Mariano
López Marín
18-11-2017-. Villa de
Moya
“Un
antiguo trabajador de industrias Manclús visita el reloj de Moya "
Se llama Vicente Tomas,
vive en Valencia y nació en Carricola (Valencia), tiene 86 años, ha estado cerca
de 40 años arreglando relojes y montando
campanas por todos los continentes, trabajó en industrias Manclús, (campanas y
relojes), conoce perfectamente la historia de la campana del reloj de Moya, no
conoce el mecanismo del reloj de Moya, y dada su antigüedad deseaba conocerlo
.
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Un momento de la entrevista a D. Vicente Tomás Calatayud en el campanario de la iglesia de Santa María de Moya junto a su reloj del siglo XVIII que vino a visitar. Fotografía de Sergio Cano. |
“Aquel
tañido de la campana doblando en campos y barbechos en surcos y barrancas, se
llevó la ultima niebla, antes de que amaneciera la mañana”.
Las
campanas han marcado y siguen marcando la vida diaria de nuestros pueblos y
ciudades desde la edad Media. Convocar al concejo, avisar de peligros, dar
informaciones de actos religiosos, fiestas, formar parte de relojes y un largo
etcétera de actividades. No se puede entender la vida de un pueblo o
de una ciudad sin el sonido de sus
campanas que se convirtieron desde siempre en signo de poderío en catedrales,
iglesias, ermitas, en sus campanarios y
en edificios públicos.
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El
Sr. Vicente Tomás Calatayud a la izquierda de la imagen junto a Sergio
Cano actual encargado del reloj de Moya,
en el centro, y José de Titaguas a la derecha. Detrás de ellos el reloj de Moya.
Foto Mariano López Marín.
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El sábado 18 de
noviembre , por la tarde estuve, en Moya entrevistando a Vicente Tomás, un
jubilado de 86 años que trabajó casi 40 años en la empresa valenciana Manclús
como artesano relojero instalando relojes en iglesias y otros lugares de todo
el mundo. Vino a conocer el reloj de Moya acompañado de dos amigos suyos José,
de Titaguas y Enrique. Estuvieron antes en Chelva y Titaguas. En la provincia
de Cuenca instaló más de 50.Fue una entrevista amplia al lado del reloj y nos
contó infinidad de vivencias y se quedó maravillado del reloj de Moya, su amigo
como él lo definió .Mas de 1 hora de entrevista que tras transcribirla os doy a
conocer su contenido.
Mi amigo Sergio Cano de
Pedro Izquierdo y encargado actual de
dar cuerda al reloj de Moya se puso en
contacto conmigo para ver si yo podía hacer la entrevista a Vicente Tomás Calatayud. Y no pude negarme.
Estas fueron sus palabras textuales: “Le
pedí a Mariano López que acudiera a Moya para que fuera él quién realizara la
entrevista a este señor que tantas cosas nos contó, realizando una entrevista
fabulosa, amplia, maravillosa “Previamente, uno de los acompañantes de
nuestro entrevistado, José natural de Titaguas,
que ya conocía el reloj de Moya, solicitó permiso al ayuntamiento para
visitar la villa y ver este reloj con sus acompañantes
En la tarde del pasado
18 de Noviembre de 2017, como había acordado personalmente con José de
Titaguas, previo permiso del
ayuntamiento de Moya, se desplazaron a Moya tres personas, José, Enrique, y
Vicente Tomás, con el empeño e iniciativa de José de visitar varios municipios
con sus dos compañeros de viaje, terminando la visita en Moya con el objetivo
de visitar su famoso reloj y ver la villa. Al comentarle a nuestro entrevistado
su amigo José que este reloj era del siglo XVIII le dijo que no conocía ese
reloj pero sí la campana que daba sus sonidos y que él había desmontado en los años 1960.
Me
dirigí raudo desde Utiel a Moya y poco
más de la cuatro de la tarde ya estaba en la iglesia de Santa María donde me esperaba mi amigo Sergio Cano, Fernando
Igual el alcalde de Moya que tenía un especial interés en saludar y
conversar con Vicente Tomás y preguntarle muchas cosas, Antonio y su esposa
Victoria vecinos míos en Landete y
Julián de Santo Domingo. Nuestro entrevistado estaba subiendo al
campanario de la iglesia de Santa María, ya en los últimos peldaños acompañado de sus amigos y de los
anfitriones. Demostró una enorme fuerza de voluntad porque debe utilizar
andador para moverse pero dijo que quería subir. Allí saludé a todos los
presentes y a Vicente Tomás, que ya
tenía referencias mías por mi amigo Sergio Cano y ya se había sentado frente al reloj de
Moya. Allí mismo realizamos la entrevista
llena anécdotas y curiosidades y sobre todo de mucha gratitud hacia
una persona extraordinaria donde
las haya
que compartió sus saberes y su buen hacer con nosotros en el marco incomparable del campanario de la
iglesia de Santa María de Moya, en esta villa murada que poco a poco va viendo
sus monumentos restaurados y que enamora al que la visita .Muchas gracias.
