzobispo, Tormé solían tardar entre nueve y diez días en “ hacer el camino de vereda”. Cada jornada estaba determinado hasta que lugar debían llegar caminando con el ganado por la vereda y sus alrededores. En Salvacañete salían en la 1ª jornada[6] desde el Paraje de la Tejería y llegaban hasta Benarruel, en el término de Moya, cerca de Pedro Izquierdo, la 2ª jornada transcurría desde Benarruel y finalizaba en Campalvo pasando por la Dehesa de Moya. En la 3ª jornada de vereda iban desde Campalvo hasta el Campo de las Herrerías, entre Talayuelas y Sinarcas pasando por la Casa del Cura en Talayuelas que queda junto a la carretera Landete -Utiel, a mano derecha. En la 4ª jornada se dirigían desde el Campo de las Herrerías hasta Tiero, en Benageber, junto a la antigua fábrica de piñón pasando por la aldea de Villanueva. La 5ª jornada de vereda transcurría entre Tiero y el Corral del Magro en Villar de Tejas, en el término de Chelva, muy cerca de Utiel y de su Santuario del Remedio.. La 6º jornada iba desde el Corral del Magro hasta el Collado de la Argolla o de la horca en Chera. En la 7ª jornada cruzaban el pantano de Chera y llegaban al Campillo de Gestalgar. La 8º jornada transcurría desde el Campillo de Gestalgar y la Sierra de Chiva, concretamente el paraje Pozo Mocoso. La 9º jornada llevaba a pastores y rebaño hasta Buñol y Alborache. A veces continuaban en una 10ª jornada hasta Turís y Real de Montroy. Si el destino era Domeño, Villar del Arzobispo, conocido entre nuestros pastores como “El Villar”, Losa o Chulilla desde el Campo de las Herrerías, en la 4ª jornada de vereda, se dirigían a Tuejar por otra vereda que transcurría por la comarca de los Serranos. Desde Tuejar a Chelva en la 5ª Jornada. En la 6º jornada a Calles y Domeño. En la 7ª a Losa o Villar del Arzobispo y desde allí en la 8ª y 9º jornada a Chulilla o Liria. Comían y dormían con el ganado. La comida se la preparaban en los mismos pastores: carne frita de cordero [7]u oveja, derivados del cerdo, gazpachos, migotes o migas, gachas, “ bajocas”, arroz, etc. A veces llevaban algún “ zagal”, chico de la misma familia o de otra que les acompañaba cobrando algo. El zagal vigilaba la comida, el hato[8] y recogía el agua en las numerosas fuentes que había a lo largo del camino de vereda.
Estos caminos de vereda descritos desde Salvacañete hasta las comarcas valencianas de Los Serranos, Campo del Turia y Hoya de Buñol eran realizados por pastores de Salvacañete y sus aldeas y gentes de pueblos situados en torno a Moya como, Algarra, Garcimolina, el Cubillo, Landete, Santo domingo de Moya y sus aledaños, Talayuelas, etc. Los de Salinas del Manzano, Campillos de Paravientos y Fuentelespino de Moya, Tejadillos, Cañete y alrededores utilizaban algo más la cañada procedente de Albarracín, la nº 12 que pasaba por Salvacañete, Alcalá de la Vega, Fuentelespino de Moya, Landete y Camporrobles donde se unía a la Cañada Real de Castilla. Los de Zafrilla, Huerta del Marquesado, Laguna del Marquesado y Valdemeca utilizaban la Cañada Real de Cuenca a través de  Valdemoro y Tierra Muerta para dirigirse a los Palancares y Cuenca donde embarcaban el ganado en tren o continuaban el Camino por El Terminillo en dirección a Andalucía donde han pasado el invierno tradicionalmente. Un mes largo de bajada y otro de subida. Hasta hace unos años, año 2005, la ganadería brava de Benito Mora de Zafrilla y pastando en La Reclova hacía todavía el camino de la trashumancia acompañado de muchos vaqueros, caballos y perros. Un mes de camino del que me informó hace años Crescencio Sánchez, un salvacañetero que estuvo de vaquero con esa familia. La ganadería brava de Alicia Chico  de Terriente y pastando en Orihuela del Tremedal (Teruel) también hace todavía en el año 2014 el camino de la trashumancia hacia Andalucía.