Mi amigo Sergio Cano dando cuerda al reloj en
un momento de la entrevista. Foto Mariano López Marín
CONTENIDO DE LA ENTREVISTA
Sobre
el entrevistado y su visita a Moya.
Me llamo Vicente Tomás
Calatayud. Tengo 86 años y nací en un pueblo de Valencia llamado Carrícola.
Estuve trabajando en industrias Manclús desde 1956 hasta 1990. Monté casi
todos los relojes que pone
Manclús en las esferas.
Sí que conocía Moya
porque me tocó venir una vez a quitar una campana y el pueblo estaba muy
disgustado porque se la llevaran porque
era la campana del reloj. Yo simplemente la bajé utilizando cuerdas y después
el Sr. Obispo se la llevó a Cuenca. Me
marché a casa con el jefe que vine y ya
no he sabido más de ella.
He venido a Moya con un amigo
que tengo en Titaguas que quería enseñarme muchas cosas por esta zona.
Hemos estado por toda la comarca. En
Chelva viendo el reloj y esta tarde aquí muy
a gusto con todos ustedes porque aquí tienen un reloj para venir y verlo
al que le guste esta faena.
Sus
comentarios sobre el reloj de Moya
Este
reloj, prácticamente como se dice, es un reloj muy respetable, es una joya.
Estos son relojes que no conocen las
máquinas para su fabricación son relojes como les llamamos todos de fragua. Los
dientes se hacen con unas varillas sobre la rueda caliente y buscándole la
relación pues todos son múltiplos de 60, no se le puede dar otra cosa. En otra
cosa podrá usted tener tolerancia pero con el reloj no tiene ninguna
tolerancia. Todos los parámetros tienen que
coincidir con 60 que son los 60 minutos que tiene la hora y los 60
segundos que tiene cada minuto.
Las piezas que tiene este reloj son una para
el movimiento que se le llama y las
otras para la sonería. Porque éste tiene
el movimiento que es el que lleva la marcha del
reloj. Lo que no tiene es esfera
para que se vea, el reloj solamente suena. Y toda la parte de la derecha es todo el mecanismo de
sonería en la cual cada vez que llega la hora y cada vez que llega la media
suena la campana la hora que es.
Interior
del reloj de la torre de la iglesia de Santa María de Moya. Foto Mariano López
Marín
Cómo aprendió el oficio de instalador de relojes
de torre y campanas.
Más que nada he
trabajado en industrias Manclús en relojes
aunque también he hecho algún trabajo en campanas. Aprendí el oficio no
sé porque debido a la divina providencia que me llevó. En este momento,
Vicente se emocionó ostensiblemente. Llegué a
industrias Manclús y había sido monaguillo toda la vida y había pasado toda la vida en la iglesia .Me
pedían muchos sacerdotes muchísimas cosas
y era yo el que tenía que
aclararlas porque las conocía. Hasta tal punto que acabé mi vida laboral en casa
de Manclús como jefe de taller.
¿Estuvo
usted trabajando en toda España y en el extranjero?
He viajado por toda España y conozco todas sus
comunidades y en la que más he entrado por mi trabajo es en Castilla La Mancha.
He estado en las cincuenta y dos provincias
haciendo mi labor y le he dado más de veinte vueltas a cada una. Y
después también estuve una vez que hice tres viajes a Caracas, donde monté tres
relojes. En un viaje solamente fui a
poner una campana. Las otras veces en el
primer viaje monte dos relojes
y en la segunda uno. Eran clientes de
España. Donde monté dos el sacerdote era de un pueblo de Cuenca, al lado de San
Clemente
¿Cuándo Vd. trabajaba en industrias Manclús cuántos
trabajadores había?
En casa de Manclús
además de hacer relojes y campanas también hacían mucho mobiliario escolar.
Cuando se dedicaban al mobiliario escolar llegamos a ser cuarenta personas. En
las campanas no hacía falta tanta gente
pero en el mobiliario escolar si hacía
falta gente, 7 u 8 soldadores,
otros doblando y otros con otras faenas.
Sobre
las campanas.
Las campanas han sido un instrumento que ha usado la gente
toda la vida. Tocaban a todo, a misa con
diferentes toques, a difunto con
diferentes sonidos fuese hombre o mujer, unas señales para hombre, otras para
mujer. Cuando llegabas a un pueblo y
oías tocar a muerto, si entendías un poco oías lo que decían” una mujer se ha muerto” o un “hombre se ha muerto” por el sonido. En
los niños también había otros toques si era niño o niña pero eso no lo he visto
tanto. En Valencia se llamaba este toque celcel. Lo hacían con la campanita
pequeña como si estuviese llorando
porque eran niños recién nacidos. En los partos
muchas veces si no moría el niño, moría la madre. Por eso hay tantas
familias que son hermanos de leche. A la
que se le moría el niño se quedaba con la leche y entonces amamantaba al niño o niña que se les había muerto su madre. Estaba la
cosa esa que eran muchos hermanos de leche. Cuando dicen que el mundo ha
cambiado no es cierto, cambian las personas
no el mundo .Este está igual que 500 años atrás, que mil o los que sean.
Los que cambiamos somos las personas que adelantamos, cambiamos de parecer o unas personas nos enseñan otras cosas. No
se aprende todo de golpe, hay muchos
oficios que necesitan una generación
para conocerlos bien. El de fabricación de las campanas estaríamos aquí toda la tarde contando cosas
sobre ellas. Son un instrumento, como se le llama musical que tiene mucho que contar, pero mucho, mucho porque son
capaces de dar todas las melodías que Vd. busque. Porque salen de ellas, si el
que las toca sabe, todas las notas musicales y sus variaciones, hasta 28
distintas, aunque yo de música no se mucho, pero sí que lo he oído decir. Te
colocan un carrillón de campanas y son
capaces de cantarte todas las canciones que hay
que cantar. Tengo compañeros que montan un carrillón, como hay muchos
carrillones de 18 campanas que es toda
la escala musical. Les dices tócame lo que quieras. No solamente tocan
canciones de misa, si quieres La Parrala también
Cuando una campana está
agrietada normalmente no tiene arreglo,
primero porque duran mucho y después
porque hoy en la época que estamos no se puede romper porque sí. A mí ya no
porque no trabajo pero a muchísima
gente que está trabajando no le puede
decir a un sacerdote “ven y la vamos a refundir”. En otro tiempo sí, pero ahora no
porque la campana tiene a lo mejor 200 años y eso forma parte del patrimonio de la
iglesia y entonces lo que hacen es hacerla nueva y esa campana guardarla en la
misma parroquia, a donde sea pero sin romper porque está prohibido por ser un patrimonio cultural de la iglesia.
En los años de los tiempos de Franco, por situarnos, entonces no decían nada
por refundirlas. Yo fundía campanas y veía también fundirlas porque he
trabajado en eso, aunque más en los relojes, y si las refundían bien estaban
igual que la original y sonaban igual que la otra. Me acuerdo que cuando en mi
pueblo se fundió una vez una campana me
la encargaron a mí y la gente mayor quería que la campana sonara igual .Esto
era por los años 1960.Cuando vino la campana
entonces me dijeron: ¡enhorabuena! porque suena igual que la de antes. Y es que era el mismo material que la
anterior. Claro después ya se han hecho desastres.
Relojes
de campana Piezas de un reloj de campana
Las
piezas que llevan son las normales estableciendo entre ellas una relación.
Que den una vuelta a la esfera del reloj, otras una vuelta cada
12 horas. Hay una relación entre unas tres o cuatro ruedas forman parte de todo
el conjunto del movimiento y de todo el conjunto de sonería. Es una relación de vueltas y de ruedas dentadas que
tienes que ponerte. Porque por ejemplo la minuteria de una esfera lleva dos
agujas, la minutara y la horaria. La minutera da 12 vueltas en las 12 horas, una cada hora. Pero la
horaria solamente da una vuelta. Son formatos de 12 horas, empiezan con la 1 y
acaban con las 12 .La aguja horaria da una vuelta a la esfera y la minutera 12
vueltas y la relación la llevan en
lo que se llama vulgarmente o
técnicamente minuterías.
Interior
del mecanismo del reloj de Moya. Mariano López Marín
Estas piezas de los
relojes se fabricaban ya industrialmente cuando yo trabajaba. Ha habido muchas
fábricas que se han dedicado a fabricar relojes
con máquinas de todas las clases. Nosotros teníamos las más precisas
porque también nos hemos dedicado muchos años, en los últimos que yo he
trabajado a la tecnología electrónica que entonces ya están todos preparados. Ahora se hacen
memorias para los relojes aunque yo de eso
no entiendo demasiado porque en mi tiempo de enseñanza no había una técnica de esas y conozco más los relojes mecánicos que no
los electrónicos porque estos solo sé
ajustarlo porque en mi época la técnica
no estaba como en esta alturas.