         Algunos ganaderos de Salvacañete como los de Masegarejo y otros de zonas próximas de Teruel iban de invierno a Murcia, al campo de Cartagena.
Los pastos de los lugares donde pasaban el invierno los arrendaban a las Hermandades de labradores y ganaderos de esos lugares por un tanto cada año con derecho a corral. Arrendaban un cuarterón o dos según el rebaño. Un cuarterón es un trozo de terreno para pastos. En algunos lugares, como la Sierra de Chiva, eran libres de pastos y podían pastar libremente sin pagar nada. Por esta Sierra de Chiva pasaba un ramal de una vereda hacia Buñol, Alborache, Macastre, Turís y Real de Montroy.
Cuando llegaban al lugar donde iban a pasar el invierno se alojaban en alguna casa del pueblo o en alguna caseta junto a los corrales donde encerraban el ganado. Si la casa era buena tenía aljibe dentro. Mi padre me ha contado que él y sus hermanos estaban en una buena casa con aljibe y ciertas comodidades que en aquella época, años 1940 y 1950, otras casas no tenían. Cuando regresaban cada noche debían prepararse la cena de caliente y el ” avío “ para el día siguiente consistente en pan con tajadas de orza o de tocino. Periódicamente alguno de los pastores o algún miembro de la familia les llevaba · “suministro” desde Salvacañete y sus aldeas: patatas, arroz, bajocas, harina, tajadas de orza, algún tocino, manzanas y vino. De este último se solían abastecer en los lugares donde estaban. Las tortas para hacer gazpachos[9] las amasaban los mismos pastores y las cocían en la lumbre, sobre las ascuas colocando dos capas de ascuas. Para amasar utilizaban una piel sobada y curtida que les servía para mezclar la harina, el agua y la levadura y trabajarla. Con la harina hacían gachas y con el pan duro y patatas “ migotes”. Las patatas en caldo, el arroz con tajadas, los gazpachos y los “ migotes” y las “ bajocas “ eran platos muy utilizados. Cuando los pastores bajaban por primera vez al reino y eran muy jóvenes debían aprender a cocinar[10]. Algunos con 10 u 11 años ya se iban de pastores, comenzando de zagales.

Las veredas que pasan pos Salvacañete

El término de Salvacañete está cruzado por varias veredas[11] que provienen de la Sierra de Albarracín o se inician en el propio término dirigiéndose todas ellas hacia el Reino de Valencia por distintos lugares. En los corrales del Llanillo, enfrente del pueblo, se inicia una vereda que pasa por el Desmonte. La casa de la Tía Hipólita y del tío Jesús Yuste estaba dentro de esa vereda y por eso tenía dos puertas para que pudiesen entrar y salir los animales. En el Desmonte se le une otro ramal que procede del pueblo y que pasa entre la era de mis padres Mariano Y Bienvenida y la de Jesús Yuste y la del Tío Saturnino de la Caseta y el tío Valeriano el Sacristán por donde baja el carril del pueblo y antiguo camino de salida de ovejas y cabras. Desde el Desmonte se dirige esta vereda por el Cerrito de la buitrera o Cerrito de los yesos por la Solana de Santeroncillo hasta los Corrales de la Erilla, lugar de encuentro con otro ramal de vereda que llega desde la Hoya del Peral. A este aldea salvacañetera, siempre con gran riqueza ganadera, llega una vereda procedente de Arroyo Frío y de otros lugares de la Comunidad de Albarracín y desde el Paraje de los Urdiales, antigua dehesa ganadera al pie de la Cruz de los Tres Reinos, se dirige por la misma Cruz y y por toda La Muela[12], ceja adelante, hasta el Paraje de la Jarilla, junto al camino de Arroyo Cerezo. Desde allí por el Corral de Juaniches y el Ojo el Tendero y a través de La Manga de Casas Nuevas sube por el Cerro hasta los Corrales de la Erilla, donde se junta con otra vereda procedente de Salvacañete. Desde la misma Jarilla sale otro ramal de vereda que recorre Los Corrales y Cañada de los Barrancos, la Cueva del Tío Bruno, Bruno Marín, colgada en un alto, siguiendo Solana adelante hasta el Corral del Zorro y por el Puente Rebollo cruza la carretera N. 420 Cuenca Teruel hacia el Camino de la Tejería de Casas Nuevas y Los Castillejos para dirigirse por Los Arenales hacia La Solana de las Cuevas y adentrarse en la Sierra de Algarra por la Casa de Pocopán y desde allí por Valdelagua dirigirse a Benarruel. Por esta vereda pasaban en los años 1930 a 1950 las vacas de Checa[13] (Guadalajara) cuando iban de trashumancia. Esta última vereda, desde los Castillejos era la que utilizaban los de Salvacañete y sus aldeas para ir al Reino de Valencia, zonas de las comarcas de los Serranos, Campo del Turia y Hoya de Buñol.