Tiempo
de montaje de un reloj de campana.
Pues a veces bastante.
No es por el número de piezas porque si
Vd. se fija en este reloj de Moya no
tendrá más de 40 ó 50 piezas entre grandes
y chicas. Te llamaban para montar un
reloj y estabas 15 o 20 días. Llegabas
allí y eso no podías montarlo en cualquier sitio, tenías que montarlo en una habitación y buscarle un sitio bueno en la misma para que no tuviera polvo y se mantuviera bien el
reloj. Y después montar las esferas .Se
montaban con 4 esferas para que se pudiese ver por los cuatro puntos cardinales. Monté uno en
la provincia de Huelva, en un pueblo que
se llama Valverde del Camino. En ese pueblo estuve casi desde febrero hasta Pascua porque le
puse cuatro esferas y tuve que hacer los
cuatro huecos a las paredes y están tenían un metro de grosor. Eso costaba
tiempo, no un día ni dos. Entonces ponías los aros, los tenías que revestir,
montar y posteriormente montaba las
esferas. Te pasabas dos semanas montando
las esferas sólo. Si hacías cuatro ya se iba tiempo y después en la habitación
controlando el desplazamiento de pesas que
en muchos lugares estaban los vecinos debajo y no se podían montar
verticalmente. Y he montado muchos en iglesias y también en ayuntamientos. Por
tanto la bajada de las pesas había que dirigirlas fuera del edificio y tenías que hacer allí unos
trípodes y unas cosas para tirar el cable por debajo y dejar caer las pesas por
la parte de fuera del ayuntamiento y eso
costaba una barbaridad. Que eso con los relojes electrónicos se ha perdido
todo. Ahora es una cajita y allí dentro están todas las memorias y todos los componentes electrónicos que corresponden a un reloj que te dan la hora, minutos, día, semana,
mes, año y todo lo que hay. Ahora estos
relojes mecánicos han perdido la importancia que tuvieron, aunque para mí son
los mejores que se han hecho. Cualquier reloj de estos lo mira Vd. como este de
Moya que estamos mirando y si buscará la fecha de fabricación tendrá 300 años sin exagerar porque esto es fragua
pura porque hasta los dientes los hacían con un hierro caliente pegándole sobre
la rueda y hacían las ranuras que los
separan .Después el reloj este una vez que pasó la época de ir a darle cuerda
todos los días, entonces salió el de 8 días cuerda y salieron después los
relojes de remontaje eléctrico. Y todos esos avances los echaron a perder no
por nada es porque este reloj es para
que tenga compañía. Lo llevaban entre varias personas e incluso familias
enteras. Eran las familias que del abuelo al nieto se iban turnando para
darle cuerda al reloj .A medida que iban
pasando años entonces resulta que le daban cuerda toda la familia. Tenían que ir todos los días alguno
de ellos. En cuanto faltaba alguien el
reloj se quedaba sin cuerda y ya sabían que a esa persona encargada le había
pasado algo o no estaba en el pueblo
porque le faltaba la compañía. Al estar todos los días pendientes del reloj, de
darle cuerda y de su mantenimiento, éste
iba de maravilla porque todas las cosas tienen como se dice en valenciano
su pilleta, tienen algo de pillo.
Dejaban andar al reloj y aunque en el día se adelantara medio minuto o uno, que
eso es mucho, si no lo tocaran cuando
llegaba a final se me habría adelantado
15 o media hora. Y aunque sean en vez de minutos sean 2 segundos, porque hay relojes más exactos,
tampoco era hora fija – a los 30 días ya lleva un minuto-.Entonces esos hombres hacían una cosa. Dejaban que los relojes se adelantaran y cuando
llegaban a la cabina del reloj, al poner la manivela para darle cuerda
paraban el péndulo .Daban cuerda a las dos
piezas y entonces resulta que
pasaba un minuto y a partir de ese momento movían el péndulo comenzaba a correr y lo adaptaban a la hora.
Cuando vino la cosa técnica de lo que
hay ahora estos relojes se quedaron
atrasados con respecto al nivel de vida que llevaban los más modernos. Estos eran
muy exactos y ahora que funcionan con GPS o vía radio más. Estamos pasando una época
que el reloj este de Moya ha perdido la compañía que es le hacía falta para
andar bien. Porque yo he montado relojes que muchos me han dicho: -no te preocupes que el que
montes tú no será como éste-¿Por qué? Aquí hasta que se
murió fulano mejor que iba aquel no ha ido
y no ha habido ningún reloj tan exacto como aquel. Y no iba bien
.Resulta que el hombre tenía gusto en llevarlo y no se le iba el reloj nada
porque lo veía todos los días. Todos los días
lo ponía en hora a la hora que llevaba él y claro que iba exacto (risas).