 Mapas de las veredas que pasan por Salvacañete. Elaborados por mi amigo José Saiz Valero.Gracias

Por Salvacañete pasan las cañadas reales 12 y 13, según la Asociación General de Ganaderos sucesora de la Mesta. La número 12 tiene su origen en la Sierra de Albarracín, penetra en el Marquesado por Zafrilla, dirigiéndose a Camporrobles después de pasar por Salvacañete por los parajes de la Cumbre, La Cañá, el Ballestero, Collado de Salinas, compartida por ambos pueblos y Castillejos. Después se dirige Alcalá de la Vega, Fuentelespino de Moya, Landete, Garaballa Y Aliaguilla. La número 13 se separa de la anterior en Salvacañete para marchar por Garcimolina y Moya a Santa Cruz y desde aquí Aras de los Olmos y Alpuente, ya en tierras valencianas.
 
                                        Cañada Real nº 12 proveniente de Zafrilla.Entra por Salvacañete, y continua por Salinas del  Manzano, Alcalá de la Vega , Campillos de Paravientos ; Fuentelespino de Moya, Landete, Garaballa y Aliaguilla.

                                       Trashumancia  de ganados desde Guadalaviar ( Teruel ) hasta Andalucía.Imágenes tomadas del Magazine de Levantye_EMV  publicado en  Noviembre de 2010.Gracias.





A LOS PASTORES  TRASHUMANTES DE SALVACAÑETE

Hoy quiero homenajear
a estas personas que llevan
sus rebaños a pastar
a otros lugares y tierras
sea en Murcia o Andalucía
 o al Reino de Valencia.

Sois herencia apreciada,
historia de nuestra tierra
de ganados trashumantes
que transitan por veredas
conducidos con esmero
por vuestra mano diestra.

En otoño es la bajada ,
varios días de tarea
por lugares diversos
hasta llegar a la meta ,
esas tierras de hibernada
que dejareis en primavera
cuando sobre las montañas
ya haya hierba fresca
en este Salvacañete nuestro
que se alegra  cuando regresan
los rebaños y pastores
desde el reino de Valencia,
antes también de Murcia
 o desde Andalucía ,lejana tierra..

Quizá amigos pastores trashumantes
seáis los últimos  de esta tarea
pero habéis  demostrado con creces
que os gusta esta faena,
de mucho esfuerzo y dedicación,
de varios días de vereda,
de entrega diaria al rebaño
y de muchas carencias .

Habéis llevado cultura
desde estas tierras nuestras
a  los lugares de hibernadas
sean estos los que fueran,
tanto Murcia , Castellón o Andalucía
como al reino de Valencia.
Habéis convivido y convivís
 con gentes diversas
que conocen nuestra cultura
y la suya nos enseñan,
tradiciones ancestrales,
muchas palabras nuevas,
conocimiento de la naturaleza,
de los parajes y fiestas
y sobre todo entre vosotros
hay franca convivencia
que os convierte en embajadores
de esta nuestra tierra
allí donde hibernáis,
tierras cálidas de Valencia.

Habéis seguido  una tradición
de siglos y de solera
cuando muchos rebaños
la trashumancia hicieran
desde este pueblo singular
de la Serranía de Cuenca
por el que pasan desde antaño
cordeles y veredas
desde la Sierra de Albarracín
y desde tierra de Molina señera..
Todas ellas se dirigen
al reino de Valencia
Cañada Real de Castilla
que pasa por Chera .
Por ese  lugar singular
pasáis cada otoño y primavera
con vuestros ganados y hatos ,
con  vuestras ilusiones y experiencias
con destino a los pastos
del reino de Valencia
y a la vuelta a los más frescos
de Salvacañete en primavera
o de otros lugares
de esta zona de sierra
lugar de trashumancia
de ovejas y de colmenas
en otros tiempos no muy  lejanos
cuando  os juntabais en Chera
pastores y colmeneros
 cada uno en su tarea..
Los colmeneros dejando
para el invierno sus colmenas
en tierras más cálidas
con flores nuevas,
los pastores  transitando
por caminos y veredas
la Peña Machero  contemplaba
el paso de las ovejas
y el corral de la Arcolla
denotaba la  presencia
de ganados trashumantes
de las tierras de Cuenca
que por la vereda de Castilla
bajaban  hasta el reino de Valencia.,
trajín caminero constante
por cordeles y veredas
y que hoy en día
poco de eso queda,
algunos de vosotros
todavía hacéis la vereda
muy pocos ya
quizá los últimos de esta tarea.

Gracias amigos pastores trashumantes
tal vez los últimos de esta y otras tierras
habéis hecho  historia
de una tradición señera
que arranca desde antaño
y que  ya en la Edad Media
quedó regulada por el rey
en el Concejo de la Mesta ,.
Cañadas de noventa varas ,
veredas más estrechas ,
caminos pastoriles del ganado
que trashuman en otoño y primavera
desde las altas montañas
hacia el reino de Valencia.
A la vuelta camino inverso
regresando a nuestra tierra
que recobra vida otra vez
oyendo balar a las ovejas ,
viendo nuevamente a los pastores
que a su casa regresan
tras seis meses de hibernada
en otras lejanas  tierras.

El Castillejo y sus alrededores
son una auténtica fiesta
en el mes de mayo
cuando los pastores regresan.
sobre las Praderas del Reino
se recrean y descansan  las  ovejas
 y los pastores charlan
de  su invierno y su faena..
Un año  más y ya son muchos
regresan del reino de Valencia
con la  alegría innata
del que a su casa regresa..
En otoño volverán,
tal vez la última vez sea ,
la trashumancia es dura
y hay que conocerla..

Recuerdo  con gran cariño
muchas y hermosas  vivencias
cuando  íbamos de niños a la Tejería
a esperar a las ovejas,
y a los pastores que regresaban
del Reino de Valencia
en el mes de mayo
a los pastos frescos de la  sierra
en tierras de Salvacañete
tierra de muchas ovejas,
en otros tiempos importantes
hoy  muchas menso quedan..
Eran días luminosos
de hermosa primavera
los campos verdeaban
con mucha hierba fresca
y los ganados regresaban
a todas estas tierras
desde Murcia  o desde Andalucía
o desde el reino de Valencia
tierras del antiguo Marquesado de Moya,
tierras de la Serranía de Cuenca,
de la Sierra de Albarracín
o de tierras de Checa
ya en tierras de Molina
que por aquí hacían la vereda..


Amigos pastores trashumantes
de esta tierra nuestra
Abilio, Fermín, Enrique y Benito
que   camináis por veredas
cada año, y ya son muchos
en otoño y primavera.
Para vosotros es este homenaje
bien merecido de veras
por vuestro enorme trabajo
y por vuestra gran entrega
cada día y cada instante
 a vuestras hermosas ovejas
que un año más  han realizado
la trashumancia por veredas
desde Salvacañete  , nuestro pueblo
hasta el Reino de Valencia
como lo han hecho durante siglos
los pastores de esta tierra
que  hoy se siente orgullosa
de que esta tradición se mantenga
cada vez con más dificultad
y un gran esfuerzo os cuesta..