Interior del reloj de
Moya. Un reloj que necesita compañía para darle cuerda. Mariano López Marín.
El
reloj más grande que ha montado
Mire sin ir más lejos
en mi pueblo hay uno que tiene cinco
esferas y están muy contentos los
vecinos de Carricola y yo también. (Muy sonriente) .Usted dese cuenta que
lleva cinco esferas y yo siempre les
digo: - vosotros no sabéis lo que tenéis-.En 22 pueblos que tiene lo que
nosotros llamamos la Val d´ Albaida no hay ninguno que tenga cinco esferas,
cuatro si pero cinco no .Y este lleva
las cuatro que lleva la torre de la
iglesia más una que lleva el ayuntamiento que está a 200 o 300 metros de la
iglesia. Y funciona todo con el mismo módulo que es el que está en la sacristía
y con el que tocan las campanas del pueblo, todas las misas y oficios. Cinco
esferas con un mismo módulo.
También monté una vez
uno en una estación de autobuses en Huesca que ese todavía
llevaba más esferas, pero no era un reloj público sino de una casa de coches de
línea que con un mismo módulo atendía a varias esferas situadas en diferentes
lugares de la estación. Pero esto era más complicado por la electrónica.
Campanas que ha montado.
He montado muchas
.Antes de meterme a fondo en lo de los relojes como todo el mundo hice otras
cosas antes, como montar campanas que me gustaba mucho montarlas. Pero me gustó más la cosa técnica
del reloj porque en el trabajo de las campanas tenías que hacer mucha fuerza.
Pero también he montado muchas porque, mire
he sido una persona muy feliz en mi oficio .Me gustó mi trabajo, le tomé
cariño y aun le tengo. No he tenido nada
contra esas cosas, contra los relojes yo no he ido nunca, siempre a favor y con
las iglesias igual. Comencé de monaguillo en la iglesia y terminé dominando la
iglesia en todas sus facetas. Venia muchísima gente diciéndome –Yo quisiera que me hiciera esto o lo de más allá-. Y el
jefe les decía:- Espérese que venga
Vicente Tomás que cuando venga ya se lo
aclarará (Risas y emoción).No tenga
miedo que él ya vendrá. Y me han pasado
muchas cosas que puedo contarle porque todo son verdades. Una vez estaba
fuera y me llamó un cura a la casa y
preguntó por mí que fuera que las campanas no iban a medio bando que las gastan
para difunto sino que daba la vuelta. Cuando las tocaban a medio bando tenía
que ir de un lado a otro, en vaivén, pero
sin dar la vuelta. Fueron los compañeros míos, miraron y le dijeron al cura: -
Esto hay que cambiarlo todo porque se han estropeado muchas cosas, los finales
de carrera que hacían que la campana
diese la vuelta. Claro valía dinero todo
y el cura le dijo al Sr. Manclús: - Mire me han dicho esto los operarios
que usted me ha mandado pero espérese
que venga Vicente y lo vea y cuando él venga pues haremos lo que sea.
Cuando yo llegué, porque estaba casi siempre de viaje, me mandaron allí y me
fui con el cura al centro de la sacristía.
-‘¿Qué le pasa D. José? -Mire que la campana tal no me va a medio vuelo
y voltea .Le dije: Vamos fuera. Desde la sacristía no se van nada, ni las
campanas ni el campanario. Y le comenté: esa campana no voltea.- No ve usted que está volteando. Y le volví a
decir que no por el sonido que producía
la campana pan...pan. pan. Pues no da la
vuelta. -Pero hombre que sí. Y no
había manera de convencerlo. Muchas veces lo ha contado esto el cura. Yo le
dije: -Vámonos a la calle y verá como no da vueltas. Y llegamos a la calle la
campana seguía tocando y nada más que
mira al campanario se da cuenta de que no daba vueltas. El cura hasta se
enfadaba conmigo porque le contradecía- ¡Será posible que tú dentro de la
iglesia supieses que la campana no daba vueltas! – Pero usted se cree que yo soy tonto. Al final le dije
que la campana tenía que tener conexión a una parte y claro se le estropeó una
pieza pequeñita que se llama
relé y no actuaba cuando iba a izquierdas y se volvía para atrás. Y
siempre hacía lo mismo. Fue al coche, traje un relé y se lo cambié. Eso me pasó no solo con ese cura sino con muchos.
Estuve en esa casa Manclús hasta que se terminó casi todo pero creo que fueron
36 o 37 años, y muy a gusto y la gente
nos hemos querido mucho tanto ellos a mi como yo a ellos. Hemos tenido nuestros
más y nuestros menos no por la cosa
profesional. Pero si Vd. viese las fotos de mi boda mi jefe estaba allí, fue el
padrino y vino con su familia. A veces no compaginábamos los pensamientos ni la
cosas porque él era el amo y yo un empleado. Yo le decía: “Yo no haría eso
nunca” – Hombre es que yo tengo que tener una empresa que me dé dinero. –Pero
no se gana el dinero así, se gana de otra manera trabajando adecuadamente. Pero
nunca reñimos en nada. Hemos tenido una buena relación entre los trabajadores y
aun la tenemos los que quedan, han muerto varios.
La
industria sigue funcionando en la actualidad
pero de los años aquellos que yo
entré no queda ninguno. Aun funcionan pero la llevan unos chicos que trabajaron allí y yo trabajé con ellos.
Se han ido jubilando y solo quedan 1 o
2. Llegamos a ser allí entre unos y otros casi 40 e incluso a veces más de 40 .Y en las
campanas eran 8,10 o 12 personas
Campanas
del campanario de Santa María de Moya el
día de la entrevista. Las habían bandeado en homenaje a nuestro
entrevistado Vicente Tomas Calatayud los asistentes a la entrevista Julián,
Enrique, José y Antonio. Y las dejaron un momento paradas con el yugo hacia
abajo. Mariano López Marín
Sobre el tipo de
madera que le ponían al yugo de las campanas nos comentó el Sr.
Vicente lo siguiente.
“Aunque
algunas se les ponía un yugo de hierro lo tradicional en las campanas ha sido
colocarles un yugo de madera .De madera sí que no sé porque no me he dedicado a
hacer los yugos esos y no sé de qué tipo de árbol eran .Pero antiguamente los hacían de carrasca o también llamada
encina. Esa madera es muy dura y la
dejaban secar y todo. Nunca la ponían
recién cortada porque si no se agrietaba
o cuando se secaba se quedaba la
campana floja .En las maderas que están poniendo en la actualidad
hay unos mantenimientos que les obligan a tener porque no está igual
de fuerte la campana en verano que en Navidad por las diferencias de temperaturas.
En Navidad si llueve y se moja la madera hincha. Pero el día de San Lorenzo, 10
de agosto, siempre ha sido el día de las campanas. Todo el mundo iba ese día a apretar y ajustar las
campanas (con sonrisas) “
Sobre
su impresión del reloj de Moya
Este reloj ya lo creo que me ha gustado y muchísimo. Yo
cuando llego y veo el reloj y lo miro le
digo: “Ya tenía ganas de verte” (Muy
contento) .Estos tipos de relojes, los miro, los aprecio y me encantan. No he
arreglado nunca un reloj de pulsera. Alguno de pared si pero mis relojes son
los de campanario y de esos le puedo decir que
tengo en casi todo el mundo porque he montado en España que la he
recorrido de 8 a 10 veces, la provincia
de Toledo la tengo trillada .El otro día repase mis notas por si preguntaban ustedes En Toledo hay más de treinta
montados por mí. En la de Ciudad Real hay
sesenta, en la de Guadalajara creo que son 20 y en la provincia de
Cuenca más de 50.Estuve mirando porque yo lo tengo todo anotado. Muchas cosas
tengo que repasar mucho en libros y
libretas rellenas de historias de mi trabajo pero mira como ahora ya no tengo nada que hacer me
siento y me pongo a repasar estas cosas
de toda una vida .Esto aquí, lo otro más allá. Me tocó hacer esto en lo que he sido muy feliz y no estoy
arrepentido de lo que he hecho. También le doy las gracias a mi mujer que ha
tenido mucha paciencia pues estaba mucho
tiempo fuera de casa por mi trabajo. (Se emocionó mucho).Nos casamos, yo ya
trabajaba en casa de Manclús, y al poco tiempo
me compraron un coche y me pasaba
tiempo viajando. Mi mujer ha criado a
las hijas, me ha mantenido a mí, ha mantenido la casa y
eso a todas las mujeres tampoco les iba
bien. Otras mujeres han sabido decir: es que siempre estas fuera de casa, es
que te vas...: Mi mujer nunca ha dicho nada de eso, al contrario ha
sido un apoyo muy grande para mí.
Interior del reloj de
la torre de la iglesia de Santa María de Moya donde se
puede observar su mecanismo, las ruedas dentadas de las horas, los minutos y la
sonería y el péndulo. Mariano López Marín
Sobre
la campana de Moya.