Mariano López Marín
Utiel, marzo 2012


  



[1] LOPEZ MARÍN, MARIANO “ Tiempo de Trashumancia” Edic Rodeno.Cullera 2012. Es un estudio de la ganadería en Salvacañete , en las antiguas Tierras de Moya  y en zonas próximas de la Sierra de Albarracín desde los puntos de vista histórico y etnológico.
[2] Sobre la costumbre de “bajar al Reino” la tengo recogida en “ETNOLOGÍA Y COSTUMBRES POPULARES DE SALVACAÑETE”. LOPEZ MARÍN, MARIANO. Inédito. Y nuestro paisano AURELIO YUSTE VALERO en sus obras   “ Voces del Pasado” y en “ Adiós labriego, adiós” Hay también un interesante artículo sobre este tema en GACETA CONQUENSE “ La trashumancia en Moya” de TEMPRANO, Carlos F.

[3]Tengo recogidos testimonios de esos traslados durante un mes de vereda de Saturnino García y Crescencio Sánchez que hicieron el camino varias veces con Cristino Soriano el primero y con Benito Mora el 2º Op. cit López Marín, MARIANOSALVACAÑETE: SU HISTORIA Y SUS GENTES y “Etnología y costumbres populares de Salvacañete”. Inédito.
[4]Mi padre, Mariano López Marín ha siso esquilador muchos años.
[5] El tío Alfonso Marín, “ Alfonso el Capador” me contó algunas veces cuando iba a Cedrillas a vender carneros.
[6]Este camino de vereda y todas las jornadas lo hizo varias veces mi padre, Mariano López Marín, y él me ha informado con todo detalle de lugares, parajes y puntos de llegada en cada jornada de vereda. Todas las personas de su generación, ahora en MAYO de 2010 con 80 y más años recuerdan perfectamente estos caminos de vereda que hicieron por primera vez cuando tenían 15 años o menos. Él realizó la primera bajada al Reino en el año 1938 cuando tenía 15 años. Y realizó el camino varios años.
[7]Información facilitada por mi padre Mariano López Marín.
[8]Mi tío Saturnino García Sahuquillo fue de zagal con Cristino Soriano cuando iban a Andalucía y me contó muchas anécdotas de esos días de vereda, un mes intenso de camino.
[9]De ahí el nombre de “ tortas de pastor
[10] Mi padre, Mariano López Marín, me contó infinidad de anécdotas de cuando él fue la reino el primer año con tan solo 12 años.
[11] La información de todas las veredas que pasan por Salvacañete es de mis padres Mariano López Marín y Bienvenida Marín Marín facilitada cuando abordo este trabajo a finales de diciembre de 2004. Los parajes de Salvacañete y sus aldeas están en cursiva y los lugares muy importantes en negrita para destacarlos.
[12]Este vereda es conocida como “Vereda de la Cruz del Marino” pasando por las proximidades del paraje del  Hontanar ( Hoya del Peral ) donde hay una fuente y numerosos corrales de ganado. Este paraje era lugar de paso de ganados trashumantes de Jabaloyas,  Alobras  y otros lugares de la Sierra de Albarracín.

[13]Información facilitada por mi madre, Bienvenida Marín Marín que las vio varias veces cuando vivían en La Boquilla. Recuerda verlas por la Solana. Eran una atracción en aquellos años


ENLACES A OTROS ARTÍCULOS EN ESTE BLOG  DEDICADOS A LA TRASHUMANCIA.







.Croquis de las vías pecuarias del término de Salvacañete.1954. AHN Sección Mesta Exp 56, imagen 14

Vista de Salvacañete desde El  Llanillo.Foto de Alfredo Montero Martinez.Gracias.