La campana la quité yo
y la bajamos con cuerdas y la gente estaba enfadada, pero enfadada conmigo y
con todo el mundo porque la gente
que había entonces aquí porque yo me
llevé esa campana lo menos hace 40 años y entonces de los que estaban entonces que eran como
nosotros ya no quedaran ninguno. Después de 40 años los que tenían 40 años ya
casi ni se acuerdan. Le hicimos el
comentario que en Santo Domingo hay un hombre de 105 años y él nos dijo:
Seguro que él se acordará. La gente
estaba así porque querían poner un reloj en Santo Domingo de Moya y querían
vender una campana de aquí para pagar el reloj aquel .El trato que tenía hecho
el jefe mío con el sacerdote pero claro la gente que vivía
aquí no estaba dispuesta a que se
llevaran la campana y tenían razón la gente de aquí es que hay que reconocer
las cosas como eran porque es que primero le decían Sr. Cura no quite la
campana y el reloj lo pondremos si quiere usted en Santo Domingo de Moya y nosotros le ayudaremos a pagar el reloj.
Eso es tener razón y ponerse en el sitio de esa gente. ¿Sí o no? Y no quiso el
sacerdote aquel y claro entonces me
obligaron a mí personalmente a que bajara la campana. Yo no tenía más remedio
que bajar la campana. Con las cuerdas y
los quinales que teníamos para bajarla la bajé, la dejé ahí y como venía con el
jefe, con el jefe me marché para Valencia y se acabó. Ya no sabido nada más sobre el aspecto de esa
campana. Pero al cabo del tiempo le pregunto yo un día a mi jefe ¿Cómo has quedado con la campana de
Moya? aún está allí no la traen. Y me
dijo: - “Uy la campana de Moya dice
¿sabes a dónde está? “ - ¿Dónde? - En el
obispado de Cuenca .El obispo ha visto
todo aquello que se armó allí se la ha llevado y está en el obispado de Cuenca.
Que yo entonces como viajaba también bastante por Cuenca un día se me ocurrió
estando por Cuenca, que trabaje por Carboneras
y todos aquellos pueblos también he trabajado mucho. Y se me ocurre por
la cabeza ir al obispado y efectivamente la campana estaba allí. Y a ustedes y
a quien se ha puesto hoy por aquí que aún está allí la campana. Entonces la
campana no se la llevó nadie .A pesar de todo
de lo que pueda haberle pasado a la campana pueden estar satisfechos porque
al fin y a la postre por quien sea la campana está
allí. Uno de sus amigos, Enrique, que lo
acompañaba comentó en este momento: “Pero ellos quieren que vuelva aquí”. Y
el Sr. Vicente dijo: “Pero eso es ya cuestión de que se solicite pero no sé quién me ha dicho esta tarde por ahí (los que estaban presentes
dijeron el alcalde) que quiere hablar con el obispado para que esa campana vuelva aquí. Y le he
dicho yo a él” Pero no le dará lo mismo
al obispo” – “Que va hombre” entonces
se la puede dar a usted regalá” .Algunos
asistentes comentaron que no solo está depositada la campana en el obispado sino también muchos objetos
del tesoro de Moya. Se los llevaron para
que no los robaran. Mire yo me he criado en un pueblo y pequeño
y estoy muy a gusto donde nací. Y hay un
refrán que dice: “pueblo pequeño infierno
grande”. Pero es verdad eso .En un pueblo pequeño y yo lo veo en el
mío que da igual uno que vaya a misa que
no vaya, que no quiere ir que no vaya.
Pero en cuanto tocan una cosa del pueblo, igual da que sea civil que
eclesiástica al que toca y no le tenían que haber tocado se enfada .Aunque sea una
persona fea .Y yo no voy nunca pero va Vd. y toca un cirio o una cosa que es
religiosa de una ermita que tienen o de cualquier sitio se riñe con el que se ponga .Es que la gente
de los pueblos estima mucho su patrimonio y yo comprendo que la gente de aquí
estuviera enfadada y no tuviera ganas de
jaleo ni nada y que se estimasen su campana.
Terminamos la entrevista cuando el reloj de Moya daba las
seis de la tarde y a continuación hubo un volteo de campanas que entusiasmo a nuestro entrevistado porque
ha estado toda su vida con ellas.
Nos despedimos todos
del Sr. Vicente y sus dos amigos, deseándole una feliz vuelta a Valencia,
dándole las gracias por haber venido a Moya, ver su reloj y concedernos esta
entrevista. Y lo invitamos a estar entre nosotros el próximo septenario de Moya en septiembre de 2018, si
sus fuerzas le acompañan. Fue un placer entrevistarlo y compartir con él sus
muchas vivencias y su humanidad.
ALGUNOS
DATOS SOBRE EL RELOJ DE MOYA Y SU RESTAURACIÓN
En el campanario de la
iglesia de Santa María de Moya hay una placa junto al reloj que dice:
Reloj
de la Villa
Máquina
de principios del S. XVIII, presumiblemente construida por el patricio,
ingeniero e ilustrado moyano Don Nicolás Peinado Valenzuela (1695 - 1762).
Relegado
al olvido por avería desde el primer tercio del S. XX se reconstruye a
principios del S. XXI por los profesores y alumnos de la Escuela de Relojería
sita en el Instituto de Enseñanza Secundaria y Superior de Enseñanza
Profesional La Mercè, de Barcelona, incorporando todo el sistema de escape y
regulación, compuesto por piñón,
eje, rueda de escape y áncora, junto con
el péndulo, además de los piñones y manivela de remontaje. Especial mención al
profesor D. Ramón Beserán Claret y al alumno D. Miguel Ángel González Muñoz,
que hicieron suyo el proyecto de restauración y fallecieron antes de verlo
terminado.
Se
reinstala en su primitivo emplazamiento el mes de septiembre del año 2004, con
motivo de las fiestas del LIII Septenario, siendo cura párroco de esta iglesia
de Santa María Don José Antonio Campanero Sierra.
El reloj se pone en funcionamiento en
días puntuales porque que hay que subir todos los días para darle cuerda por
que le dura poco más de 24 horas. También añadir que el funcionamiento de ese
reloj desde su restauración corre a cargo de las personas que se dedican a
mantenerlo funcionando por afición únicamente, de ahí que solo funcione en días
puntuales. Han sido sus encargados desde
su restauración Régulo Algarra Hernández que se preocupó de llevarlo a
Barcelona para que lo arreglarán y el actual encargado Sergio Cano Millán.
Ambos con una dedicación a esta actividad digna de elogio.
A la izquierda de la imagen Régulo Algarra Hernández encargado del reloj de Moya durante años. A la derecha y en el centro Sergio Cano actual encargado del reloj acompañado de nuestro entrevistado Vicente Tomás Calatayud ,a su izquierda , y Pepe de Titaguas a su derecha.
Reproducción de la pagina que la Asociación de Amigos de Moya le dedicó en su Revista Moya, nº 18, Enero 2003 a la restauración del reloj de la Iglesia de Santa María,restauración promovida por D. Régulo Algarra Hernández.En dicha página se reproduce una imagen en la parte inferior izquierda de la iglesia de Santa María con su espadaña con las tres campanas.
LA ENTREVISTA EN IMÁGENES
A la izquierda
el Sr Vicente Tomas contemplando el reloj de Moya acompañado de Julián
de Santo Domingo y Antonio de Landete. A la derecha nuestro entrevistado en un
momento de la entrevista.Fotografías Sergio Cano Millán y Mariano Lopez Marín.
La RESTAURACIÓN DE LA ESPADAÑA DE LA
IGLESIA Santa María la Mayor
DE LA VILLA DE MOYA (CUENCA) fue llevada
a cabo en 1997.Así se hace constar en una placa situada entre las dos campanas
mayores.
PROMOTOR:
"Asociación
de Amigos de Moya"
FINANCIARON:
Diputación
Provincial de Cuenca
I.
N. E. M. de Cuenca
Consejería
de Educación y Cultura de C. L. M.
Universidad
Politécnica de Valencia
A.
A. M.
DIRECCIÓN
TÉCNICA:
Universidad
Politécnica de Valencia.
INTERVINIERON:
Aparejador:
Fernando Benavent Ávila
Arquitectos
Técnicos:
José
Manuel Sánchez Roca
Francisco López Menor
Encargado: Hermes Díaz Martínez
Operarios:
Hilario
López Gálvez
J.
Ángel Garrote Marín
Jaime
Montero Sáez
Virgilio
Navarro Jiménez
Antonio
Sáez Jiménez
Maestro
cantero: Jesús Martínez.
Las
obras se realizaron los meses de junio, julio y agosto de 1997.Siendo Cura
Párroco de la Villa D. Antonio Coronado Moreno y Presidente de la A. A. M. D.
Teodoro Sáez Fernández.
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Espadaña de la iglesia de Santa
María la Mayor de Moya. Imagen tomada de
la web de Campaners de la Catedral de Valencia.Solo hay en la actualidad 2 campanas.La tercera y mas antigua ,año 1506,conocida como la campana del reloj está depositada en el museo diocesano de Cuenca ,Muchas
gracias.
(C) MARIANO LOPEZ MARÍN
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